No denunci¨® a don Potasio

Es absolutamente incierto que los inquilinos que ocupaban el piso superior de la vivienda propiedad del se?or Montalvo (familia San Segundo) pusieran nunca una denuncia por el motivo que se indica (por cierto, un motivo un tanto extra?o), ni por ning¨²n otro, extremo que caso de ser necesario podr¨ªa comprobarse.

Como no hay ninguna raz¨®n para dudar de la buena fe del se?or Montalvo, s¨®lo podr¨ªa justificarse esta afirmaci¨®n, bien por que sus palabras no hayan sido interpretadas exactamente por el periodista o bien por que el se?or Montalvo se haya expresado confusamente sobre este punto. Sin duda que lo importante en estos momentos es que se haya solucionado felizmente una situaci¨®n que s¨®lo ha sido posible por las nefastas circunstancias pol¨ªticas que durante tantos a?os ha sufrido el pa¨ªs, pero tambi¨¦n es importante, y mucho, que quede bien claro que esa afirmaci¨®n, si efectivamente se ha hecho, es totalmente falsa. Esto en honor a la verdad y porque ese modo de proceder es absolutamente ajeno a la conducta personal de mis padres, que siempre se ha caracterizado por una honradez, honestidad y esp¨ªritu de justicia sin tacha.

Por ¨²ltimo, y ya ¨²nicamente a t¨ªtulo anecd¨®tico para la familia Montalvo, desear¨ªa que supieran, ahora que afortunadamente est¨¢ solucionado su problema, de lo que sinceramente nos alegramos, que aunque su discreci¨®n y sigilo han sido extraordinarios, en mi casa, aunque no se tuviera la evidencia absoluta de la presencia constante de su padre, s¨ª se sab¨ªa de su estancia frecuente all¨ª, incluso un miembro de la familia le vio en una ocasi¨®n, adem¨¢s de otros muchos detalles que no es ahora el momento de exponer.