El eurocomunismo, una forma de anticomunismo moderno
Secretario general de la Organizaci¨®n Rerolucionaria de Trabajadores
Aunque el eurocomunismo se presenta como un desarrollo creador del marxismo. su argumentaci¨®n doctrinal es tan pobre que no merecer¨ªa por s¨ª misma ninguna atenci¨®n. Es m¨¢s. su desprecio por el aut¨¦ntico desarrollo creador del marxismo se refleja en su rechazo del pensamiento Mao Tse-tung que sintetiza las experiencias del desarrollo hist¨®rico de la revoluci¨®n socialista mundial.Por el contrario, como fen¨®meno Pol¨ªtico tiene una gran importancia, y para su enjuiciamiento hay que partir de las circunstancias esenciales de su historia y de su situaci¨®n actual. Someramente las podemos describir as¨ª:
En primer lugar, el euroc¨®munismo est¨¢ encabezado por tres partidos que se llaman comunistas, y que realmente lo fueron en el pasado, pero que ahora de ello s¨®lo conservan el nombre. pues han abandonado progresiva pero completamente el marxismo-leninismo.
En ese proceso han sido apoyados extraordinariamente por el PCUS desde su XX congreso y con ocasi¨®n de la crisis del movimiento comunista internacional, se alinearon incondicionalmente en el ala revisionista encabezada por el PCUS, y atacaron rabiosamente al PC de China que encabezaba el ala marxista-leninista. En la URSS se produjo la sustituci¨®n del Estado de dictadura del proletariado por una dictadura burguesa de nuevo tipo, lo que acarre¨® posteriormente la plena restauraci¨®n de? capitalismo.
Dichos partidos -PCI, PCF, PCE- moderaron sus planteamientos ante el imperialismo USA cuando el socialimperialismode la URSS en sus relacionescon ¨¦ste le interesaba ampliar y prolongar los acuerdos es decir cuando exist¨ªa una fase, previa a su actual lucha desbocada por la hegemon¨ªa.
Los eurorevisionistas se complacen incluso en la vieja tendencia socialdem¨®crata de escindir a Marx de Lenin, como m¨¢s f¨¢cil forma de atacar a ¨¦ste.
En segundo lugar, los partidos eurocomunistas han ido configur¨¢ndose como poderosos factores de estabilizaci¨®n del capitalismo monopolista bajo el Estado democr¨¢tico-burgu¨¦s. (En el caso de Espa?a, el PCE, que fue una fuerza antifascista de primera importancia, ha sido un factor decisivo para que la direcci¨®n del tr¨¢nsito del fascismo a la democracia burguesa, haya quedado en manos de los representantes de? gran capital, es decir para que no haya habido derrocamiento sino desmoronamiento de la dictadura franquista).
Estos partidos aspiran a ser los gobernantes y reformadores del caduco sistema del capitalismo monopolista de Estado. Para ello no tienen m¨¢s remedio que confiar en la llamada ?v¨ªa democr¨¢tica?: y su vuelta al Gobierno (ya que los tres. aunque en diversas circutistancias el PCE el PCF y PCI fueron partidos de Gobierno) no la asocian ya a perspectiva revolucionaria alguna. La p¨¦rdida de sus ilusiones revolucionarias, algunos incluso la cubren con un reaccionario sentimiento de nostalgia por una ocasi¨®n perdida. Estos partidos aspiran a adue?arse o compartir el poder en sus propios pa¨ªses al servicio del r¨¦gimen social imperante en ellos. Son revisionistas y no pretenden derrocarlo. Su renuncia te¨®rica al marxismo-leninismo- equivale a la renuncia pr¨¢ctica a la revoluci¨®n.
En tercer lugar, estos partidos eurocomunistas act¨²an en pa¨ªses capitalistas que est¨¢n bajo el ¨¢rea de influencia de EEUU, desde el fin de la segunda guerra mundial de la que el imperialismo norteamericano surgi¨® como indiscutido jefe de filas del campo capitalista.
En cuanto al tiempo presente su actuaci¨®n se desarrolla cuando ya la situaci¨®n Internacional est¨¢ marcada por la intensa lucha por la hegemon¨ªa de dos superpotencias imperialistas: EEUU y URSS, una en declive ya y otra a¨²n en ascenso.
En cuarto lugar, estos partidos tienen una comunidad ideol¨®gica con el PCUS en su antimarxismo-leninismo, pero el revisionismo como ideolog¨ªa com¨²n no puede dar fraternidad duradera a esa familia. Adem¨¢s el PCUS ocupa frente a los dem¨¢s una posici¨®n muy distinta que origina un creciente choque de intereses, cuya forma concreta de resoluci¨®n decisiva y futura est¨¢ por fraguar.
Si la importancia del eurocomunismo como cuesti¨®n pol¨ªtica es clara, tambi¨¦n lo son las razones de su actualidad.
No hay que ver como causa de la misma -sino como efecto- la actual abierta confrontaci¨®n entre el PCUS y el eurocomunismo. Las razones profundas de la actualidad de ¨¦ste hay que buscarlas en otra parte.
En primer lugar en la nueva crisis del capitalismo, reflejada con toda agudeza en los pa¨ªses europeos. Crisis cuyas consecuencias ¨¦stos han visto agravadas perjudicialmente para s¨ª mismos por la actuaci¨®n de EEUU en dicha crisis, que han utilizado su posici¨®n de dominio para descargar los efectos de la misma sobre Europa. Crisis en la que se ha visto coartada la positiva integraci¨®n econ¨®mica, pol¨ªtica (y en el futuro militar) de una Europa independiente de las dos superpotencias.
