EI Gobierno italiano estudia las normas para la autonom¨ªa regional
Mientras el Congreso de Diputados, convocado a primeras horas de la tarde de ayer, iniciaba el debate sobre el tan cacareado acuerdo program¨¢tico de los partidos, el Consejo de Ministros celebraba, al final de la tarde, una tercera reuni¨®n, para definir el problema de las regiones.El s¨¢bado al domingo pasado el primer ministro Giullo Andreotti, presidi¨® un Consejo de Ministros: durante dieciocho horas consecutivas, el m¨¢s largo de la historia de la Rep¨²blica. Se trata nada menos que de establecer las normas, ya fijadas por una comisi¨®n interparlamentaria, para realizar la descentralizaci¨®n del Estado. La ley fue preparada hace dos a?os y a falta de quince d¨ªas para su vencimiento constitucional el Gobierno tiene qu¨¦ pronunciarse. El riesgo es la descentralizaci¨®n o la destrucci¨®n del Estado.
Las correcciones y contrapropuestas aportadas por el Consejo de Ministros. delegado en este caso del Parlamento, volver¨¢n a ser examinadas hoy por la comisi¨®n interparlamentaria. Aunque el Gobierno tienda a quitarle drama al asunto, socialistas y comunistas est¨¢n a la que salta, y han dado se?ales de intransigencia. Los socialistas incluso pidieron ayer la cabeza del ministro de Industria, Carlo Donat Cattin, a fin de que el acuerdo program¨¢tico vaya a buen puerto.
Sobre el acuerdo concreto, la discusi¨®n, abierta por el reductor m¨¢s importante de la ?moci¨®n?, el vicesecretario democristiano Giovanni Galloni, no se anuncian ni se temen grandes batallas. Neofascistas, demonacionales, demoproletarios y radicales presentar¨¢n mociones de oposici¨®n. Para el viernes o s¨¢bado la discusi¨®n quedar¨¢ concluida, sin pasar al Senado, a fin de que, seg¨²n voluntad de la Democracia Cristiana, no revista la formalidad de un ?voto de confianza?.
El clima de la discusi¨®n es tenso y de sospecha, en particular respecto a la Democracia Cristiana, por dos razones muy simples, porque en el Senado acaba de pasar una ley sobre alquileres que favorece a los due?os m¨¢s que a los inquilinos y la Democracia Cristiana se ha aliado para ello con neofascistas y liberales, y porque de las correcciones de Andreotti a la ley sobre las regiones se teme o se sospecha que desvirt¨²en su eficacia reformadora.
La historia es sencilla. En el paso de la forma del Estado fascista al democr¨¢tico, despu¨¦s de cuarenta a?os, la Democracia Cristiana ha construido un poder pol¨ªtico electoral a base de muchas entidades p¨²blicas y asistenciales heredadas. De las 22.000 entidades in¨²tiles el Gobierno est¨¢ tratando de salvar lo que pueda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.