Entrevista con el presidente Giscard d'Estaing

P.: ?Ha tenido usted en Londres la impresi¨®n de que el Jap¨®n se compromete m¨¢s activamente que en las reuniones anteriores? ?Piensa usted que Estados Unidos ha buscado que el concierto occidental sea el de un acuerdo entre ellos Europa y el Jap¨®n, como lo preconiza desde hace tiempo la comisi¨®n trilateral?R.: S¨ª, al primer punto, no, al segundo. De Rambouillet a Londres, la participaci¨®n japonesa ha sido creciente. Pero no creo que el presidente Carter pretenda hoy por hoy una conjunci¨®n tripartita. La conferencia de Londres ha sido, de hecho un di¨¢logo entre Europa y Estados Unidos, con participaci¨®n del Jap¨®n...

P.: ?Cree usted, se?or presidente, que la URSS y los pa¨ªses del Este van a tomar parte en las acciones proyectadas: ayuda financiera, fondos integrados, estabilizaci¨®n de los precios de materias primas, desarrollo econ¨®mico, y si as¨ª fuera, bajo qu¨¦ forma lo har¨ªan?

R.: En la primera reuni¨®n de la Conferencia Econ¨®mica Internacional, yo hab¨ªa indicado que esta participaci¨®n de los pa¨ªses socialistas me parec¨ªa fundamental. En Mosc¨² he dicho a los dirigentes sovi¨¦ticos que les tendr¨ªamos informados del desarrollo de la conferencia. Creo que es necesario ver actualmente bajo que forma puede ser planteada la participaci¨®n de esos pa¨ªses. La Uni¨®n Sovi¨¦tica dispone, como todo el mundo sabe, de recursos considerables y diversificados. La Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana es la s¨¦ptima potencia industrial del mundo. ?Por qu¨¦ va a estar al margen de las acciones que se decidan?

P.: ?Considera usted una gran desgracia pol¨ªtica que los pa¨ªses del Este no hayan recibido la ayuda del Plan Marshall hace treinta a?os. No ser¨ªa tambi¨¦n una gran posibilidad perdida si no participan con Europa Am¨¦rica y el Jap¨®n en la ayuda al Tercer Mundo?

R.: Estoy de acuerdo. Pr¨®ximamente hablar¨¦ de ello con Brejnev...

P.: ?Una eventual victoria del programa com¨²n en Francia provocar¨ªa un repliegue sobre el Hex¨¢gono, es decir, una forma de autarqu¨ªa?

R.: Seguramente s¨ª. La aplicaci¨®n del programa com¨²n ser¨ªa un desastre para los destinatarios de la ayuda financiera al desarrollo. La zona del franco no resistir¨ªa. Estoy convencido que nuestros compa?eros de la zona del franco no se dejar¨ªan arrastrar sin protestar en la inevitable depreciaci¨®n de nuestra moneda, que es tambi¨¦n la suya. Ahora bien, el mecanismo de la zona del franco es uno de los que han contribuido mejor a resolver los problemas de ciertos pa¨ªses en desarrollo. La segunda consecuencia, revelada por las cifras de ese programa, ser¨ªa que nuestra ayuda no podr¨ªa aumentarse, lo que significar¨ªa un repliegue de la pol¨ªtica de solidaridad de Francia.

P.: ?Qu¨¦ medidas le parece que deben tomar los pa¨ªses industrializados para que su d¨¦ficit frente a los pa¨ªses de la OPEP no perjudique a los pa¨ªses no petroleros del Tercer Mundo?

R.: El freno de nuestras exportaciones hacia los pa¨ªses del Tercer Mundo, que compran para consumir o para invertir, no ser¨ªa una soluci¨®n, pues de ello resultar¨ªa una baja de su nivel de vida. Las transferencias son, pues, necesarias. Vamos a transferir mil millones de d¨®lares suplementarios. La OPEP.

27 mayo