Presidenta de mesa

En las elecciones del d¨ªa 15 me toc¨® ser presidenta de una mesa electoral situada en el colegio de los jesuitas de Chamart¨ªn. Para conocimiento de la opini¨®n p¨²blica, desear¨ªa comunicar los siguientes hechos y precisiones:Que ante mi extra?eza no fue enviada ning¨²n tipo de informaci¨®n sobre el procedimiento, obligaciones y deberes que, como presidenta, me correspond¨ªan saber con anterioridad al d¨ªa 15 de junio.

Que una vez en el colegio electoral, a las ocho de la ma?ana, conoc¨ª a los adjuntos de mesa, a los suplentes e interventores de los distintos partidos, as¨ª como a la presidenta de otra mesa del mismo colegio electoral. El agente municipal nos dio a ambas presidentas sendas carpetas con los censos, actas de constituci¨®n y efectos de escritorio, que inclu¨ªan un papel para precintar las urnas, que deb¨ªa ser pegable, pero que no lo era. El adjunto segundo de mesa -un jesuita de la casa- mand¨® llamar a un empleado,que procedi¨® a cerrar las urnas con alambre. Quiero resaltar que en esa carpeta que me fue entregada a las 8.30 de la ma?ana, se inclu¨ªa tambi¨¦n un folleto con normas a seguir por los presidentes en esa jorada electoral. Poco tiempo es media hora para informar, y a ello me puse con voracidad cuando mi compa?era de secci¨®n me pidi¨® el folleto porque en su carpeta no se hallaban las deseadas normas...

A pesar de la prisa con que ambas nos enter¨¢bamos de nuestras obligaciones, nos dio tiempo a saber reaccionar cuando un interventor de un partido de izquierdas hizo saber que faltaban las papeletas de una candidatura de an¨¢loga ideolog¨ªa. Procedi en consecuencia y, a pesa¨ªde las gestiones realizadas con la Junta Electoral Provincial y con el agente municipal, el tiempo pasaba. Dos electores, penetraron en el recinto expresando su indignaci¨®n y su deseo de protestar notarialmente por el retraso, ampar¨¢ndose en la suposici¨®n de que se deb¨ªa a un boicot de la izquierda, ya que -seg¨²n ellos- ¨¦sta sab¨ªa que en ese colegio saldr¨ªa ganadora la derecha y se quer¨ªa cansar al electorado. En vista de la actitud firme que adoptamos las dos presidentas, uno de los interventores de Alianza Popular se ofreci¨® a pedir prestadas en un colegio cercano las papeletas que faltaban. As¨ª fue, en efecto, y se pudo empezar la votaci¨®n a las 10.35 de la ma?ana. Sin embargo, AP present¨® protesta por escrito por el retraso del comienzo de la votaci¨®n. A las 16 horas un elector advirti¨® que en algunos sobres correspondientes al Congreso se hallaban depositadas las papeletas correspondientes a Alianza Popular. Se revisaron los sobres y se encontraron 88 en tales condiciones.

Quiero resaltar la colaboraci¨®n de los componentes de la mesa y en especial la de los jesuitas, que cedieron la fotocopiadora de la casa para hacer cuantas copias de las actas fueron solicitadas.

En ning¨²n momento las naturales discrepancias ideol¨®gicas de los interventores turbaron una convivencia responsable y respetuosa de las, para m¨ª, primeras dieciocho horas democr¨¢ticas de mi vida.