En las Cortes unos se van y otros quieren seguir
La deliberaci¨®n sobre cinco proyectos de ley de contenido militar, la mayor parte de los cuales afectan a situaciones personales (ascensos, retiros, pensiones) de colectivos muy reducidos -entre ellos, algo m¨¢s de ochenta maestros armeros-, dio ocasi¨®n a una sesi¨®n de la Comisi¨®n de Defensa Nacional de las Cortes murientes, en la que se dibujaron las posiciones preelectorales de algunos de los procuradores. La Comisi¨®n, a la que pertenecen conocidos tenientes generales, mostr¨® las actitudes de retirada o de tenaz deseo de continuar de varias de sus se?or¨ªas.
Al comienzo de la sesi¨®n, el general Vizca¨ªno, vicepresidente de la Comisi¨®n (candidato al Senado por Alianza Popular en Almer¨ªa), dio cuenta de una carta del presidente, teniente general Galera, dimitido como procurador poco despu¨¦s de la legalizaci¨®n del Partido Comunista de Espa?a. El se?or Galera manifestaba que no se encontraba con ¨¢nimos ni conf¨ªanza moral para seguir presidiendo la Comisi¨®n, y se desped¨ªa con la frente alta, expresando su amor a Espa?aLa Comisi¨®n se dedic¨® despu¨¦s al dictamen de proyectos de ley sobre modificaci¨®n de las condiciones de ascenso de los suboficiales del Ej¨¦rcito del Aire y de las condiciones de aptitud para el ascenso de los suboficiales del Ej¨¦rcito de Tierra; modificaci¨®n de la edad de retiro de los oficiales de las escalas auxiliares y de los suboficiales del Ej¨¦rcito de Tierra; modificaci¨®n de la estructura del cuerpo de suboficiales especialistas del mismo Ej¨¦rcito, y sobre el personal militar muerto o desaparecido en el territorio del Sahara, al que se le atribuye unas pensiones.
La situaci¨®n de desbandada general que actualmente viven las Cortes de Franco (unos pro curadores dimiten, otros preparan su campa?a electoral, otros contin¨²an practicando el absentismo hasta el final) dio lugar a que se registraran pocas intervenciones de los enmendantes y escasas presencias incluso de los ponentes. El refuerzo de un general y dos comandantes enviados como asesores por la Administraci¨®n, anim¨® algo los debates. Uno de los ponentes, Mat¨ªas Prats -cuya inconfundible voz, que rememora glorias pasadas y que debi¨® compensar a los procuradores que no pudieron ver el partido de f¨²tbol que se televisaba ayer-, coment¨® que tales asesores estaban haci¨¦ndo un ejercicio v¨¢lido ?para cuando las leyes permitan a los militares intervenir en pol¨ªtica?. (Escuchaban estas palabras, entre otros procuradores, los tenientes generales Barroso, Campano, De la Torre, P¨¦rez Vi?eta y Villaescusa -este ¨²ltimo actu¨® despu¨¦s como ponente-).
Las reclamaciones de los maestros armeros
La mayor parte de la sesi¨®n estuvo dedicada a lograr que los maestros armeros puedan lucir en la bocamanga del uniforme las dos estrellas de teniente. Varios procuradores, que pertenecen a Alianza Popular, pusieron el m¨¢ximo empe?o en ello, y de forma especial la se?orita M¨®nica Plaza (candidata a diputada por Palencia) y el se?or Puig Maestro-Amado. Tambi¨¦n los se?ores Hern¨¢ndez Navarro, Mart¨ªnez Emperador (n¨²mero dos para el Congreso por Madrid), Rivas Guadilla (candidato por Guadalajara) y otros, pusieron especial empe?o en lograrlo. La argumentaci¨®n se remontaba a los servicios prestados por los maestros armeros en la guerra civil y de entonces para ac¨¢. Lo que se ped¨ªa es que se les asimilara al empleo de teniente. Y se logr¨®.
Hab¨ªa algunas resistencias por parte de la Administraci¨®n y de alg¨²n procurador, que consideraba que tal graduaci¨®n corresponde a niveles universitarios.
Por lo dem¨¢s, los proyectos de ley se aprobaron con escasas modificaciones y pr¨¢cticamente por unanimidad, como en los mejores tiempos franquistas.
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