Desconcierto oficial ante la magnitud del aumento de los precios al consumo
La aplicaci¨®n del nuevo sistema de c¨¢lculo de la evoluci¨®n de los precios al consumo est¨¢ causando conmociones en el Gobierno, entre los t¨¦cnicos estad¨ªsticos y en la sociedad en su conjunto.El Gobierno se ha asustado a la vista de los resultados del nuevo sistema que, seg¨²n los datos correspondientes a enero, refleja un aumento de los precios ligeramente superior al 3%. Todo un r¨¦cord comparable s¨®lo al de mayo del pasado a?o, en que el efecto desproporcionado del pan y las patatas llev¨® el aumento mensual por encima del 4%.Resulta que el nuevo sistema de c¨¢lculo de la evoluci¨®n de los precios puede calificarse de excelente, ya que su dise?o ha sido de gran calidad y su sistema de c¨¢lculo y elaboraci¨®n sigue esos pasos. Los mismos t¨¦cnicos de la OCDE han estudiado el sistema espa?ol y se?alado su bondad, al tiempo que tomado nota para su recomendaci¨®n a otros pa¨ªses.
El sistema sustituye a otro que se qued¨® viejo hace ya m¨¢s de tres a?os, que interpretaba mal los h¨¢bitos de consumo del espa?ol medio y que produc¨ªa distorsiones como la del pan y la patata en el pasado a?o, que ya fue entonces comentado sobradamente.
Los resultados del nuevo sistema en estos momentos no satisfacen en absoluto los deseos de un Gobierno en per¨ªodo electoral y preocupado por el parecer m¨¢s que por la realidad en algunos temas. Ello ha provocado la importante pol¨¦mica entre la direcci¨®n del Instituto Nacional de Estad¨ªstica y el Ministerio de la Presidencia del Gobierno, resuelta en una primera etapa a favor de Estad¨ªstica con la publicaci¨®n de la orden que pon¨ªa en vigor el nuevo sistema. Una vez conocidos los primeros resultados se acentu¨® la alarma entre los departamentos econ¨®micos del Gobierno, que ve¨ªa desautorizada completamente su gesti¨®n por la aparici¨®n del guarismo clave del antiguo coste de vida y actual ¨ªndice de precios al consumo.
Por ello se produjo la segunda crisis en Estad¨ªstica, resuelta inicialmente con la dimisi¨®n de su director general, las dificultades para encontrarle sucesor que se plegue a los deseos de Presidencia y el silencio oficial sobre el ¨ªndice de enero, que ya est¨¢ calculado y puede ser publicado con datos provisionales pendientes de revisi¨®n, que normalmente suele suponer variaciones del orden de una d¨¦cima.
El ¨ªndice de febrero
En nuestra segunda edici¨®n de ayer public¨¢bamos una breve nota de Cifra en la que se se?alaba que en febrero el ¨ªndice de precios al consumo aument¨® en un 2,9%. Seg¨²n ha podido saber EL PAIS en medios oficiosos y solventes de Estad¨ªstica, los resultados del mes de febrero a¨²n no se conocen. Los cuestionarios remitidos desde provincias est¨¢n ya en Estad¨ªstica, donde se procede a su proceso para el tratamiento de ordenador. A finales de esta semana pueden estar dispuestos los resultados de algunos grupos, como el de alimentaci¨®n (40% del ¨ªndice). Previsiblemente, hasta una semana despu¨¦s de las vacaciones de Semana Santa no estar¨¢n calculados todos los grupos y se conocer¨¢ por tanto el ¨ªndice general.Por ello, el dato del 2,9% de aumento en febrero no es fiable en estos momentos, aunque posteriormente llegue incluso a ser confirmado.
Todo un r¨¦cord
La evoluci¨®n de los ¨ªndices de precios al consumo en Espa?a en los ¨²ltimos a?os (v¨¦ase el gr¨¢fico adjunto) ha mantenido un fuerte impulso al alza a pesar de los numerosos programas o esp¨ªritus econ¨®micos aprobados por los Gobiernos que se han sucedido desde la crisis del petr¨®leo. Antonio Barrera, Rafael Cabello, Juan Miguel Villar Mir, Alfonso Osorio, responsables todos ellos del equipo econ¨®mico gubernamental en los ¨²ltimos cuatro a?os, han conseguido poner en marcha similares programas de control de precios que han tenido muy pocos resultados positivos. En algunos casos se ha producido el fen¨®meno de que los precios sometidos a control han crecido m¨¢s deprisa que los no controlados. En otros, los controlados han provocado a sus empresas graves apuros que las han llevado casi a la quiebra. En este sentido, la discriminaci¨®n que se produce entre unos sectores f¨¢ciles de controlar (acero, coches... ) y otros m¨¢s complejos, es evidente.Comparativamente con la OCDE los precios espa?oles han mostrado una impenitente tendencia al alza que agrava, con el paso de los meses, la crisis espa?ola. Mientras en todos los pa¨ªses de la CEE, incluidos Italia e Inglaterra, se han conseguido frenar los aumentos medios de los precios al consumo, en Espa?a se han incrementado
Las previsiones realizadas de forma p¨²blica o a nivel confidencial, por numerosos economistas de relieve en el pa¨ªs sobre el aumento de los precios en el presente a?o llegan incluso a aventurar la cifra del 30%. El Gobierno considera aceptable no llegar al 18%, cifra similar a la del a?o anterior.
La t¨¢ctica del avestruz
La pol¨¦mica desatada sobre este tema, y el intento de ocultaci¨®n de los resultados de Estad¨ªstica ponen de relieve el deseo del Gobierno de luchar contra la inflaci¨®n tap¨¢ndola en vez de articular medidas, dif¨ªciles, aunque posibles. En todas las tomas de posici¨®n sobre la econom¨ªa espa?ola hechas por economistas, banqueros, empresarios, partidos pol¨ªticos o sindicatos, se insiste en la inflaci¨®n como tema clave y para muchos n¨²mero uno de la actual situaci¨®n. Parece una estrategia de avestruz comenzar por ocultar el fat¨ªdico ¨ªndice.
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