Oligarqu¨ªa y caciquismo
En dos gruesos vol¨²menes han reeditado las Ediciones de la Revista de Trabajo el debate abierto en el Ateneo de Madrid en 1901, sobre Oligarqu¨ªa y caciquismo en Espa?a. En el primero se recoge la Memoria de Joaqu¨ªn Costa, que abri¨® el debate, as¨ª como el Resumen de todas las intervenciones —61 en total— que fue tambi¨¦n redactado por ¨¦l como presidente que era de la secci¨®n de Ciencias Hist¨®ricas del Ateneo. El segundo se dedica a los Informes o Testimonios de las personas o entidades que acudieron a la discusi¨®n. Comentar aqu¨ª la Memoria de Costa o los Informes no es nuestro prop¨®sito. La Memoria, aunque parcialmente, creemos que es harto conocida y para su conocimiento total remitimos al lector a esta nueva edici¨®n. Los Informes, mucho m¨¢s ignorados, a pesar de su importancia, pueden dejar de serlo gracias a esta nueva impresi¨®n. El inter¨¦s de ambas obras es doble si se las examina en el contexto hist¨®rico e ideol¨®gico en que se desarrolla el debate, por lo que consideramos un acierto editorial el haber incorporado a los textos la Introducci¨®n de Alfonso Orti.
Costa, Joaqu¨ªn: Oligarqu¨ªa y caciquismo como la forma actual de gobierno en Espa?a
Urgencia y modo de cambiarla.Revista de Trabajo, Madrid 1975. Informes o Testimonios. Revista de Trabajo, Madrid 1975.
La introducci¨®n
Alfonso Orti concibe su Introducci¨®n como un pr¨®logo ?generalizador y elemental?, escrito de cara al gran p¨²blico, que plantea la cuesti¨®n b¨¢sica que se desprende de la lectura de los textos cotianos y de los textos restantes, es decir, la crisis de la conciencia burguesa y peque?o-burguesa a fin de siglo ante las contradicciones y conflictos que presenta el Estado liberal en Espa?a. El autor enfoca el problema en tres planos: un plano psicol¨®gico, de an¨¢lisis de las motivaciones emocionales que subyacen en las cr¨ªticas que Costa y los informantes del Ateneo hacen del r¨¦gimen liberal olig¨¢rquico; otro ideol¨®gico, del regeneracionismo como corriente burguesa de pensamiento, especialmente peque?o-burguesa, dentro del contexto ideol¨®gico fin de siglo, y, finalmente, una interpretaci¨®n hist¨®rica del origen y formaci¨®n de esta ideolog¨ªa.
Consciente de la novedad del primero de sus planteamientos en nuestro panorama historiogr¨¢fico, Orti, en las notas previas de su trabajo, advierte al lector no avisado y le recomienda un posible orden de lectura del mismo. Pasando por encima el evidente contrasentido que supone recomendar did¨¢cticamente un orden de lectura, en tanto que unas l¨ªneas antes se hablaba de la flexibilidad del texto, nos parece necesario aludir al efectivo car¨¢cter ?novedoso? del mismo.
Lo que Orti nos propone es un psicoan¨¢lisis sociohist¨®rico de los textos del Ateneo bas¨¢ndose en las pautas propuestas por Wilhelm Reich en los a?os treinta. La lectura de los textos de Costa y de los otros informantes con este m¨¦todo se disuelve en un lenguaje, una palabra escrita, que expresa las actitudes efectivas de una clase social concretar la peque?a burgues¨ªa progresista, contestataria, inconformista, en plena crisis de identidad hist¨®rica al finalizar el siglo XIX. La interpretaci¨®n psicoanal¨ªtica es, efectivamente, otra lectura posible de nuestros regeneracionistas; la palabra apasionada, los adjetivos vehementes, irreprimidos, son muy elocuentes.
La interpretaci¨®n de Orti —discutible, pol¨¦mica— arroja nueva luz, no s¨®lo sobre el regeneracionismo, sino tambi¨¦n sobre lo que ¨¦l considera su sublimaci¨®n est¨¦tica: la generaci¨®n del 98. La relaci¨®n entre el pensamiento regeneracionista y la literatura del 98, as¨ª como la inmersi¨®n de ¨¦sta en la crisis espiritual de los a?os noventa, conecta a ambos grupos con toda la literatura de protesta finisecular. Creemos, como el autor, que ese movimiento autocr¨ªtico peque?o-burgu¨¦s configura, alter minar el siglo, un panorama cultural mucho m¨¢s profundo, rico y contradictorio que su anterior positivista y burgu¨¦s, pero que la ruptura con la sociedad a la que ataca es s¨®lo una ruptura ideol¨®gica que no rompe con la sociedad establecida para acabar finalmente reintegr¨¢ndose en ella.
