Sobre el control de precios

El editoral del mi¨¦rcoles pasado (?Un mal paso?) se despacha a gusto con la congelaci¨®n de precios decretada por el actual Gobierno. Coincido en que la intervenci¨®n de los precios est¨¢ en contradicci¨®n con el nuevo sistema econ¨®mico que se pretende implantar.Sin embargo, se vierten en el texto conceptos tanto m¨¢s err¨®neos cuanto que se invocan en nombre de la ?buena l¨®gica econ¨®mica? y avalados por ?los libros de textos m¨¢s elementales?. No es cierto que la devaluaci¨®n deba repercutirse en los precios interiores para ser m¨¢s eficaz. S¨®lo lo ser¨ªa as¨ª si los precios importados compitieran con los nacionales, pues entonces se estabilizar¨ªa la balanza comercial. Al encarecerse aquellos, son substituidos por art¨ªculos del pa¨ªs. Si son insubstituibles, y ¨¦ste es precisamente el caso de la econom¨ªa espa?ola, los precios interiores no s¨®lo deben, sino han de subir forzosamente, a menos que las empresas soporten la carga de cobrar lo mismo por algo que les cuesta m¨¢s. El decreto en cuesti¨®n, al tiempo que evita esta discriminaci¨®n de imprevisibles consecuencias, trata de limitar al m¨¢ximo los efectos inflacionistas, prohibiendo aumentos de precios no correspondientes a subidas realmente experimentadas en los costes de producci¨®n.

En definitiva, la devaluaci¨®n supondr¨¢ una reducci¨®n en el poder adquisitivo de los espa?oles, la primera de la larga cadena de medidas de austeridad que nos espera.

?Ah!, y no me olvido de la rererencia ?al precio justo?. El editorial confunde el concepto de valor en los escol¨¢sticos (noci¨®n de orden subjetivo) con los incrementos de precios causados por elevaciones en los costes de producci¨®n (noci¨®n de orden objetivo).