Termino sin resultados espectaculares la "cumbre" econ¨®mica de Londres

La incapacidad mostrada por los l¨ªderes de las siete naciones m¨¢s poderosas de Occidente, entre ellos el presidente de los Estados Unidos, para lograr acuerdos concretos sobre la no proliferaci¨®n nuclear y sobre los m¨¦todos a seguir para combatir el desempleo, es la consecuencia m¨¢s importante de la cumbre que termin¨® el domingo en Londres. El aspecto pol¨ªtico m¨¢s llamativo de esa reuni¨®n sin embargo, ha sido el llamamiento formal de los siete a los pa¨ªse del Comecon para que se unan a sus esfuerzos en ayuda de las naciones menos desarrolladas. Por otra parte, parece ser que en Londres, europeos y americanos han sentado las bases para intentar la reactivaci¨®n del di¨¢logo Norte-Sur entre pa¨ªses ricos y pobres.

Los jefes de Gobierno de Estado Unidos, Gran Breta?a, Francia Italia, Canad¨¢, Jap¨®n y Rep¨²blica Federal de Alemania demostraron en la capital brit¨¢nica que no s¨®lo carecen de f¨®rmulas m¨¢gicas para combatir los principales problemas que se les presentan sino que no hallan un marco dentro del cual salvar sus desacuerdos fundamentales.El desempleo, problema clave

Esa aparente incomprensi¨®n fue subrayada por Jimmy Carter, presidente de los Estados Unidos, quien en una intervenci¨®n que tuvo cierto car¨¢cter literario y que al final fue t¨ªmidamente aplaudida por algunos periodistas emocionados, se?al¨® que, en efecto ?por encima de la unanimidad alcanzada en los distintos aspectos que hemos tratado, lo que tenemos que ver ahora es si somos capaces de llevar a cabo todo lo que hemos dicho que nos compromete?.

Los siete expresaron su preocupaci¨®n por el desempleo, el asunto m¨¢s grave al que se enfrentan las democracias occidentales, seg¨²n sus propios representantes. Sin embargo, lo ¨²nico que han decidido es intercambiar informaci¨®n y crear un ?fondo de ideas y experiencias? que ayude a cada uno de los pa¨ªses a acabar con esa amenaza. Para la mayor parte de los l¨ªderes -especialmente para Giscard, de Francia, Callaghan, de Gran Breta?a, y Andreotti, de Italia- el desempleo de la juventud es la causa de las tensiones que se padecen en sus pa¨ªses y que ponen en peligro ?las bases democr¨¢ticas de nuestra sociedad pluralista?.

A pesar de los esfuerzos brit¨¢nicos, Callaghan no logr¨® de sus colegas de Jap¨®n, Alemania y Estados Unidos un compromiso concreto para cumplir sus objetivos de crecimiento econ¨®mico hasta un nivel fijo en el futuro inmediato. A cambio, la ¨²nica soluci¨®n en la que los siete l¨ªderes tienen que confiar para enfrentarse a la amenaza del desempleo es la puesta en marcha de un sistema de tr¨¢fico comercial m¨¢s libre que ayude a las econom¨ªas menos poderosas a salvar los proteccionismos que han sido condenados por unanimidad en Londres.

La cuesti¨®n nuclear

Otro de los aspectos en los,que los siete no lograron anular sus diferencias, fue en el de la proliferaci¨®n nuclear. La Rep¨²blica Federal de Alemania seguir¨¢ con la venta de su central nuclear a Brasil y Canad¨¢. Y el resto de los pa¨ªses con potencial nuclear seguir¨¢n caminos paralelos al alem¨¢n, a pesar de las recomendaciones previas de Jimmy Carter. El presidente norteamericano, que adopt¨® en Londres una postura m¨¢s blanda con respecto a ese tema, reconoci¨® que la limitaci¨®n de la venta de centrales nucleares no se puede hacer por decreto.

A pesar de que Jimmy Carter fue la estrella natural de esta cumbre de Londres, hubo un personaje, Giscard d'Estaing, que le disput¨® al presidente la primac¨ªa. Su discurso final ante los 1.600 periodistas se asemej¨® a una proclama electoral, que fue cuidadosamente escuchada por Roy Jenkins, presidente de la CEE, que se sent¨® en la mesa presidencial de clausura pero que no tuvo derecho a la palabra por iniciativa precisamente del l¨ªder franc¨¦s.Aparte de se?alar que ?el desempleo es un desaf¨ªo ideol¨®gico para nuestra sociedad?, Giscard subray¨® la importancia de otro elemento clave de la conferencia de Londres: el di¨¢logo Norte-Sur que se halla en punto muerto en Par¨ªs. Aparentemente, m¨¢s que a combatir el desempleo y la inflaci¨®n, a partir de la cumbre de Downing Street, los siete magn¨ªficos, como los llamaba el domingo el Sunday Times, tratar¨¢n de compensar sus dificultades con los pa¨ªses menos desarrollados creando unfondo com¨²n que a cambio, les permita el uso m¨¢s barato de la energ¨ªa -que se produce en el ¨¢rea del petr¨®leo. Americanos y europeos estudiar¨¢n ahora la composici¨®n del fondo.

A nivel m¨¢s particular, la cumbre le ha servido a los l¨ªderes que ahora peligran para aparecer en una gran operaci¨®n de relaciones p¨²blicas de la que el protagonista principal ha sido Jimmy Carter y que de vuelta a sus pa¨ªses respectivos les puede dar el apoyo que necesitan ?las democracias amenazadas? de las que habl¨® el presidente Giscard d'Estaing.