Organistas del XVII
Organistas espa?oles del siglo XVII: Pablo Bruna. Colecci¨®n ?Monumentos hist¨®ricos de la M¨²sica Espa?ola? del Servicio de Publicaciones del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia. MEC 1014.Hay que afirmar, una vez m¨¢s, que la m¨²sica espa?ola para teclado, la vieja m¨²sica hisp¨¢nica (l¨¦ase siglos XVI, XVII, y XVIII), constituye uno de los mayores tesoros espirituales de este pa¨ªs. Y dentro de ella, por razones hist¨®ricas f¨¢cilmente explicables, la m¨²sica organistica brilla con el m¨¢ximo esplendor.
Un disco conteniendo piezas para ¨®rgano espa?olas del siglo XVII es casi garant¨ªa infalible de buena m¨²sica. Si el compositor se llama Pablo Bruna, la seguridad de lo bueno se hace total.
Ya entre sus contempor¨¢neos goz¨® de fama extraordinaria este organista y compositor aragon¨¦s (1611-1679). El can¨®nigo de la Colegial de Daroca, Rodr¨ªguez y Martel, en el manucristo Antig¨¹edad c¨¦lebre de la Santa Iglesia Colegial de Santa Mar¨ªa la Mayor de Daroca (1675), titula su rese?a acerca de Bruna con el ep¨ªgrafe Organista que hoy hay, pocos mejores. Y a?ade m¨¢s adelante: cumple solamente con la obligaci¨®n de ta?er el ¨®rgano, y bien ta?ido, que dudar¨¦ en toda Espa?a ni Europa se ta?a mejor; no parecer¨¢ exageraci¨®n a quien conozca a Pablo Bruna, conocido com¨²nmente por el ?ciego de Daroca?, de quien es natural, d¨¢ndole la habilidad de este sujeto mucha gloria.
Poco despu¨¦s de la muerte del compositor, el licenciado Crist¨®bal N¨²?ez Qu¨ªlez en sus Antig¨¹edades de la nobil¨ªsima ciudad de Daroca (1691) lanza este hermoso elogio: ¨²ltimamentefue hijo de ella (de Daroca) aquel r¨ªo caudaloso de m¨²sica, insondable por su profundidad, Pablo Bruna. Y cuenta all¨ª c¨®mo el rey Felipe IV, en sus viajes a Zaragoza, sol¨ªa detenerse en Daroca para escuchar al insigne maestro t¨¢?er en el ¨®rgano de la Colegial, uno de los mejores de Espa?a por entonces.
Hoy podemos asegurar, por la obra conocida de Bruna, que s¨®lo hubo en su tiempo, en Espa?a, dos organistas que pudieran compar¨¢rsele: Francisco Correa de Arauxo y Sebasti¨¢n Aguilera de Heredia.
El music¨®logo aragon¨¦s Pedro Calahorra, autor del complet¨ªsimo texto explicativo que antecede al disco, indica con precisi¨®n las fuentes conocidas de la obra del ciego de Daroca: la Biblioteca Central de Barcelona, la Biblioteca Nacional de Madrid, la del monasterio de El Escorial, la Municipal de Oporto, y una privada de Felanitx (Mallorca).
El int¨¦rprete de esta grabaci¨®n, el padre Juli¨¢n Sagasta, ha transcrito la mayor¨ªa de las obras que figuran en el disco, directamente de manuscritos de las citadas bibliotecas. Algunos tientos ya hab¨ªan sido transcritos por Higinio Angl¨¦s. Por cierto, el padre Angl¨¦s dudaba de la ceguera de Bruna antes de conocer la documentaci¨®n probatoria de ¨¦sta, pues seg¨²n ¨¦l, algunas de sus piezas son tan geniales y ofrecen tanta dificultad para un ciego, que hubiera debido dictarlas a sus disc¨ªpulos, a fin de que las escribieran sobre el papel, lo que consideramos muy dif¨ªcil, por no decir imposibles. El padre Sagasta, organista principal de la bas¨ªlica de Santa Mar¨ªa la Mayor en Roma, trabaja en la edici¨®n de las obras completas de Pablo Bruna, y, como experto en la vieja m¨²sica de cifra espa?ola, nos ofrece en este disco adem¨¢s de unas espl¨¦ndidas interpretaciones, una serie de piezas nunca grabadas del gran maestro.
El organista guipuzcoano ha contado con un formidable instrumento. El ¨®rgano de la iglesia del Socorro de los padres agustinos de Palma de Mallorca, de fines del siglo XVII, restaurado recientemente por el organero alem¨¢n Gerhard Grenzing. La m¨²sica de Bruna, tan genialmente representativa de la severa tradici¨®n espa?ola del canto llano, alcanza en ¨¦l su m¨¢s puro, aut¨¦ntico sonido.
Un maravilloso Tiento de falsas de segundo tono que figura en la cara b del disco es la mejor prueba de cuanto antecede. Int¨¦rprete, instrumento, toma de sonido, grabaci¨®n, son los m¨¢s adecuados. Si a ello a?adimos la completa documentaci¨®n que acompa?a al disco y su excelente presentaci¨®n no dudaremos en recomendarlo a todos los amantes de nuestra m¨²sica.
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