Los devaluados

Parece el t¨ªtulo de una comedia de Sartre o de Camus, de aquellas que represent¨¢bamos en el TEU en los tontos y mediocres a?os cincuenta, cuando ya ¨ªbamos para rojillos. Los devaluados. Ahora, otra vez los espa?oles estamos devaluados, que han devaluado la peseta casi un 20 % con respecto del d¨®lar, y gracias a eso van a venir m¨¢s turistas este a?o, sin olvidar la eficaz gesti¨®n de mi buen amigo ex Reguera, cuerpo.A m¨ª me parece que la medida de la devaluaci¨®n esgenial, no econ¨®micamente, que ese rollo no me va, te lo prometo, sino sexualmente. La devaluaci¨®n de la peseta es ante todo una medida sexual, y se comprende bien en un hombre como Su¨¢rez, que todav¨ªa es joven -un hijo de Kennedy, como usted y como yo, mi querido caraque?o-, y que, por tanto, tendr¨¢ sus prontos libidinosos, a ver, de la misma naturaleza, o sea que lo pide el cuerpo.Porque a m¨¢s devaluaci¨®n vienen m¨¢s turistas y a m¨¢s turistas vienen m¨¢s suecas, que es de lo que se trata. Franco, el hombre, como ya era mayor y, por otra parte, siemprefue muyformal en mujeres, seg¨²n testimonio de su Eckermann o primo cotilla, Salgado-Ara¨²jo, Franco, digo, se resist¨ªa a devaluar la peseta, claro, no ten¨ªa necesidades sexuales tan apremiantes y no se hacta cargo de- que aqu¨ª los nacionales no nos pasamos unajai por el esmeril si no es oriunda, que las compatriotas siguen llevando la Secci¨®n Femenina en el alma, por m¨¢s que renieguen de Pilar, las muy locas.Su¨¢rez tambi¨¦n se ha resistido durante alg¨²n

tiempo a devaluar, y esa resistencia es un ejercicio de castidad en un hombre joven, eJercicio que nos ha costado a los contribuyentes u nos mil' millones de d¨®lares.. o sea, tela. Perc, -ra por inercia franquista. Su¨¢rez no est¨¢ tan encaudillado como deja ver Pilar Urbano) en sus fasc¨ªculos, y la prueba es que ahora, cuando est¨¢ al caer la turista maciza, la sueca de madera y la yanqui de Nabokov, Su¨¢rez va y deval¨²a consciente de que, de su gen'eraci¨®n par, abajo, todos tenemos necesidades de, ingle, necesidadesque la nacional nosatisfacesin pasar porLos Jer¨®nimos, que es una fijaci¨®n lo que tienen con Los Jer¨®nimos, las t¨ªas.

Aparte de que para qu¨¦.vamo!s a enga?arnos, que ya lo dijo S¨¢nchez-Bella siendo minIstro de la cosa:

- La gran industria de Espa?a es la industria sin chimeneas.

0 sea, el turismo.

Aqu¨ª falla la estabilizaci¨®n de Ullastres, el desarrollo de L¨®pez-Rod¨® y lai agresividad exportadora de L¨®pez Bravo. Aqu¨ª han ido fallando todos los tecnol¨®peces, y la realidad de la verdad de la vida vuelve a ser siempre el turis-

mo, porque Espa?a sigue dando muc -?o sol, aunque Su¨¢rez se crea, con Baudelaire, que Je suis comme le roi dun pays pluvieux. E'.? sol, en Torremolinos, est¨¢ a mil duros el metro cuadrado.

Claro que luego tenemos la sepiolita. E`n Vallecas ha salido una mina de sepiolita que llega

hasta Toledo. La sepiolita ' es muy apreciada en

farmacia, de modo que se la llevar¨¢n toda los

grandes laboratorios m.ulti nacionales mientras

los buenos vallecanos, que pisaban riqueza sin

saberlo, siguen en la pobreza, pero con el Rayo

en Primera, faltaba m¨¢s.

La sepiolita para los laboratorios multinacionales, el sol de Torremolinos para los banuses y nosotros aqu¨ª, como en el tango, querida Silvia no m¨¢s, fallando y fallando. Y devaluando. Ya est¨¢, ya tenemos la democracia salvada. Cada a?o, entrejunio yjulio, un golpe de devaluaci¨®n para que se anime el turismo con lo tirado de los precios, que venga la se?ora Stone a vivir su primavera menopausica orillas del Prado, que nosotros la llevaremos a la plaza de la Cebada, donde todos los luceros son madrile?os y castizos como culos de vaso de taberna, y donde se hacen las grandes transacciones del amor en d¨®lar-pesetas.

Mi amigo Pepe May¨¢, que est¨¢ en todo, ha encontrado la forma de fotografiar sueca5 baratas en Ibiza para sus revistas del coraz¨®n y de m¨¢s abajo. Cada espa?ol tiene montado su tingladillo a costa del turismo y la devaluaci¨®n es una medida sexual por cuanto ayuda a liberar la furia espa?ola en la noche de Levante en calma. A m¨ª me va el rollo, presi, o sea que prescinde. Deval¨²a un veinte cada verano, que se vive solamente una vez y, como me dec¨ªa Machin, hay que aprender a querer y a vivir. La peseta, hecha una braga.