Famac¨¦uticos y Seguridad Social

El d¨ªa 29 de este mes, si alguien no lo remedia, los sufridos afiliados a la Seguridad Social, pagaremos, una vez m¨¢s, los platos rotos por quienes ocupan posiciones de privilegio en la gran merienda afro-nacional. Me refiero, naturalmente, a los farmac¨¦uticos y al INP.Aunque no conozco exactamente la cuant¨ªa de los m¨¢rgenes comerciales que tienen autorizados los farmac¨¦uticos, s¨ª tengo noticia de que son bastantes altos (pese a la congelaci¨®n). No ignoro, sin embargo, que a pesar de lo elevado de estos m¨¢rgenes, hay farmacias que no proporcionan grandes ingresos a sus titulares, y que, por el contrario, otras los tienen fabulosos, a juzgar por los signos externos de sus due?os. Ahora bien, de estas diferencias se puede sacar por consecuencia la necesidad de una reestructuraci¨®n, de una socializaci¨®n quiz¨¢, pero no de un aumento de los m¨¢rgenes comerciales (obviamente, la no reducci¨®n que piden los farmac¨¦uticos se puede considerar como un aumento) que repercutir¨ªa, ciertamente, elevando a las farmacias m¨¢s modestas, pero tambi¨¦n haciendo a¨²n m¨¢s desorbitados los beneficios de las otras.

Y entiendo que ahora que caminamos hacia una sociedad m¨¢s justa, es iniprescindible que comencemos a averiguar esa correlaci¨®n ideal que debe de existir entre remuneraci¨®n y servicio que se presta a cambio. Es decir, habr¨¢ que estudiar unos m¨¢rgenes comerciales farmac¨¦uticos que sirvan para la obtenci¨®n de una moderada (no olvidemos los aires de la nueva Espa?a), renta del capital funcional invertido y para la amortizaci¨®n de los gastos de explotaci¨®n. Lo que no puede admitirse es aplicar al margen comercial normal un tanto de aumento en funci¨®n de la titularidad universitaria del profesional farmac¨¦utico. Y digo que no puede admitirse porque considero evidente que para despachar un preparado espec¨ªfico debidamente etiquetado no es necesaria una formaci¨®n superior.

Tanto es as¨ª que, normalmente quienes atienden al p¨²blico en las denominadas oficinas de farmacia suelen ser auxiliares sin titulaci¨®n alguna, y este hecho me hace pensar en una secilla soluci¨®n. ?Por qu¨¦ no es la propia Seguridad Social, en sus ambulatorios, quien expida los medicamentos que receten sus m¨¦dicos? Quiz¨¢ la soluci¨®n no sea, en realidad, tan sencilla, pero indudablemente resultar¨ªa extraordinariamente econ¨®mica al INP, que dispondr¨ªa de una cantidad adicional para atender m¨¢s dignamente a sus asegurados.