Londres: el director de una revista "gay", condenado por blasfemo
A nueve meses de prisi¨®n fue condenado ayer en Londres el director de la revista homosexual Gay News, por haber publicado un poema -El amor que se atrevi¨® a expresarse- considerado blasfemo contra Cristo. El poema relata experiencias homosexuales de Jesucristo, de acuerdo con la interpretaci¨®n que el autor da del testimonio del centuri¨®n romano que le acompa?¨® en la cruz.
Es la primera vez en medio siglo que se produce en Gran Breta?a un caso judicial por esta ofensa. David Lemon, el condenado, vivir¨¢ su per¨ªodo de condena en libertad provisional. ?Esta es una situaci¨®n muy peligrosa para un periodista?, ha comentado. S¨ª tuviera que cumplirla de hecho, la condena ser¨ªa similar a la que sufri¨® hace 56 a?os otro ?blasfemo?, John William Gott, que hizo trabajos forzados en prisi¨®n. En total, por haber publicado el poema, Lemon deber¨¢ paoar unas 1.500 libras (unas 160.000 pesetas). ?Digo que la m¨ªa es una condena peligrosa -coment¨® Lemon-, porque ahora mi revista y yo mismo, como periodista, estaremos bajo la sospecha de los tribunales de justicia.?Aparte de reafirmar el puritanismo religioso de sectores de brit¨¢nicos, el juicio sirvi¨® durante los ¨²ltimos nueve d¨ªas para converrir el Tribunal Supremo de Gran Breta?a en un gabinete literario en el que se discuti¨® sobre Coleridgae, Donne, Shelley y otros famosos poetas de la lengua ?notesa. aparte del propio autor del poema implicado, un profesor de literatura llamada James Kirkup.
En la ¨²ltima sesi¨®n del juicio cuando el jurado compuesto por siete hombres y cinco mujeres conden¨® por diez votos, contra dos a David Lemon, sali¨® a relucir Oscar Wilde, el gran poeta ingl¨¦s que sufri¨® prisi¨®n pr¨¢cticamente por ser homosexual.
Aunque en esta ocasi¨®n no se ha condenado la homosexualidad. sino la blasfemia, los movimientos de liberaci¨®n gay de Gran Breta?a han considerado que el proceso ha sido un ataque contra los homosexuales cuyas pr¨¢cticas ya no son ilegales en el Reino Unido.
Durante los d¨ªas del juicio ha habido leves manifestaciones de homosexuales, que han coexistido con las de cristianos ofendidos.
La revista y el poema han sid¨® defendidos en el juzgado por escritores muy conocidos y ampliamente respetados por la clase med¨ªa brit¨¢nica. Bernard Levin, un conservador que escribe en el Times y cuya opini¨®n tiene mucho peso en sectores de derechas de este pa¨ªs, y Margaret Drabble, una novelista traducida en Espa?a y notoria en Gran Breta?a por sus campanas en favor de disidentes sovi¨¦ticos, han hablado en favor de Gay News, que ha sido elogiado como ?un peri¨®dico escrito con dignidad y alta calidad intelectual?.
Mary Whitehouse, la popular defensora de la moralidad brit¨¢nica, con cuya asistencia se intent¨® prohibir hace dos a?os El ¨²ltimo tango en Par¨ªs, fue la que llev¨® el poema al juzgado.
La condena ha sorprendido porque, en efecto, la cuesti¨®n no era tan dram¨¢tica como la que se suscit¨® hace ahora medio siglo cuando John William Gott compar¨® a Jesucristo con un payaso de circo, y fue por ello condenado a nueve meses de trabajos forzados. El que concluy¨® ayer fue el primerjuicio por blasfemia que tiene lugar en el Reino Unido desde entonces.
Lo que los defensores de Gay News y del poema han tratado de demostrar, sin ¨¦xito, es que ?la persecuci¨®n es una forma f¨¢cil de ejercer la virtud?. En el pasadon ha dicho Mortimer. ?la persecuci¨®n por blasfemia ha servido para reprimir a Shelley y a Tom Paine. El caso contra Gay News no hace ning¨²n favor a la fe cristiana, que es demasiado grande y poderosa como para necesitar este tipo de apoyos?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.