Paco Ordo?ez
Paco, Paco Ord¨®?ez, Paco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, ministro de la cosa y amigo m¨ªo, ministro con nombre de torero, que tiene algo de matador fond¨®n y jovial cuando se quita la chaqueta en los c¨®cteles de Mirasierra, Paco Ord¨®?ez, digo, est¨¢ lanzado y va a gravar incluso los derechos sucesorios -herencias y eso-, que ya ten¨ªan su delicado gravamen, como una gracia fiscal m¨¢s que como un impuesto, pero que ahora van a tributar a lo bestia.A m¨ª, lo tuyo, Paco, t¨ªo, me suena a demagogia, con perd¨®n. Se quejan aqu¨ª los compa?eros de la prensa de que el portavoz del Gobierno, o sea el ministro veloc¨ªpedo o veloministro (un biciclo en el hemiciclo), el se?or Camu?as, tarda mucho en facilitarles el rollo informativo. Yo creo que Ignacio tiene toda la raz¨®n. Me han dicho que dicen que te advert¨ªa, Paco, entre bambalinas, antes de salir a la tarima:
-Y c¨®mo salgo yo con este esculpido a navaja, Paco, y esta corbata de seda a hacer demagogia.
M¨¢s raz¨®n que un santo de antes del Concilio. Se resiste el portero de noche. (Ahora, Paco, ¨¢ Camu?as le llaman el portero de noche, porque es el que cierra la puerta a los informadores y porque siempre se les hace de noche esperando sus palabras.) Raz¨®n total, ya digo. Entre Camunas y t¨², me quedo con Camu?as, queridocolombro?o. (Me ense?¨® otro Paco, el ilustre Yndurain, que colombro?o es una manera culta de decir tocayo.) No se puede salir ahora gravando el derecho sucesorio, que es la continuidad misma de las familias, de las esencias espirituales, de las herencias morales y de la pastizara. Eso es quebrar la l¨ªnea maestra de las grandes familias y el hilo mismo de la tradici¨®n que es siempre un hilo directo con Suiza.
Espero que la cosa no pasar¨¢ a mayores, Pac¨®-Pac¨®-Pac¨®. Anoche estuvimos fallando un premio a la mejor foto de las elecciones con Schommer, Sotillos, Moncho del Corral y m¨¢s gente. Premiamos una foto en la que Carrillo abraza a un viejo comunista de la base, y la premiamos no por demag¨®gica, sino por pat¨¦tica.
Lo cual que la base, querido Paco, esto del impuesto sucesorio no acaba de cre¨¦rselo, porque la base lo que le deja a sus deudos, como mucho, es un peine y una c¨®moda, y sobre un peine y una c¨®moda, por m¨¢s que quieras gravar, hay poca materia impositiva.
Pero t¨² sabes, Paco, ministro, amor, que las grandes familias espa?olas viven en la abundancia de peines y c¨®modas. Yo me imagino a la de Quintanilla, a la de Alba y a Cuqui Fierro en un hermoso desorden de peines de carey y c¨®modas reventonas de chales, y ah¨ª es donde quieres t¨² entrar a saco, loco, Paco. Pura demagogia, ya te digo. No vas a conseguir arrancarle ala gran burgues¨ªa sus peines y peinetas, y en cambio vas a conseguir que no vuelvan a invitarte a sus saraos, donde t¨² te quitabas la chaqueta, Paco, con tanta gracia torera.
Yo me acuerdo de Carmen Ynfante, Paco, andaluza jerezana, hermosa y rubia, hermana de Jes¨²s Ynfante, que tanto escribi¨® del Opus, y me acuerdo de un, peine de oro que ella ten¨ªa para el oro de su pelo, como ¨²nica brasa que se hab¨ªa llevado a Par¨ªs desde la hoguera quieta del latifundio andaluz. Yo s¨¦ por ese pe i ne, querido Paco, que la oligarqu¨ªa espa?ola se peina con oro y que t¨² no vas a hacer la revoluci¨®n de los peines.
Paco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, Paco Ord¨®?ez, nombre de torero bueno, cuidado en tu mano a mano con Fuentes Quintana, que hab¨¦is ido a tocar en lo m¨¢s fino y m¨¢s sensible de la gran familia del dinero: en la sagrada l¨ªnea sucesoria. M¨¢s grave que el derecho a la propiedad es el derecho a heredar la propiedad. Has puesto tu grito lorquiano y fiscal, querido Paco, a trav¨¦s de las ganader¨ªas latifundistas de Espaa. Ah¨ª te las pueden dar todas, t¨ªo.
No me seas torero f¨¢cil, Paco Pern¨¢ndez Ord¨®?ez, y no me seas demagogo. (Los espa?oles, a lajusticia, le llamamos demagogia ) L¨²cete con la capa y el capote, pero la espada fiscal gu¨¢rdala para el que venga. Cu¨ªdate del cornal¨®n, porque en el pr¨®ximo c¨®ctel quiero verte sano y salvo.
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