Estreno de "Una orquesta de se?oritas", de Jean Anouilh
Ayer se inaugur¨® el teatro Pr¨ªncipe con la presentaci¨®n en Madrid de la obra La orquesta del dramaturgo franc¨¦s Jean Anouilh, convertida en Una orquesta de se?oritas en la creaci¨®n colectiva de los Comediantes de San Telmo, de Buenos Aires.
La obra de Anouilh, escrita en 1962, ha sido traducida y adaptada por Augusto Rav¨¦. Con ella se form¨® el grupo Los Comediantes de San Telmo, que desde enero de 1974 se ha representado en el teatro San Telmo, de Buenos Aires, con giras por distintos pa¨ªses de Latinoam¨¦rica, donde ha obtenido varios premios. En el mes de marzo pasado llegaron a Espa?a, representando la obra en Oviedo, Valladolid, Sevilla y Valencia, antes de su presentaci¨®n en Madrid.Los Comediantes de San Telmo es un grupo formado por diez actores profesionales en r¨¦gimen de cooperativa. En la creaci¨®n colectiva de Una orquesta de se?oritas todos los personajes femeninos son interpretados por los actores.
?La interpretaci¨®n por actores en lugar de actrices -declara un portavoz del grupo- es a la vez un riesgo y un m¨¦rito. Por eso se form¨® una cooperativa de profesionales que desarrollaron un trabajo serio en teatros oficiales o privados. De esta forma se evita el riesgo de caer en una cosa f¨¢cil o que se entienda como el g¨¦nero del travest¨ª.?
El grupo no se identifica con una posici¨®n est¨¦tica determinada. ?Nos une a todos el inter¨¦s profesional, en el mejor sentido de la palabra. Esta obra, con un texto profundo en cuanto a la sicolog¨ªa de los personajes, exige un desaf¨ªo en la interpretaci¨®n. El espect¨¢culo es espec¨ªficamente teatral. La habilidad de Rav¨¦ es haber encontrado la forma dram¨¢tica adecuada al texto de Anouilh, ya que ?se ha hecho alguna vez de forma realista y no ha encontrado el adecuado cauce expresivo. Al estar interpretado por actores, el texto ha tomado una nueva dimensi¨®n y el ¨¦xito est¨¢ en la interpretaci¨®n de los actores. Como grupo que no tiene pensada la incorporaci¨®n de personajes femeninos en sus montajes, tiene que aparecer de forma clara el texto que nos interese.?
En cuanto al trabajo de actor, parten de un sentido de la improvisaci¨®n. ?En principio hemos incorporado las circunstancias de los personajes para despu¨¦s asumir las situaciones dram¨¢ticas que Anouilh propone en su pieza. Nuestra actuaci¨®n se apoya mucho en el trabajo de los dem¨¢s actores, en la mirada o en la intenci¨®n que el otro se?ala, y en el sentido del juego, dejando en, libertad los impulsos de los personajes. En el peque?o margen de la improvisaci¨®n, ante escenarios y p¨²blicos diferentes, respetamos el texto del autor.?
Humor y tragedia
El grupo se apropi¨® de esta pieza de concierto por la universalidad del dramaturgo franc¨¦s. ?Cuando un autor es verdadero es tambi¨¦n universal; este es el caso de Anouilh. El drama de estas artistas frustradas, mujeres preparadas para la vida en una moral casi victoriana, es el resultado de esa contradicci¨®n que se emparenta mucho con la realidad que vivimos. Algunos de nosotros pertenecemos a una generaci¨®n formada con criterios de realidad no exactos, pero en la realidad misma. La obra est¨¢ situada en Francia en 1974 y es el drama de una generaci¨®n de la posguerra. El lenguaje tiene un humor casi negro, con un contenido tr¨¢gico y en una atm¨®sfera de comprensi¨®n y ternura para esta orquesta de se?oritas.?Los elementos escenogr¨¢ficos no distraen el clima interno de la obra. ?La escena es un palco de orquesta situado en una ciudad balnearia. Es un decorado sencillo, para reproducir el clima que propone el autor. Los n¨²meros musicales, se?alados en la obra, a veces se incorporan al texto, y dan la misma sensaci¨®n de fracaso que tiene como m¨²sica. El montaje, sobre todo, est¨¢ basado en la interpretaci¨®n.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.