El Estado aplaza su entrada en Trasmediterr¨¢nea

Dos d¨ªas antes de la celebraci¨®n de la junta general de accionistas, y cinco antes de la fecha de expiraci¨®n del contrato de adjudicaci¨®n de las L¨ªneas de Soberan¨ªa a la Compa?¨ªa Trasmediterr¨¢nea, una orden del Ministerio de Comercio, publicada en el BOE el pasado s¨¢bado, establec¨ªa la continuidad en la gesti¨®n de estos servicios hasta el 1 de enero de 1978, con lo que la Trasmediterr¨¢nea continuar¨¢ como concesionaria bajo las mismas cl¨¢usulas y condiciones que hasta ahora.

Este tema fue tratado en toda su amplitud a lo largo de la junta general celebrada ayer, y constituy¨® el eje de la intervenci¨®n del vicepresidente de la sociedad, V¨ªctor Mendoza, quien presidi¨® el acto en sustituci¨®n de Pedro Nieto Ant¨²nez, actualmente enfermo.El se?or Mendoza, que calific¨® esta decisi¨®n de razonable y realista, hizo una breve rese?a hist¨®rica de los ¨²ltimos a?os y de los contactos entre compa?¨ªa y Administraci¨®n de cara a llegar a una soluci¨®n viable. En este sentido, aludi¨® a los informes elevados a la Administraci¨®n, en los que se hac¨ªa minuciosos estudios sobre la rentabilidad d¨¦ la compa?¨ªa y las consideraciones a futuro que deb¨ªan tenerse en cuenta. La respuesta de la Administraci¨®n pudiera resumirse en la denuncia del Gobierno al contrato con Trasmediterr¨¢nea, lo que supon¨ªa la renuncia, por parte del Estado, a la pr¨®rroga t¨¢cita de dos a?os prevista en el decreto de adjudicaci¨®n.

El vicepresidente de la compa?¨ªa aclar¨® que el intento de la Administraci¨®n supon¨ªa la participaci¨®n p¨²blica en el capital social de la compan¨ªa de forma mayoritaria, aunque ello no supusiese una nacionalizaci¨®n, ya que dicha participaci¨®n se lograr¨ªa mediante la voluntaria oferta de venta de sus acciones al Estado por parte de los accionistas que as¨ª lo deseasen. El se?or Mendoza resalt¨® que el grupo de accionistas que controla la compa?¨ªa (Grupo March) no est¨¢ dispuesto a llegar a ning¨²n acuerdo con el Estado para la venta de acciones que pudiese perjudicar al resto de los accionistas.

Desde el punto de vista del se?or Mendoza, el intento de penetraci¨®n del sector p¨²blico en la compa?¨ªa se justificaba por las siguientes razones: las fuertes subvenciones anuales que el Estado debe pagar a la compa?¨ªa para que sufrague el d¨¦ficit que acarrea el servicio p¨²blico que supone el funcionamiento de las L¨ªneas de Soberan¨ªa; el car¨¢cter p¨²blico de las L¨ªneas de Soberan¨ªa; la existencia de unos precedentes en Francia e Italia, y la consideraci¨®n de los supuestos que, en nuestra Administraci¨®n, implican confiar a empresas con participaci¨®n del Estado la concesi¨®n de servicios p¨²blicos y la gesti¨®n de actividades econ¨®micas que son servicios de dicha naturaleza, como puede ser el caso de Telef¨®nica, CAMPSA, Tabacalera e Iberia.

En opini¨®n del vicepresidente de la compa?¨ªa, en la falta de decisi¨®n de la Administraci¨®n habr¨¢n influido la primac¨ªa que el Gobierno concede a los temas pol¨ªticos y la necesidad del sector de la Marina Mercante de llegar a una completa reordenaci¨®n de las actuales estructuras del sector.

Esta soluci¨®n ofrecida por la Administraci¨®n significa, en opini¨®n de la compa?¨ªa, un par¨¦ntesis provisional en el camino hacia una soluci¨®n definitiva, ya que este arreglo se ha producido al no existir otra alternativa que asegure en forma completa y de inmediato la continuidad de los servicios.

Ante esta soluci¨®n temporal, es posible que nuevamente vuelvan a cotizar en Bolsa las acciones de la sociedad, suspensi¨®n acordada unilateralmente por la Administraci¨®n en su momento.

Tras se?alar que las L¨ªneas de Soberan¨ªa deben ser deficitarias por definici¨®n, y por ello se acord¨® una subvenci¨®n, el se?or Mendoza resalt¨® la necesidad de revisar sus tarifas que llevan congeladas desde 1974 a pesar de que la Junta Superior de Precios inform¨® favorablemente hace casi un a?o.

Aunque las subvenciones que el Estado debe pagar a la Trasmediterr¨¢nea para 1976 no est¨¢n fijadas, la cifra total de subvenciones para 1975 ascendieron a 2.612 millones de pesetas. En 1953, la subvenci¨®n hecha efectiva fue de 155 millones de pesetas.