Richard Nixon rompe su silencio ante las c¨¢maras de televisi¨®n
Richard Nixon y el esc¨¢ndalo Watergate, que le oblig¨® a presentar su, dimisi¨®n hace casi tres a?os, vuelven a ocupar las primeras p¨¢ginas de la prensa norteamericana. La decisi¨®n del ex presidente de romper el silencio que hasta ahora hab¨ªa guardado sobre el tema, coincide con nuevas revelaciones period¨ªsticas que demuestran una mayor implicaci¨®n de Nixon en aquel turbio asunto, que conmovi¨® a la opini¨®n p¨²blica estadounidense e hizo posible en buena medida ¨¦l triunfo de los, dem¨®cratas en las elecciones del pasado noviembre.
Desde que dimitiera de la presidencia en el verano de 1974, Richard Nixon se mantuvo en silencio en su retiro californiano de San Clemente, benefici¨¢ndose del perd¨®n concedido por su sucesor en la Casa Blanca, Gerald Ford. Ma?ana, mi¨¦rcoles, el ex presidente reaparecer¨¢ ante los norteamericanos en la primera de una serie de cuatro entrevistas televisadas, de noventa minutos de duraci¨®n cada una, realizadas por el periodista brit¨¢nico David. Frost, que ser¨¢n emitidas por 145 emisoras de televisi¨®n en Estados Unidos y otros catorce pa¨ªses.En el programa de ma?ana, Nixon explicar¨¢ su versi¨®n sobre el asunto Watergate y, seg¨²n adelantos publicados ayer por los semanarios Time y Newsweek, afirmar¨¢ que no intent¨® nunca encubrir una actuaci¨®n criminal, sino tan s¨®lo ?contener un esc¨¢ndalo por razones pol¨ªticas? y ?preservar a personas inocentes?. El ex presidente cobrar¨¢ 600.000 d¨®lares (m¨¢s de cuarenta millones de pesetas) por esta serie de entrevistas, que son un resumen de las veintinueve horas de conversaci¨®n que mantuvo con Frost. Adem¨¢s, Nixon recibir¨¢ un porcentaje de los beneficios obtenidos por la comercializaci¨®n de los cuatro espacios televisivos, lo que incrementar¨¢ sus ingresos hasta una cifra cercana al mill¨®n de d¨®lares (casi setenta millones de pesetas).
Seg¨²n los periodistas que pudieron ver previamente el programa, dedicado exclusivamente al caso Watergate, Richard Nixon, en una tensa conversaci¨®n con el periodista brit¨¢nico, intenta convencer a los telespectadores de que su comportamiento sobre el asunto no se debi¨® a mala fe, sino exclusivamente a ?errores de juicio?.
El esc¨¢ndalo Watergate comenz¨® hace casi cinco a?os, el 17 de junio de 1972, cuando la polic¨ªa sorprendi¨® a siete intrusos que hab¨ªan allanado la sede de la campa?a electoral del Partido Dem¨®crata en el hotel Watergate de Washington, con el fin de colocar en la misma aparatos de escucha electr¨®nica. Las largas y complejas investigaciones, que duraron dos a?os, demostraron la implicaci¨®n en el as unto de altos consejeros del presidente en esta operaci¨®n de espionaje contra el partido rival, as¨ª como el directo conocimiento de Nixon de esta acci¨®n y sus intentos de ocultar el esc¨¢ndalo, para lo que no dud¨® en mentir en varias ocasiones.
Una implicaci¨®n temprana
Pero las explicaciones que Nixon pensaba dar ma?ana al pa¨ªs se vieron ya en entredicho cuando los diarios Washington Post y New York Times publicaron simult¨¢neamente el domingo pasado la transcripci¨®n de una cinta magnetof¨®nica que revela una implicaci¨®n del ex presidente en el esc¨¢ndalo mucho m¨¢s temprana de lo que se pensaba y de lo que ¨¦l mismo aleg¨®.Seg¨²n se desprende de la conversaci¨®n recogida en la cinta, Nixon ya estaba intentando echar tierra al asunto s¨®lo tres d¨ªas despu¨¦s de la detenci¨®n de los ?fontaneros? que allanaron la sede del Partido Dem¨®crata. El 20 de junio de 1972, Nixon convers¨® en la Casa Blanca con Charles W. Colson, uno de sus m¨¢s estrechos ayudantes, que pas¨® siete meses en prisi¨®n por su complicidad en el caso Watergate, y le dijo que se trataba de un ?trabajo peligroso?, adem¨¢s de discutir con ¨¦l la posibilidad de que los investigadores federales se conformaran con inculpar a los siete detenidos, sin profundizar m¨¢s en el asunto.
Richard Nixon hab¨ªa alegado que no supo nada del caso hasta dos meses y medio despu¨¦s, cuando fue informado de ello por John Dean, otro de sus consejeros y m¨¢s tarde uno de los, principales testigos de la investigaci¨®n. Asimismo, de la conversaci¨®n grabada en la cinta se desprende que Nixon estaba al corriente de los intentos de pagar fuertes sumas de dinero a los ?fontaneros? para que estos guardaran silencio.
Otra vez las cintas
Nixon, que manten¨ªa en secreto la existencia de un sistema de grabaci¨®n de sus conversaciones en la Casa Blanca, intent¨® en alg¨²n momento utilizar estas cintas para defenderse a s¨ª mismo y a sus ayudantes m¨¢s cercanos, pero la existencia de las grabaciones acab¨® volvi¨¦ndose contra ¨¦l y fue uno de los principales motivos de que se probara su complicidad en el esc¨¢ndalo, lo que le oblig¨® a dimitir, antes de ser objeto de un impeachment. M¨¢s de veinte de estas cintas contin¨²an in¨¦ditas y una de ellas fue la revelada el domingo por los dos peri¨®dicos.El oportuno momento escogido para dar a conocer la cinta har¨¢ que se multiplique la audiencia de la entrevista televisada del mi¨¦rcoles. Por ello, algui¨¦n apunt¨® hacia los organizadores del programa como responsables del leak (filtraci¨®n), pero ¨¦stos lo negaron rotundamente. Tambi¨¦n se alude a la posibilidad de que alguien cercano a la investigaci¨®n diera a conocer a la prensa el contenido de la cinta magnetof¨®nica para evitar que Nixon consiguiera convencer a los telespectadores de su inocencia.
Por su parte, Charles Colson, el ayudante del ex presidente que habla con ¨¦l en la cinta, calific¨® las transcripciones de la misma, publicadas en la prensa, como una ?gran distorsi¨®n? y un c¨²mulo de ?grandes inexactitudes?, asegurando que los fragmentos de la conversaci¨®n revelados estaban tomados ?fuera de contexto?.
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