Pol¨¦mica autorizaci¨®n de una planta at¨®mica en la Rep¨²blica Federal de Alemania
Seg¨²n el portavoz gubernamental, el ministro liberal del Interior ha acordado la primera autorizaci¨®n parcial para la construcci¨®n de la central nuclear de Philipsburg, cerca de Stuttgart. Para importantes sectores del Partido Liberal esta decisi¨®n equivale a una provocaci¨®n, tras el debate mantenido sobre el tema hace cinco d¨ªas en la comisi¨®n directora del Partido Liberal (FDP), que concluy¨® en la formulaci¨®n de tres condiciones previas a nuevas autorizaciones de construcci¨®n.En el caso de Philipsburg estas tres condiciones no est¨¢n satisfechas. Para los c¨ªrculos gubernamentales el acuerdo firmado ¨²ltimamente con los franceses, que prev¨¦ la transformaci¨®n de basura radiactiva alemana en la planta de La Hague hasta 1995, justifica la decisi¨®n ministerial. Ocurre sin embargo que los residuos de esta transformaci¨®n ser¨¢n retransportados a la Rep¨²blica Federal.
La confrontaci¨®n podr¨ªa no limitarse s¨®lo al Partido Liberal. Durante la reuni¨®n de la comisi¨®n directiva del FDP, los tres ministros liberales se declararon contra las mencionadas condiciones, que equivalen a un moratorium en el desarrollo del plan at¨®mico de tres a?os. Su argumentaci¨®n fue que, como ministros, no pod¨ªan sentirse ligados a las decisiones de la comisi¨®n. Hacer constar su afirmada independencia s¨®lo cinco d¨ªas despu¨¦s y de esta manera, ha sentado. como una bofetada. Por lo que respecta al Partido Socialdem¨®crata (SPD), su uni¨®n en Baden-Wuerttemberg, donde se va a implantar la nueva central de Philipsburg, hab¨ªa adoptado en su ¨²ltimo congreso una resoluci¨®n equivalente a la de la comisi¨®n directiva del FDP. En unas declaraciones simult¨¢neas a la concesi¨®n del permiso de construcci¨®n, el presidente en este estado federal, Eppler, esperaba que no se tomaran decisiones bruscas a este respecto.
En el mismo estado, el tribunal administrativo de Freiburgo ha publicado ayer la justificaci¨®n de su sentencia contra la construcci¨®n de la central at¨®mica en Whyl. Como ya es sabido, el tribunal no hab¨ªa podido convencerse de que el peligro de explosi¨®n estuviera absolutamente excluido. Esta absoluta exclusi¨®n debe existir, dice el tribunal, porque aunque las posibilidades .sean remotas, los da?os y consecuencias ser¨ªan monstruosos. Esta sentencia est¨¢ enfrentada de todos modos a otra, dictada por el tribunal de Wuerzburg, quien est¨¢ envuelto en el mismo litigio y que respondi¨® negativamente. Para los partidarios de la decisi¨®n de Whyl el azar ha intervenido doblemente en su favor. Estad¨ªsticamente el peligro de explosi¨®n es estimado como del mismo orden que la coincidencia entre los n¨²meros premiados con el ?gordo? en las loter¨ªas holandesa y alemana. El caso, casi incre¨ªble, se ha presentado hace unas semanas.
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