El funcionamiento del PC franc¨¦s provoca tensiones internas

El funcionamiento interno del Partido Comunista Franc¨¦s (PCF), basado, como se sabe, en el ? centralismo democr¨¢tico?, parece haberse constituido otra vez en la causa de un nuevo malestar en un sector importante de sus 500.000 militantes. El problema se remonta a la ¨¦poca de Maurice Thorez, fundador y primer secretario general del PCF, quien ya tuvo que enfrentarse a un grupo de orientaci¨®n ?liberal?, cuya ?rebeli¨®n? pod¨ªa, a su juicio, conducir al partido ?hacia la socialdemocracia ?. A partir de mayo de 1968, el viento de la libertad interna empez¨® a soplar con m¨¢s fuerza en el PCF, y hoy entre los contestatarios figuran hombres como el fil¨®sofo Louis Althuser, cuya actitud cr¨ªtica ante la conducci¨®n partidaria ha provocado grandes revuelos en los medios comunistas de Francia y de todo el continente.El nuevo ?malestar? de no pocos militantes comenz¨® a manifestarse el a?o pasado, cuando el secretario general, Georges Marchais, anunci¨® que el PCF abandonar¨ªa la doctrina de la ?dictadura del proletariado?. Hace dos meses, Marchais declar¨® tambi¨¦n que su partido ya no se opondr¨ªa radicalmente a la elecci¨®n del Parlamento Europeo por sufragio universal, tal como propone el presidente Giscard d'Estaing. Finalmente, el l¨ªder comunista indic¨® que el PCF renunciaba a su tradicional oposici¨®n a la existencia en Francia de una fuerza nuclear ?disuasoria?.

Durante las ¨²ltimas semanas, el grupo de militantes descontentos ha empzado a expresar su desacuerdo en los ¨®rganos period¨ªsticos del partido. ?Se han reemplazado -dicen- la discusi¨®n y la informaci¨®n por los hechos consumados.? No obstante, tanto los dirigentes como quienes reclaman m¨¢s ?flexibilidad interna? se?alan que nadie discute el principio del ?centralismo democr¨¢tico?. De lo que se trata -aseguran- es de ?democratizar? los mecanismos de la direcci¨®n en lo que se refiere a la elaboraci¨®n de su pol¨ªtica y al proceso de decisi¨®n y ejecuci¨®n.

Recientemente, Althuser explic¨® en un art¨ªculo: ?No se intenta crear tendencias organizadas (dentro del partido), pero tampoco se desea el centralismo burocr¨¢tico.? Un militante consultado ayer por EL PAIS resumi¨® el asunto con las siguientes palabras: ?Nos encontramos ante un problema real y de gran actualidad. El PCF se est¨¢ convirtiendo en un partido de masas; con otro funcionamiento interno, nos acercar¨ªamos m¨¢s a las' dimensiones del Partido Comunista Italiano, que cuenta con casi dos millones de militantes. Pero no hay que exagerar, el stalinismo ha pasado ya a la historia en el PCF, en este momento no hay exclusiones ni censuras. Lo ¨²nico necesario -y urgente- es establecer un punto de equilibrio entre la eficacia pr¨¢ctica del centralismo y las discusiones, a veces bizantinas, de la democracia.?