Liberados los rehenes de los surmoluque?os
Un ataque sorpresa de la aviaci¨®n y la infanter¨ªa de marina, a las 4,54 de la madrugada del s¨¢bado, puso fin al secuestro de 55 pasajeros en un tren y a cuatro profesores en una escuela, quienes, desde hace veinte d¨ªas, eran retenidos por dos grupos de nacionalistas moluque?os. Ocho muertos, seis moluque?os y dos holandeses, es el tr¨¢gico resultado, de la operaci¨®n ordenada por el Gobierno holand¨¦s, Ram¨®n Vilar¨® narra desde La Haya la operaci¨®n sorpresa.
Joop den Uyl, primer ministro holand¨¦s, consider¨® como un fracaso el haber tenido que recurrir a la violencia en su declaraci¨®n difundida por la radio a la media hora del asalto al tren en Assen y la escuela en Bovensmilde. Con voz temblante y sensiblemente emocionado Den Uyl dijo que la intransigencia de los terroristas oblig¨® a la acci¨®n.La reacci¨®n de la colonia moluquena , principalmente los j¨®venes que reclaman una intervenci¨®n del Gobierno de La Haya para recuperar la independencia de las islas Molucas del Sur, hoy gobernadas por Indonesia, hacen temer en Holanda que el tr¨¢gico secuestro no ser¨¢ m¨¢s que una etapa en las acciones violentas desencadenadas por los nacionalistas moluque?os.En varias localidades del noreste holand¨¦s, escenario de los sucesos, la colonia moluque?a- cifrada en unas 40.000 personas- ha sacado banderas de la Rep¨²blica de las Molucas del Sur, a los pocos minutos de conocerse el resultado del ataque al tren y la escuela. Las banderas ondean a media asta, en honor de los combatientes muertos en el tren.Las autoridades holandesas temen que pueda haber reacciones violentas en cualquier momento. Mantienen un fuerte potencial de fuerzas del orden en Assen y Bovensmilde. En La Haya la polic¨ªa rodea Ministerios y otros edificios p¨²blicos. Hay peligro de una escalada de racismo entre holandeses y moluque?os.Cinco minutos de ataque para liberar a los rehenes El fracaso de las negociaciones entre moluque?os y autoridades, en la jornada del viernes, indujo a pensar lo peor: una intervenci¨®n armada, como ¨²nica posibilidad de ep¨ªlogo al doble secuestro en el tren y en la escuela. Todo empez¨® en la ma?ana del lunes, 23 de mayo, cuando dos grupos de nacionalistas moluque?os secuestraron el tren Groningen-La Haya y 105 ni?os en una escuela de Bovensmilde.
Despu¨¦s de muchas negociaciones los secuestradores aceptaron liberar a los ni?os y a dos mujeres embarazadas que se encontraban en el tren. La t¨¢ctica del Gobierno holand¨¦s de ganar tiempo hab¨ªa dado sus resultados en los anteriores secuestros moluque?os, en diciembre de 1975, cuando se apoderaron de un tren en Beilen y de varios rehenes en el consulado de Indonesia en Amsterdam. Seg¨²n testimonios de enviados especiales de la prensa holandesa y agencias internacionales que presenciaron el ataque, todo ocurri¨® muy r¨¢pido.
Seis aviones ?Starfighter? del ej¨¦rcito holand¨¦s sobrevolaron a una altura de cinco metros del tren, lanzado bombas de humo. En seis segundos treinta soldados de la infanter¨ªa de marina, cubiertos por el fuego de ametralladoras de otros soldados, lograban derribar las puertas del tren, mediante cargas explosivas, y penetrar en el interior. Los secuestradores moluque?os reunidos en la m¨¢quina del tren respond¨ªan al ataque. Un tiroteo entre ?marines? y terroristas conclu¨ªa con la muerte de seis moluque?os. Dos rehenes, una joven de veinte a?os y un hombre de cuarenta, mor¨ªan tambi¨¦n v¨ªctimas del tiroteo. Simult¨¢neamente al ataque del tren otro grupo de treinta marines asalt¨® la escuela de Bovensmilde. Los secuestradores moluque?os fueron sorprendido en su sue?o. No hubo v¨ªctimas. Lo tres maestros y una maestra fueron liberados.
Un problema pol¨ªtico y racial
Las primeras reacciones de la opini¨®n p¨²blica holandesa son favorables a la acci¨®n de Gobierno. Consideran que veinte d¨ªas de secuestro era un tiempo suficiente para llegar a un compromiso de liberaci¨®n sin incidentes. Durante tres semanas hicimos todo lo posible, para evitar esa acci¨®n y llegar a una soluci¨®n por medio de la paciencia y la negociaci¨®n. No ten¨ªamos otra salida, dijo Den Uyl, en una conferencia de prensa celebrada en La Haya, al t¨¦rmino de un consejo de ministros extraordinario.El Gobierno desea, por encima de los terribles acontecimientos de estas semanas, restablecer la seguridad de todos, concluy¨® el primer ministro, encargado de formar nuevo Gobierno, despu¨¦s de la victoria electoral de su partido socialista en las elecciones del pasado 25 de mayo. Las reacciones oficiales de la mayor¨ªa de l¨ªderes moluque?os son moderadas. El presidente en el exilio de la Rep¨²blica de las Molucas del Sur, Manusuma, declar¨® en la televisi¨®n que habr¨ªa hecho lo mismo, como presidente de mi pa¨ªs. Lament¨® las v¨ªctimas, de uno y otro lado, y dese¨® que la tr¨¢gica situaci¨®n sirva de ejemplo para curar las llagas conjuntamente.Los j¨®venes nacionalistas moluque?os acusan directamente al Gobierno holand¨¦s del asalto armado al tren y anuncian abiertamente que continuar¨¢n su lucha. Todo el mundo teme una espiral de la violencia, particularmente en la zona noreste de Holanda, donder de el n¨²cleo de la colonia moluque?a. Como reacci¨®n pol¨ªtica al drama hay que destacar que un portavoz de la embajada de Indonesia en La Haya se felicit¨® por la liberaci¨®n de los rehenes. Concluy¨® diciendo que esperamos que no habr¨¢ nuevas acciones de moluque?os.
Indonesia es parte interesada en los hechos. Desde 1949 ejerce su soberan¨ªa en el archipi¨¦lago de las islas Molucas del Sur. Los j¨®venes moluque?os, nacidos en Holanda y que nunca han conocido su pa¨ªs de origen, se apoyan en una promesa formulada por el Gobierno holand¨¦s a sus padres -que combatieron al lado de los holandeses contra los indonesios durante la colonizaci¨®n de Indonesia por Holanda- de conceder la independencia de las islas Molucas del Sur. Ah¨ª est¨¢ el fondo del problema pol¨ªtico, origen de varias acciones violentas desde hace cinco a?os, por parte de los j¨®venes nacionalistas moluque?os residentes en Holanda.
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