Final popular

Los dos equipos que probablemente reunen mayores simpat¨ªas -o menos inquinas- en todo el territorio nacional son el Athletic y el Betis. Los dos acuden esta tarde a dirimir la Copa en el Manzanares, escenario que se qued¨® chiquito con el anuncio del encuentro. La primera final de la democracia enfrenta a los mismos clubs que jugaron la primera final de la Rep¨²blica. Habr¨¢ en los grader¨ªos m¨¢s ?aberri eguna? que romer¨ªa porque las entradas han llegado en mayor n¨²mero a Bilbao, pero habr¨¢ dos aficiones sanas que sabr¨¢n intercambiar sus puntos de vista con nobleza y alegr¨ªa. La final es siempre, pese al derrotado, una gran fiesta general.

Si el Athletic ha sido el equipo espa?ol m¨¢s regular y brillante de la presente campa?a, incluso a nivel internacional, el Betis ha sabido ser en la Liga un equipo con virtudes suficientes para estar entre ?os mejores. Su clasificaci¨®n para la final es la consecuencia l¨®gica de una campa?a bien llevada; curiosamente de la mano del vasco Iriondo.

El partido a nivel emocional puede tener una circunstancia muy especial; podr¨ªa darse el caso de que esta fuera la ¨²ltima final de Ir¨ªbar. Aunque s¨®lo fuera por esta raz¨®n merecer¨ªa la pena acudir al partido. Favorito, como siempre, el Athletic.

De esta final habr¨¢ que pedir cuentas a la Federaci¨®n, porque ha dejado fuera de taquillas unas 9.000 entradas. Veremos quien paga esos dineros que en sus partes proporcionales corresponden a los finalistas, al propietario del campo y a la propia Federaci¨®n. Que se explique qu¨¦ se ha hecho de esas localidades. Los regalos, por cuenta propia.