Encuentro de historia y cultura en la Feria del Libro de Jerusal¨¦n
Ausencia de participaci¨®n oficial espa?ola
Con un acto en el que se hizo entrega del Premio de la Paz al escritor mexicano Octavio Paz, se inaugur¨® oficialmente la VIII Feria Internacional del Libro de Jerusal¨¦n.
La intervenci¨®n de Octavio Paz, que sigui¨® a un mensaje del presidente de Israel, profesor Efraim Katzir, reafirmaba sus posiciones democr¨¢ticas y liberales, as¨ª como su simpat¨ªa por este peque?o Estado, que estos d¨ªas celebra el d¨¦cimo aniversario de la reunificaci¨®n de la ciudad, tras la guerra de los seis d¨ªas, en 1967. ?Nada me parece m¨¢s natural -dijo- que unir libertad y literatura. Son realidades complementarias. Sin la libertad, la literatura es cierto sonido sin destino ni sentido. Sin la palabra, la libertad es un acto ciego.?El doctor Rafael Aldor, director de la Feria, manifest¨® a EL PAIS su desilusi¨®n ante los organismos oficiales del libro en Espa?a y, especialmente, el INLE, que fueron invitados a asistir y exponer en la Feria, y que no lo hicieron. Al mismo tiempo el se?or Aldor, al que se hab¨ªa asegurado que ?ya no existen razones pol¨ªticas para una ausencia oficial espa?ola?, agradec¨ªa la presencia privada de varios editores: Alianza Editorial, Aguilar, Plaza y Jan¨¦s, Bruguera, en esta Feria, donde se resalta la presencia de lo espa?ol, con la representaci¨®n de los m¨¢s grandes editores latinoamericanos y especialmente este a?o en que el premiado es de habla castellana.
Hay que decir que en Jerusal¨¦n entero suena nuestra lengua de un modo cotidiano. Los discursos y conferencias de Octavio Paz, en castellano, son escuchados en salas atiborradas de gente; hay dos semanarios en castellano, y otro m¨¢s en ladino, y en cada esquina, al tiempo que el ingl¨¦s casi oficial, el hebreo, a veces el ¨¢rabe, puede o¨ªrse ese dulce y viejo espa?ol de la tradici¨®n sefard¨ª, o el otro, arrastrado y seseante, de la emigraci¨®n suramericana reciente.
Jerusal¨¦n, una ciudad cruzada por una fuerte preocupaci¨®n cultural antigua en el pueblo jud¨ªo, vive estos d¨ªas, con la Feria, una especie de raro encuentro entre la historia y la cultura.
No s¨®lo so est¨¢ celebrando el aniversario de la reunificaci¨®n de la ciudad, sino que se viven d¨ªas de agitaci¨®n pol¨ªtica, cara a la pr¨®xima campa?a electoral, y tras los ¨²ltimos esc¨¢ndalos pol¨ªticos. De alg¨²n modo, un ambiente que a los espa?oles nos resulta ins¨®litamente familiar. Y algo tendr¨¢ que ver con ello la visita a Israel del se?or P¨¦rez Escolar, secretario del Partido Reforma Democr¨¢tica, englobado, como se sabe, en Alianza Popular.
A nivel cultural, la Feria coincide tambi¨¦n con el Congreso de los Editores de Libros T¨¦cnicos, con los que habr¨¢ en el transcurso de la semana una serie de actividades comunes. Tambi¨¦n con las fiestas de la reunificaci¨®n, que integran teatro, danza, conciertos -y hay que destacar las actuaciones del pianista y director Daniel Baremboim- y exposiciones de arte, un homenaje a Calder y una antol¨®gica de la gran pintura cl¨¢sica europea, ambas en el moderno Museo de Israel.
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