Comienzan las Fallas de Valencia.
M¨¢s de 550 fallas se han plantado anoche en los distintos barrios de la ciudad y otras poblaciones de la provincia. Ayer empezaron las fiestas anuales de los valencianos, que duran cuatro d¨ªas, para finalizar la noche del d¨ªa de San Jos¨¦ con la destrucci¨®n por el fuego de todos los monumentos de cart¨®n y madera construidos durante un a?o. La participaci¨®n y movilizaci¨®n de los ciudadanos convierten las fallas en la fiesta mayor de Valencia.
Existen datos de que en el siglo XVIII eran fabricados ninots (figura de cart¨®n), que incluso en la calle de Escolano ten¨ªan movimiento gracias a un dispositivo interior. El origen de las fallas es artesano. Los ebanistas y carpinteros sacaban a la calle la v¨ªspera de San Jos¨¦ representaciones muy simples de personajes del barrio, de la ciudad y de la pol¨ªtica, caracterizadas por su intenci¨®n sat¨ªrica. Tambi¨¦n los vecinos celebraban las fallas como fiesta de la llegada de la primavera y quemaban muebles viejos en la calle. El car¨¢cter popular fallero molestaba a los dirigentes del municipio, que en 1885 quisieron suprimir la fiesta, alegando que ?las fallas eran una fiesta inculta, impropia de una capital seria y de primer orden?.
La transformaci¨®n de la fiesta popular ha estado impulsada por la despersonalizaci¨®n de la vida en los barrios en la gran ciudad y la promoci¨®n tur¨ªstica y financiera. Con dificultad puede encontrarse en 10 ¨²ltimos a?os referencias concretas a personajes conocidos por los vecinos. Las alusiones van dirigidas a personajes de la televisi¨®n, a los populares de otros medios de comunicaci¨®n.
No son objeto de cr¨ªtica temas y personas de la vida valenciana, sino cuestiones generales como el centralismo, el turismo, la mujer, la carest¨ªa de la vida, el sexo, la circulaci¨®n. Del peque?o monumento en la calle se ha pasado a la gran falla que necesita de gr¨²as para instalarse y a veces de combustible para quemarse.
La cr¨ªtica ha dejado paso a la espectacularidad con presupuesto de mill¨®n y medio y dos millones para las fallas de mayor categor¨ªa.
Las fallas se han politizado no porque traten en sus escenas humor¨ªsticas el tema de la pol¨ªtica, sino m¨¢s bien, porque tanto desde una derecha intransigente como desde una izquierda festiva, se ha buscado incluir el tema fallero en las reivindicaciones pol¨ªticas populares. El pasado a?o un incidente en el acto de apertura de los festejos y la aparici¨®n en la revista Ajoblanco de un art¨ªculo sobre las fallas, sirvieron a unos y otros para lanzar campa?as. El tema de Ajoblanco lleg¨® al pleno municipal y su delegado de fiestas y ferias, Ram¨®n Pascual Lainosa, a su vez, presidente de la Junta Central Fallera, tuvo una intervenci¨®n en los siguientes t¨¦rminos: ?El incidente Ajoblanco no es un fen¨®meno aislado, ya que forma parte de un conjunto de insidias y maniobras de baja categor¨ªa.? Solicitaba que la Corporaci¨®n adoptase una postura intransigente ante tales hechos ?ya que no cabe pol¨ªtica de conciliaci¨®n con quienes por muchos motivos jam¨¢s estar¨¢n dispuestos a una aut¨¦ntica colaboraci¨®n de valencian¨ªa?. La ciudad se vio cubierta por octavillas que amenazaban a los falleros y a las falleras.
Estas posturas han promovido unas fallas para este a?o centradas en el anticatalanismo, aunque no sea el tema ¨²nico. La democracia y la libertad pol¨ªtica pasar¨¢n sin constar en estas fallas por la preocupaci¨®n en temas m¨¢s triviales, promovidos por la actuaci¨®n de los directivos de los festejos. La falla de la plaza del Caudillo, que no participa en el concurso, bajo el lema de la nueva torre de Babel, presenta la sopa de letras de los partidos y divisiones entre ellos, ampliada a los sindicatos; la conclusi¨®n consiste en que panorama tan sombr¨ªo y desconcertante para el ciudadano es mejor quemarlo con el fuego de San Jos¨¦. La contaminaci¨®n ocupa un lugar especial con ramificaciones en la destrucci¨®n de la econ¨®mica agr¨ªcola a causa de la instalaci¨®n de grandes industrias. La lucha de los sexos, la perversi¨®n de la juventud y otros temas son t¨®picos reiterativos.
Movilizaci¨®n ciudadana
Las concentraciones a diario de muchos miles de valencianos y visitantes en la calle hacen de las fallas, unas fiestas con movilizaciones masivas. Actos como los fuegos de artificio y masclet¨¢s llenan la plaza del Caudillo de esquina a esquina. Otros festejos tienen car¨¢cter religioso, a?adido a las fiestas despu¨¦s de los a?os cuarenta. Consisten en la ofrenda de flores a la Virgen de los Desamparados durante dos tardes, primero las falleras infantiles y despu¨¦s las comisiones de las fallas grandes. En total m¨¢s de diez horas de personas desfilando por el centro de la ciudad con veinte toneladas de flores.
Se calcula en m¨¢s de 80.000 personas el n¨²mero de participantes en ambos actos, cifra que supera a los miembros de las comisiones falleras, ya que es tradicional que en la ofrenda participe todo el mundo del barrio.
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