RTVE ante una maniobra

UN RUMOR bien fundado (v¨¦ase p¨¢gina 22) asegura que el actual Gobierno pondr¨¢ en pr¨¢ctica, antes de cesar, un proyecto de reforma de RTVE tomando como pretexto para esos cambios la pr¨®xima disoluci¨®n del Ministerio de Informaci¨®n y Turismo. Ante todo hay que decir que no ser¨ªa bueno que el Gobierno cediera a la tentaci¨®n de reorganizar jur¨ªdicamente los medios audiovisuales del Estado casi por sorpresa y sin intervenci¨®n de las Cortes electas: ser¨ªa una forma de marginar a ¨¦stas en un asunto trascendental para la sociedad espa?o.la.Seg¨²n el proyecto conocido, la actual RTVE quedar¨ªa desmembrada en varias empresas, que adoptar¨ªan la forma de sociedades an¨®nimas. Algunas de estas sociedades podr¨ªan contar con una participaci¨®n, de capital privado hasta del 25%.

Esta privatizaci¨®n parcial del organismo radiotelevisivo estatal ser¨ªa dif¨ªcil de realizar correctamente y dejar¨ªa las puertas abiertas a situaciones irregulares. Al no establecerse criterios para la valoraci¨®n de sus bienes, queda abierta la posibilidad de justiprecios arbitrarios en beneficio de los posibles -y hasta hoy desconocidos- capitalistas privados.

Conocido el nepotismo que ha prevalecido en los aleda?os de nuestra televisi¨®n, hay'que ponerse tambi¨¦n en guardia ante la creaci¨®n de los consejos; de administraci¨®n de cada una de estas sociedades y su secuela de puestos directivos. Podr¨ªa producirse un reparto de prebendas entre los adictos, con dem¨¦rito de la calidad t¨¦cnica e informativa.

Existe tambi¨¦n el problema de los actuales trabajadores de RTVE. Y el riesgo de que qu¨ªenes sean despedidos por.las futuras empresa s privadas pierdan. todos sus derechos en RTVE.

Pero, con todo, lo m¨¢s preocupante del proyecto seria su capacidad para frenartoda posible democratizaci¨®n de la futtira televisi¨®n. Ello parece claro a la vista de los organismos rectores que se establecen: patronato, comit¨¦ ejecutivo y director general.

La televisi¨®n es el medio m¨¢s poderoso para informar, ense?ar y sensibilizar a los espa?oles sobre los grandes temas de la vida colectiva. Pero hasta ahora, nuestra televisi¨®n ha sido frecuentemente un instrumento de alienaci¨®n masiva en el que la baja calidad iba unida a la m¨¢s descarada parcialidad pol¨ªtica.

La reforma de la televisi¨®n debe ser una de las tareas prioritarias de las Cortes ya electas. Por eso, un sector a caballo entre la pol¨ªtica oficial y los intereses privados quiere adelantarse y cambiar antes, aprisa y corriendo, y en su propio beneficio, la situaci¨®n.