Restauraci¨®n burguesa
La segunda parte del trabajo de Orti es un estudio ideol¨®gico de los textos del Ateneo que analiza el problema del Estado y de la consecuci¨®n de la revoluci¨®n burguesa en Espa?a. Contra una parte de la historiograf¨ªa liberal que tiende a considerar la revoluci¨®n burguesa espa?ola como una revoluci¨®n pendiente o frustrada, Orti demuestra, apoy¨¢ndose en hechos y textos, que el Estado de la Restauraci¨®n es un Estado burgu¨¦s salido de los cambios pol¨ªticos e institucionales que corresponden a las dos fases revolucionarias burguesas de l833-44 y 1868-74. En 1874 tal Estado se articula como un aparato de dominaci¨®n de la clase burguesa que va a regular su desarrollo a trav¨¦s de las luchas por el poder entre las distintas fracciones de la misma. Si este Estado liberal burgu¨¦s tiene en Espa?a una estructura olig¨¢rquica, es debido a la peculiaridad del subdesarrollo capitalista de la Espa?a del XIX. Su car¨¢cter olig¨¢rquico es lo que hace reflexionar a Costa y a los informantes del Ateneo en 1901. Logradas, a partir de 1890, todas las conquistas pol¨ªticas que ped¨ªan los revolucionarios del 68 (sufragio universal, libertad de asociaci¨®n, de reuni¨®n, de imprenta, de c¨¢tedra...), no parec¨ªa que en el pa¨ªs existiese una sociedad liberal. La peque?a burgues¨ªa progresista, de la que Costa y bastantes informantes del Ateneo son conspicuos representantes, empieza a tomar conciencia criticante por esos a?os de que la democracia —por la que se lucha en Europa desde el 48— puede no ser una simple prolongaci¨®n del liberalismo parlamentario, sino, precisamente, su ant¨ªtesis. No viendo, o no queriendo ver, el r¨¦gimen liberal como un r¨¦gimen de clase vinculado al desarrollo del capitalismo —hay que hacer la salvedad de que en el debate no participa ning¨²n representante de los partidos obreros, a pesar de haber sido invitado a ¨¦l Pablo Iglesias—, los polemistas del Ateneo, con Costa a la cabeza, examinan el r¨¦gimen olig¨¢rquico espa?ol y su secuela inevitable: el caciquismo.
El parlamentarismo
Del contexto hist¨®rico donde se originan y desarrollan estas posturas se ocupa Orti en la ¨²ltima y tercera parte de su trabajo. El parlamentarismo olig¨¢rquico de la Restauraci¨®n no es una deformaci¨®n del r¨¦gimen parlamentario, como dicen algunos informantes del Ateneo, sino una variante hist¨®rica del Estado burgu¨¦s impuesto por el proceso hist¨®rico espa?ol. Tal Estado pod¨ªa haber ido evolucionando hacia un parlamentarismo democr¨¢tico, si el sistema bipartidista no hubiese sido tan r¨ªgido y las contradicciones de clase que se daban en el seno de la sociedad espa?ola no hubiesen sido tan profundas e insalvables. De esas profundas desigualdades sociales eran conscientes Costa y una parte de los informantes del Ateneo en 1901. Costa de manera sistem¨¢tica y coherente, propone como soluci¨®n una reforma agraria que convierta a las masas campesinas proletarizadas en una peque?a burgues¨ªa rural que pod¨ªa apuntalar s¨®lidamente el Estado liberal espa?ol. Su reforma, de claro matiz populista, trataba de retener la mano de obra campesina en el campo sin darse cuenta de que era ya quiz¨¢ demasiado tarde, y la ¨²nica posibilidad de absorber productivamente ese excedente era a trav¨¦s de la industria urbana. Error de perspectiva que, como Orti se?ala, plantea la compleja y debatida cuesti¨®n de hallar una v¨ªa intermedia de industrializaci¨®n entre los dos modelos centralizados existentes: el capitalista y el socialista.
Cuesti¨®n pol¨¦mica que remite al lector a la historia actual y que es otra de las ideas recurrentes del trabajo de Alfonso Orti que hace m¨¢s viva e interesante su lectura. Fatigosa a veces, por otro lado, dado el estilo denso y muy reiterativo del autor; que se contrapesa con una expresi¨®n a veces muy personal.
Babelia
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