Inquietante cifra de suspensos en la segunda etapa de EGB
S¨®lo un 30 o un 40% de los alumnos de s¨¦ptimo y octavo cursos de ense?anza general b¨¢sica logran aprobar todo el curso en junio, seg¨²n un informe de la revista Magisterio Espa?ol, y entre las posibles causas de una cantidad tan alarmante de suspensos, que la propia revista apunta, no hay una referencia, como a nuestro juicio deber¨ªa de constar, expresa a la confusa utilizaci¨®n del material did¨¢ctico, sobre todo de los libros ?de consulta? y las tan controvertidas fichas de trabajo que los escolares han estado usando en estos a?os de rodaje de la ley de Educaci¨®n.
Se da la circunstancia de que precisamente para el pr¨®ximo curso las c¨¦lebres fichas habr¨¢n desaparecido casi totalmente. El curso pasado se suprimieron en la primera etapa y ahora en la segunda. En efecto, todas las editoriales de textos de ense?anza para la EGB presentan para el pr¨®ximo curso unos nuevos libros que no van a requerir la utilizaci¨®n de las fichas, que han sido durante los ¨²ltimos a?os motivo de continua controversia entre padres y profesores. La mayor parte de la jornada escolar e incluso gran parte del tiempo de "descanso" en casa, el alumno se los pasaba realizando cantidades innumerables de fichas, para cava cumplimentaci¨®n requer¨ªa la ayuda del padre, en los casos en que ¨¦ste pod¨ªa proprocion¨¢rsela. Los profesores, por su parte, se quejaban de la falta material de tiempo para corregir, y los alumnos de la falta de tiempo para realizarlas y tambi¨¦n del hecho de que el profesor no se las corrigiera. Por otra parte, las fichas, que parec¨ªan constituir la gran novedad did¨¢ctica aportada por la nueva ley de Educaci¨®n, pues su utilizaci¨®n apuntaba hacia la consecuci¨®n de una educaci¨®n personalizada y, fundamentalmente, hacia una sustituci¨®n de la memorizaci¨®n y el aprendizaje rutinario por una educaci¨®n en los h¨¢bitos de investigaci¨®n han venido a convertirse en una rutina m¨¢s y en uno de los elementos m¨¢s odiados.Desde luego, parece estar bastante claro que los alumnos de EGB, sobre todo los de la segunda etapa, estudiar muy poco. Cuando se han investigado las posibles causas de esta falta de aplicaci¨®n, parece que una de las principales podr¨ªa ser la del aburrimiento que les produce permanecer tanto tiempo en el mismo centro educativo y en un mismo nivel de ense?anza. El cambio que supon¨ªa antiguamente el paso, a los diez a?os, de la ense?anza primaria al bachillerato, ven¨ªa a suponer un poderoso est¨ªmulo para el inter¨¦s del alumno por la tarea escolar, que ahora, al prolongarse la educaci¨®n primaria hasta los catorce a?os, ha desaparecido. Puede ser una explicaci¨®n; pero esta otra a la que venimos refiri¨¦ndonos, la utilizaci¨®n de un material did¨¢ctico, que se consideraba de vital importancia y que parece haber resultado absolutamente ineficaz, nos parece m¨¢s convincente. De hecho, muchos empezamos a sospechas que la puesta en funcionamiento de la Ense?anza General B¨¢sica, en muchos aspectos, ha pecado de ese mal tan general entre nosotros de la improvisaci¨®n, y las consecuencias, terribles consecuencias para tantos ni?os y padres de familia, empiezan a verse ahora con la cruda realidad de esos incre¨ªbles porcentajes de suspensos, cuya gravedad no puede quedar reducida al desagradable aspecto de las frustradas vacaciones estivales de miles de familias, pues lo verdaderamente inquietante es el pensar si de verdad habr¨¢ valido la pena la aventura de la EGB. Hay muchas otras cosas sobre las que nos gustar¨ªa ocuparnos en relaci¨®n con el tema.
Muchos otros aspectos del funcionamiento de la EGB est¨¢n pidiendo un profundo an¨¢lisis. Tal es el caso del n¨²mero de ¨¢reas o asignaturas que, en realidad, se est¨¢n impartiendo en la mayor¨ªa de los colegios. En la segunda etapa, por ejemplo, al final del curso se califican ocho o nueve asignaturas cuando, realmente, a lo largo del a?o acad¨¦mico s¨®lo se imparten formalmente cinco. Por otra parte, las fichas del expediente acad¨¦mico del alumno, concretamente el ERPA (Extracto de Registro Personal del Alumno) a quien la ley conced¨ªa una importancia fundamental y que preve¨ªa una atenci¨®n en profundidad al proceso formativo del alumno en los aspectos sicol¨®gicos, caracterial, etc¨¦tera, en la pr¨¢ctica han venido a convertirse en un mero reflejo de las calificaciones que el alumno ha ido obteniendo en las diversas evaluaciones del curso. Mientras tanto, los sic¨®logos siguen esperando el momento en que el Ministerio de Educaci¨®n cuente con ellos para la escuela. Y la conversi¨®n de las evaluaciones en ex¨¢menes, con lo que la intenci¨®n inicial de hacer desaparecer de la escuela uno de sus aspectos m¨¢s negativos se ha quedado en una simple aspiraci¨®n...
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