Washington y La Habana negociaron secretamente desde 1974
Estados Unidos ha mantenido conversaciones secretas a alto nivel para normalizar sus relaciones con Cuba desde finales de 1974 basta finales de 1975. En los encuentros se inici¨® la discusi¨®n de todos los temas de Inter¨¦s para los dos pa¨ªses, seg¨²n fuentes norteamericanas.
Las conversaciones, por iniciativa de Kissinger, se desarrollaron en el aeropuerto nacional de Washington, en el aeropuerto Kennedy, de Nueva York, y en el hotel Pierre, de esta misma ciudad. Los interlocutores norteamericanos fueron Williams Rogers, antiguo ayudante del secretario de Estado para asuntos interamericanos, y Lawrence Elagleburger, ayudante personal de Kissinger Rogers, que ha confirmado los contactos, se neg¨® a dar los nombres de los dos enviados cubanos, explicando que su publicidad podr¨ªa comprometer futuras conversaciones secretas. Fuentes oficiales declararon que estas conversaciones han representado el primer contacto directo y oficial entre Washington y La Habana desde 1961, en que quedaron rotas sus relaciones.Actualmente tienen lugar en Nueva York negociaciones entre ambos Gobiernos para fijar los "l¨ªmites pesqueros en las, aguas que Comparten los dos pa¨ªses.
Las negociaciones de 1974 se iniciaron en noviembre, mediante una llamada telef¨®nica de Eagleburger a la misi¨®n cubana en las Naciones Unidas, en la que manifest¨® el inter¨¦s de la Administraci¨®n Ford por iniciar conversaciones bilaterales con el r¨¦gimen de Fidel Castro. Inmediatamente, un emisario cubano estableci¨®, en el aeropuerto de Nueva York, la agenda de las futuras conversaciones, que se iniciaron formalmente en enero del a?o siguiente, ya con la participaci¨®n de Williams Rogers. Al mismo tiempo, los reg¨ªmenes de Washington y La Habana hac¨ªan algunos gestos de buena voluntad. Kissinger declaraba en marzo de 1975, en Houston, que ?no era conveniente una perpetua enemistad? con Cuba. Algunas semanas despu¨¦s, Fidel Castro calificaba de ?positiva? la frase de Kissinger, y afirmaba que se hab¨ªa producido ?cierta distensi¨®n? en las relaciones entre ambos Estados.
La Habana entreg¨® a un. secuestrador a¨¦reo a Washington y el rescate pagado (dos millones de d¨®lares), y la delegaci¨®n de Estados Unidos en la Organizaci¨®n de Estados Americanos vot¨®, en julio, a favor de la abolici¨®n del embargo pol¨ªtico y econ¨®mico contra Cuba.
Por entonces, las delegaciones que conversaban en Nueva York ya hab¨ªan fijado los temas de mayor inter¨¦s para los dos pa¨ªses: el embargo comercial contra Cuba; la compensaci¨®n de los 1.800 millones de d¨®lares en inversiones expropiados a los americanos en Cuba; la congelaci¨®n por parte norteamericana de treinta millones de d¨®lares en cuentas cubanas; los presos pol¨ªticos en La Habana; el futuro de la base naval norteamericana de Guant¨¢namo y las posibilidades de reuni¨®n de los exiliados cubanos con sus familias.
En noviembre de 1975, y cuando ya el conflicto de Angola estaba, en su apogeo, Rogers tuvo el ¨²ltimo encuentro con el enviado de La Habana, en el aeropuerto nacional de Washington. El diplom¨¢tico norteamericano protest¨® entonces por la presencia cubana en Angola, y el enviado cubano regres¨® a su pa¨ªs prometiendo una respuesta de su Gobierno. No hubo un nuevo intento cubano para seguir negociando, aunque, en opini¨®n de especialistas norteamericanos sobre
Cuba, no fue la guerra de Angola lo que impidi¨® la continuaci¨®n de las negociaciones, sino el parecer de Fidel Castro, que no consideraba llegado todav¨ªa el momento de la normalizaci¨®n.
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