Se pierden 730 millones de jornadas laborales por alcoholismo
Cada espa?ol consume doce litros anuales de alcohol puro -cifra equivalente al consumo de los ciudadanos norteamericanos-, traduci¨¦ndose esta cifra en los 36.000 heridos en carretera y 150.000 accidentes laborales que cada a?o tienen su origen en el alcohol. Las jornadas laborales perdidas por la misma causa son del orden de 730 millones, y la cantidad perdida en la producci¨®n, de 20.000 millones de pesetas. Estos son algunos de los datos facilitados por el investigador Josep Laporte Salas, catedr¨¢tico de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, hechos p¨²blicos en el boletin de junio de la fundaci¨®n Juan March.
El consumo per c¨¢pita de bebidas alcoh¨®licas de los espa?oles equivale al consumo de los norteamericanos. Precisamente en aquel pa¨ªs, el consumo de alcohol aument¨® en un 26 % entre los a?os 1960 y 1970. Se sabe que, con una poblaci¨®n de m¨¢s de doscientos millones de habitantes, ingieren bebidas alcoh¨®licas unos 95 millones de ciudadanos, de los cuales un 10 %, es decir, casi diez millones de personas, es alcoh¨®lico. Parecido es el caso de Gran Breta?a y Francia, batiendo este ¨²ltimo pa¨ªs el r¨¦cord mundial de consumo de alcohol, equivalente a treinta litros de alcohol absoluto por habitante y por a?o. El costo que esto supone para la econom¨ªa francesa, teniendo en cuenta la p¨¦rdida de producci¨®n que el alcohol ocasiona, aparte de las muertes, se estima entre los 2.400 y los 8.800 millones de francos por a?o.Unos cient¨ªficos que Investigaron el problema del alcohol en Gran Breta?a, Zacune y Hensman, subrayan lo curioso de las contradicciones sociales humanas, afirmando que ?un mismo pa¨ªs (Gran Breta?a) gasta 2.000 millones de libras anuales en beber alcohol, recauda novecientos millones de libras en impuestos sobre estas ventas y dedica m¨¢s de veinte millones en publicidad de las bebidas alcoh¨®licas y de los placeres de las tabernas. Su consumo de licores aumenta. El mismo pa¨ªs -su mano izquierda ignora por completo lo que hace la derecha- admite en el hospital 7.000 alcoh¨®licos cada a?o, algunos de ellos en diecisiete centros especializados, detiene anualmente m¨¢s de 80.000 personas por embriaguez, acepta que m¨¢s del 40 % de su poblaci¨®n encarcelada y un 60 % de sus vagabundos tengan problemas graves con el alcohol y extiende 30.000 denuncias anuales a conductores borrachos, mientras el pa¨ªs tiene 80.000 trabajadores en la industria de la cerveza y la destilaci¨®n de licores y existen 125.000 puestos de venta de bebidas alcoh¨®licas autorizados ... ?.
?Por qu¨¦ esa contradicci¨®n? Especialistas en cuestiones sicosociales consideran que el problema del alcohol y las otras drogas est¨¢ mal afrontado. Se trata de un tema que no est¨¢ suficientemente comprendido ni estudiado. Los investigadores en la materia se limitan a poner al d¨ªa sus datos y cifras.
Lo que subyace debajo, seg¨²n estos expertos, es un planteamiento poco cient¨ªfico ante el tema. Los l¨ªderes y responsables de los grupos s¨®lo toman datos pol¨ªticos y econ¨®micos de la realidad, pero no se analiza en profundidad la din¨¢mica institucional que da origen a los conflictos.
Si se atiende al hecho de que los porcentajes de neur¨®ticos, enfermos mentales y personas desajustadas emocionalmente suman cerca del 60 % de la poblaci¨®n, el alcohol, como las otras drogas, es un intento de autocuraci¨®n y autodestrucci¨®n, al mismo tiempo. Un intento de compensar esos desajustes emocionales producidos por estas sociedades. Salir, por tanto, de la epidemia alcoh¨®lica o de las otras, s¨®lo ser¨ªa posible desde planteamientos cient¨ªficos de la sanidad mental que chocar¨ªan con las ideolog¨ªas pol¨ªticas y econ¨®micas.
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