Jos¨¦ Ram¨®n Encinar y el grupo "Koan"
M¨²sica, contempor¨¢nea, en la Fundaci¨®n March
En 1969 fue creado, en el seno de las Juventudes Musicales de Madrid, el grupo Koan. Lo dirig¨ªa entonces Arturo Tamayo, residente hoy en Alemania y que une a su talento de compositor un instinto seguro de int¨¦rprete. A partir de 1973 tom¨® en sus manos la conducci¨®n de los Koan, el tambi¨¦n compositor y director madrile?o, Jos¨¦ Ram¨®n Encinar (1954). La historia del conjunto es extraordinariamente brillante porque es de especial¨ªsima utilidad. Servir a la m¨²sica de hoy, con preferente dedicaci¨®n a la espa?ola, desde criterios no s¨®lo exigentes, sino fruto de vivencias directas, fue la raz¨®n que dio vida al empe?o. A la altura de nuestros d¨ªas, el Koan es pr¨¢cticamente un cl¨¢sico espa?ol en el mundo de la vanguardia. Ha salido al mundo y ha grabado discos, sus registros son estimados en la Tribuna de Compositores de la Unesco, y, en fin, su m¨¦rito lo ha llevado a protagonizar el nuevo ciclo de conciertos sobre m¨²sica espa?ola contempor¨¢nea de la Fundaci¨®n March.En el primero de ellos se han alineado los nombres de Gonz¨¢lez Acilu (1929), Guinjoan (1934), Francisco Cano (1940) y Tom¨¢s Marco (1942). Del navarro Agust¨ªn G. Acilu volvimos a escuchar Contracturas, estrenada en el Ateneo, bajo la direcci¨®n de Gerardo Gombau, en 1966. Andaba el compositor metido en investigaciones fon¨¦ticas para dar con posibles paralelismos en el terreno instrumental, y uno de los resultados primeros fueron las Contracturas, basada en la tensi¨®n a que da lugar la afinaci¨®n de parte del grupo instrumental a distancia de cuarto de tono. Tal tensi¨®n origina, no s¨®lo el efecto de un pasaje, sino la estructura interna de la obra que, a la audici¨®n, resulta clara, l¨®gica y atractiva.
Fundaci¨®n March
Grupo Koan. Dr. Jos¨¦ R. Encinar. Obras de Acilu, Guinjoan, Cano y Marco.
Joan Guinjoan
La obra del barcelon¨¦s Joan Guirijoan, sobre el que escribimos hace poco con ocasi¨®n de su ¨²ltimo ¨¦xito parisiense, constitu¨ªa estreno absoluto. Est¨¢ dedicada a los int¨¦rpretes de ahora y de ah¨ª su t¨ªtulo: Koan, 77. Esta vez, el contenido formal y expresivo parte de la propia naturaleza instrumental del grupo elegido: oboe, fagot, trompeta, trompa, viol¨ªn, contrabajo y percusi¨®n. Elementos bien contrastados encargados de establecer tanto la coherencia como la diversidad de la pieza a trav¨¦s de dise?os mel¨®dicos muy simples cuya interv¨¢lida se repite quiz¨¢ para no interferir la funci¨®n instrumental. Obra objetiva, de sencilla l¨®gica y un tanto distanciada, revela el saber hacer del m¨²sico catal¨¢n.Me parece queen la M¨²sica a Seis del madrile?o Francisco Cano, se consigue, por lo pronto, un talante netamente camer¨ªstico, diferenciaci¨®n que no suele quedar muy clara -por voluntad o por azar- en la m¨²sica de nuestros d¨ªas. El conflicto, en la medida que existe, se entabla entre los formantes de tipo tonal y los de origen atonal sobre la base -bastante razonable- de atribuir a los primeros mayor movilidad, y a los segundos m¨¢s fuerte significaci¨®n est¨¢tica. Hay tambi¨¦n en la obra de Cano un ambiente que, a veces, incluso recuerda al Falla del concierto, lo que no es de extra?ar dado el estilo ?concertante? practicado y la misma combinaci¨®n instrumental: piano, flauta, ¨®boe, viol¨ªn, viola y violoncello. M¨²sica bella, en definitiva, tan buscadora de ciertos matices afectivos como de un preciso orden temporal.
"Tauramaquia", algo m¨¢s que "sorpresas"
Esta reciente mi cr¨®nica sobre la primera audici¨®n mundial de Tauromaquia, de Tom¨¢s Marco, en Par¨ªs, Museo de Arte Contempor¨¢neo. La segunda interpretaci¨®n nos interes¨® m¨¢s que la primera, lo que equivale al m¨¢s positivo elogio. Quiere decirse que Tauromaquia contiene algo m¨¢s que sorpresas o, si se quiere, que lo inesperado es tan de fondo, tan de concepto cultural, que conserva siempre alguna capacidad sorpresiva. Llegar a esa s¨ªntesis ideol¨®gica, a partir de planteamientos que tienen muy en cuenta el barroquismo espa?ol -como en el caso de Auto daf¨¦- para que advirtamos con claridad unas significaciones sint¨¦tico-culturales tan decantadas que apenas pueden explicarse, es algo dif¨ªcil de lograr. Entra en juego el instinto la predisposici¨®n intelectual en tanta o mayor medida que el saber.Las versiones dadas por Encinar al frente de los Koan mantuvieron una calidad como no es frecuente hallarla en tantos estrenos como en el mundo se siguen cada d¨ªa. Flexible y yo dir¨ªa que afectivo en el gesto, atento a escuchar y seguir las peripecias de unas obras que conoce muy a fondo y secundado por una serie de solistas de valor indiscutible, Jos¨¦ Ram¨®n Encinar merece, continuamente, la gratitud de los compositores y el aplauso que el p¨²blico le dedica. Las pianistas Elena Barrientos y Ana Mar¨ªa L¨ªas intervinieron en Tauromaquia -la primera en otras obras tambi¨¦n con absoluta perfecci¨®n.
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