Estados Unidos quiere que Espa?a renuncie a poseer armas nucleares
Estados Unidos intentar¨¢ persuadir a otras naciones, entre ellas Espa?a, para que, al igual que Norteam¨¦rica, difieran cualquier decisi¨®n sobre el reprocesamiento comercial del uranio, declar¨® en una entrevista en exclusiva con Efe Paul Warnke, director de la agencia norteamericana de Desarme y Control de Armas. Pero Warnke a?adi¨® que las autoridades norteamericanas no han decidido, hasta el momento presente, si negar¨¢n su permiso, que es necesario obtener, a los pa¨ªses consumidores que deseen en el futuro reprocesar por ellos mismos, o en otros pa¨ªses, combustible nuclear de origen norteamericano.
Espa?a est¨¢ obligada a obtener el permiso norteamericano para enviar a Gran Breta?a, para su reprocesamiento, el uranio irradiado que sale de dos de sus tres centrales nucleares.Estados Unidos posee tambi¨¦n el control del combustible de su procedencia utilizado en los reactores norteamericanos en Espa?a, y actualmente, quieren tambi¨¦n poseer el control de combustible de otras procedencias, que llegar¨¢ a Espa?a a partir de 1978.
Warnke puso de manifiesto a lo largo de sus declaraciones que el principio de no proliferaci¨®n de armas nucleares es capital en la pol¨ªtica norteamericana de diferir el desarrollo de la tecnolog¨ªa del plutonio, incluido el del reactor reproductor (breeder reactor).
?Estamos muy preocupados acerca del problema de la proliferaci¨®n de armas. nucleares?, dijo Warnke.
?Algunas veces la tecnolog¨ªa se nos va de las manos y creemos que esta tecnolog¨ªa particular amenaza con escap¨¢rsenos completamente; realmente, no tenemos ahora suficientes seguridades de que podemos controlar el plutonio que se pueda generar?.
El director de la agencia norteamericana de Desarme y Control de Armas diferenci¨® claramente dos problemas: la capacidad de ciertos pa¨ªses para fabricar bombas nucleares y la proliferaci¨®n del plutonio.
?No tenemos ninguna duda de que hay muchos pa¨ªses, entre ellos Espa?a, que podr¨ªan fabricar bombas nucleares en un momento u otro. Esto es una cuesti¨®n de que esos pa¨ªses decidan pol¨ªticamente si es de su inter¨¦s adherirse al Tratado de No Proliferaci¨®n y no convertirse en Estados nucleares. Nosotros tratamos de animarles a que tomen la decisi¨®n pol¨ªtica de que no es de su inter¨¦s tener armas nucleares.?
Las reservas de uranio proporcionar¨ªan, seg¨²n Warnke, el margen de tiempo necesario para que en un esfuerzo internacional de cooperaci¨®n se estudien otros caminos para satisfacer las necesidades energ¨¦ticas futuras, por medios m¨¢s seguros que la tecnolog¨ªa del plutonio.
Warnke reconoci¨® que, para que la iniciativa norteamericana de estudiar nuevos caminos sea aceptada internacionalmente, tienen que producirse, al menos, dos cosas: seguridades de que habr¨¢ en los pr¨®ximos a?os suministro suficiente e indiscriminado de uranio con estabilidad en los precios, y b¨²squeda de medios para almacenar los combustibles irradiados.
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