La insolidaridad con el Pais Vasco

Asombra hasta el esc¨¢ndalo la incre¨ªble desatenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica, de los medios de comunicaci¨®n y de todas las instituciones sociales sobre la cuesti¨®n vasca. Durante una d¨¦cada, y en particular en el ¨²ltimo lustro, el Pa¨ªs Vasco es teatro incesante de terrorismo, movilizaciones de masas, caos laboral, vejaciones, asesinatos, inseguridad y temor como clima habitual. Dos millones de espa?oles padecen violencia, violencia brutal, como condici¨®n permanente de vida, rodeados del desinter¨¦s, indiferencia y desinformaci¨®n general de los restantes 34 millones de espa?oles. En una de las regiones m¨¢s industriosas y progresivas, un compacto de vanguardia econ¨®mica y tecnol¨®gica, justificadamente nuestro orgullo no se puede vivir, literalmente. Y a los dem¨¢s no parece afectarnos, absortos en problemas de acus¨¢da importancia, pero que no tienen la entidad de la tragedia vasca, en donde se evidencia desalentadoramente cada jornada, sin esperanza y sin fin, el m¨¢s aterrador de los defectos nacionales: la insolidaridad.Existen problemas morales con car¨¢cter previo a los constitucionales y que para su soluci¨®n precisan de una extensa conciencia pol¨ªtica compartida, informada y preocupada por todo el pueblo espa?ol.Por ello, a los poderes p¨²blicos, a los l¨ªderes vascos, a las instituciones sociales, a los partidos pol¨ªticos, a quien corresponda, formulamos el ruego, en instancia de angustia, de que se informe sin pasi¨®n a la opini¨®n p¨²blica sobre qu¨¦ est¨¢ pasando a nuestro pa¨ªs en el pueblo vasco de nuestro pa¨ªs.

, 14 mayo