Manifestaciones contra las centrales nucleares
La pol¨ªtica nuclear francesa se encuentra en el centro de un debate nacional que promete prolongarse hasta los comicios legislativos de marzo de 1978. Ayer, el presidente Valery Giscard d'Estaing viaj¨® por primera vez a Pierrelatte, el santuario at¨®mico galo, en donde se produce el uranio especialmente enriquecido para las armas at¨®micas. Hoy y ma?ana se desarrollar¨¢ una manifestaci¨®n en Creys Malville, cerca de Lyon, que los detractores del ¨¢tomo desear¨ªan imponente. Entretanto, la Uni¨®n de la Izquierda (socialistas, comunistas y radicales de izquierdas) termin¨® ayer la actualizaci¨®n de su programa com¨²n sin llegar a un acuerdo total sobre la cuesti¨®n nuclear.En v¨ªsperas de la manifestaci¨®n antinuclear de Creys Malville, el se?or Giscard d'Estaing ha querido, con su presencia en Pierrelatte, subrayar la voluntad del Gobierno de continuar el programa nuclear franc¨¦s. Este programa, que har¨¢ de Francia el tercer pa¨ªs productor de uranio, no ser¨¢ frenado, seg¨²n afirm¨® hace ya algunos d¨ªas el ministro de Industria. Los poderes p¨²blicos franceses tiene que hacer frente a la vez a dos oposiciones: la interna y la internacional.
En el plano internacional, Francia es el pa¨ªs m¨¢s duramente enfrentado a la pol¨ªtica norteamericana de no proliferaci¨®n. Sin embargo, conviene recordar que en Europa occidental la posici¨®n francesa no es solitaria. Ayer, la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE), como ya lo hizo recientemente la Agencia para la Energ¨ªa Nuclear de la OCIDE, se pronunci¨® en favor de la construcci¨®n de sobrerregeneradores, hace dos semanas, contrariando los deseos norteamericanos. Francia y la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) firmaron un contrato de construcci¨®n y explotaci¨®n de este tipo de centrales nucleares.
Apoyo indirecto de los socialistas
En Francia, la contestaci¨®n contra el ¨¢tomo civil y el militar es seria. La manifestaci¨®n que, a pesar de la prohibici¨®n oficial, se celebrar¨¢ hoy y ma?ana en Malville, convocada por los movimientos ecol¨®gicos, los grupos izquierdistas y otras organizaciones antinucleares, revelar¨¢ el apoyo con que cuentan por parte de la poblaci¨®n.
En Malville se est¨¢ construyendo el sobrerregenerador Super-Phenix. Los partidos de la posici¨®n de izquierdas no han querido unirse al cortejo, pero los socialistas y el sindicato CFDT, socialista autogestionario, han convocado reuniones en lugares pr¨®ximos. Las autoridades han prohibido toda manifestaci¨®n en un radio de cinco kil¨®metros y los dispositivos de vigilancia han sido reforzados de manera ?mportante. A pesar del deseo de los organizadores de que el desarrollo de la reuni¨®n sea pac¨ªfico, nadie est¨¢ seguro de que alguna provocaci¨®n convierta a Malville en una ,fecha hist¨®rica contra la pol¨ªtica nuclear.
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