Inquietud en Gran Breta?a por la venta de los peri¨®dicos del grupo Beaverbrook
La venta de los peri¨®dicos del grupo Beaverbrook a una empresa ajena al mundo de la informaci¨®n brit¨¢nica ha sido bienvenida, porque salva publicaciones importantes condenadas al fracaso y al cierre, pero ha sido contemplada con sospecha en algunos sectores period¨ªsticos, que ven en estas transacciones una amenaza a la independencia informativa.
Los peri¨®dicos del grupo Beaverbrook son Daily Express, Sunday Express y Evening Standard. Los ha comprado Trafalgar House, la compa?¨ªa que, entre otras propiedades, posee los barcos de la Cunard Line y el hotel Ritz, de Londres, por una cantidad cercana a los catorce millones de libras, unos 1.600 millones de pesetas.La empresa que controlaba las publicaciones ten¨ªa p¨¦rdidas cercanas a los dos millones de libras anuales, especialmente desde que el Daily Express, el m¨¢s representativo del grupo, comenz¨® a perder tirada. En 1960 este diario vend¨ªa m¨¢s de cuatro millones de ejemplares; en 1975 lleg¨® a vender 2.750.000, y en 1976 su d¨¦ficit fue de m¨¢s de mill¨®n y medio de libras. Este a?o la tirada ha descendido por debajo de los dos millones de copias.
En estas circunstancias, Beaverbrook, una de las empresas m¨¢s populares de Fleet Street, intent¨® ganar al lector joven, convirtiendo a un diario de amplio formato, un elemento de lectura tradicional del conservador brit¨¢nico, opuesto al Mercado Com¨²n y orgulloso del car¨¢cter de ?cruzado del imperio?, cuya figura muestra el peri¨®dico en su cabecera, en una publicaci¨®n tabloide que pretend¨ªa acercarse, desde su car¨¢cter de ?diario de calidad?, al resto de la prensa popular, de gran ¨¦xito en el pa¨ªs.
La crisis del grupo, que fue fundado por el legendario Lord Beaverbrook, un firme creyente en el imperio, atacante furibundo del Mercado Com¨²n y un componente del Gabinete de guerra de Churchill en los a?os cuarenta, no pudo resolverse dentro de Fleet Street, la calle con cuyo nombre se denomina en general a la empresa period¨ªstica brit¨¢nica. Lo mismo ocurri¨® con el Observer, el famoso semanario liberal, que el a?o pasado tambi¨¦n fracas¨® en su intento de sobrevivir dentro d¨¦ los medios de la fundaci¨®n period¨ªstica que lo manten¨ªa. Al Observer lo rescat¨® una compa?¨ªa petrol¨ªfera americana, con intereses en el mar del Norte.
El director de Trafalgar House, V¨ªctor Matthews, un nuevo magnate de la prensa, de cincuenta y siete a?os ha salido al paso de las sugerencias. Los tres peri¨®dicos de Beaverbrook van a seguir circulando y conjuntamente podr¨ªan dar en el futuro pr¨®ximo hasta diez millones de libras de beneficios. Seguir¨¢n defendiendo la politica conservadora -Trafalgar House entreg¨® hace poco 25.000,libras al partido de Margaret Thatcher para ayudar a que se constituyera en ?una oposici¨®n viable?-, apoyar¨¢n las teor¨ªas capitalistas y resistir¨¢n los intentos del laborismo de introducir la cogesti¨®n en las empresas. Cambiar¨¢n tambi¨¦n las viejas ideas de Beaverbrook sobre la CEE y har¨¢n que el Daily Express, sobre todo, juegue sin remilgos la carta de Europa para Gran Breta?a.
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