Crisis en la que el fantasma de nuevos choques revolucionarios vuelve a recorrer Europa y amenaza con encarnarse si el capitalismo monopolista europeo no consigue un nuevo per¨ªodo de desarrollo y estabilzaci¨®n.
El papel a cubrir por el eurocomunismo en esta crisis y en la salida a la misma as¨ª como la actitud a tomar ante ¨¦l, es tema de candente urgencia.
Una segunda raz¨®n viene dada por el hecho de que la disputa por la hegemon¨ªa mundial que enfrenta a la URSS y a EEUU, se centra cada vez m¨¢s sobre Europa. centro neur¨¢lgico a dominar.
Para EEUU se trata no s¨®lo de mantener bajo su influencia a la Europa Occidental. sino adem¨¢s asegurar su dominio sobre ella para poner t¨¦rmino a su declive como primera potencia imperialista. y lograr una nueva base que le permita afirmar su hegemon¨ªa mundial. hoy amenazada por el ascenso del socialimperialismo. Para hacer frente a ¨¦ste y recuperarse de los golpes y las derrotas que le han infringido pa¨ªses y pueblos del Tercer Mundo, EEUU necesita asegurar su dominio sobre Europa.
Para la URSS el dominio de Europa es fundamental tambi¨¦n en su carrera por dominar ¨¦l mundo. La potencia militar de la URSS es muy grande, pero no tanto su poder¨ªo econ¨®mico. La URSS puede ir ganando paulatinamente terreno en el Tercer Mundo (utilizando tambi¨¦n el instrumento de la corrupci¨®n y el chantaje a diversos movimientos revolucionarios), pero es un proceso lento y costoso, que puede quebrantar seriamente su base econ¨®mica (que adem¨¢s ya est¨¢ siendo puesta en cuesti¨®n por las luchas que son crecientes de? pueblo sovi¨¦tico contra la nueva burgues¨ªa monopolista que domina pol¨ªtica y econ¨®micamente la URSS).'La URSS necesita dominar el gran centro tecnol¨®gico e industrial que es Europa para lograr la hegemon¨ªa mundial con la rapidez que le es precisa.
Europa d¨¦bil econ¨®micamente ante EEUU (no por volumen de producci¨®n) y militarmente ante la URSS pretende intento que empieza a dar sus primeros frutos, a veces inmaduros a veces tard¨ªos- hacerse fuerte econ¨®mica, pol¨ªtica y militarmente ante las dos superpotencias. Lo que debe llevar a la independencia frente a una y otra y al combate contra las dos (as¨ª deber¨ªan verlo quienes verdaderamente quieran ser capaces de lograr esa Europa independiente y unida) y deber¨ªa llevara no ver la soluci¨®n en incrementar unas relaciones de explotaci¨®n sobre el Tercer Mundo.
En este contexto se plantean una serie de interrogantes cardinales en relaci¨®n con el eurocomunismo.
a) ?Es el eurocomunismo una fuerza revolucionaria que amenace el capitalismo europeo?
No, desde luego. Los eurocomunistas est¨¢n tan desenga?ados de la revoluci¨®n, la consideran tan incapaz de vencer al Estado burgu¨¦s y derrocarlo, que s¨®lo sue?an el sue?o reformista de una ?transformaci¨®n democr¨¢tica? de ¨¦ste. En ese camino se convierten en una fuerza contrarrevolucionaria.
La gran burgues¨ªa de sus propios pa¨ªses puede contar con ellos para salvar la crisis del sistema. Pero sabe al tiempo que el precio que le piden los eurocomunistas es que le otorguen la detentaci¨®n del poder pol¨ªtico en una mayor o menor medida y a costa de los tradicionales representantes pol¨ªticos del gran capital; lo cual crea las naturales contradicciones, resolubles no antag¨®nicamente en un proceso m¨¢s o menos largo. La gran burgues¨ªa sabe, al tiempo que corre el peligro de que una vez llegados al poder los eurocomunistas se conviertan en instrumento servil. de los intereses extranjeros de la URSS (no por maquiavelismo sino como resultado de una determinada evoluci¨®n de la coyuntura internacional).
b) ?Son y ser¨¢n veh¨ªculo del socialimperialismo sovi¨¦tico los partidos eurocomunistas?
Cierto es que durante mucho tiempo se han apoyado mutuamente con el PCUS. Cierto es que subsisten -lazos ideol¨®gicos, pol¨ªticos, organizativos (m¨¢s o menos oficializados estos ¨²ltimos). Pero cierto es tambi¨¦n que quieren ganarse la confianza de la gran burgues¨ªa de su pa¨ªs y que se ven obligados a tolerar las injerencias de EEU U.
Una y otra cosa los somete a una doble presi¨®n contradictoria. Es m¨¢s, el af¨¢n sovi¨¦tico de acelerar su conquista de Europa les fuerza para que planteen m¨¢s.. . exigentemente su acceso al Gobierno y al poder. Y esto agudiza las tensiones. La pol¨¦mica ?doctrinal? sobre el marxismo entre PCUS y eurocomunistas es s¨®lo tapadera de los intereses reales en juego.
Teniendo en cuenta el estado actual de cosas, se puede seguir considerando a¨²n a estos partidos como fuerzas prosocialimperialistas.
c.) ?Cu¨¢les son las relaciones que EEUU establecen con el eurocomunismo?,
EEUU adopta una actitud de enfrentamiento por, un doble motivo: el papel que estos, partidos pueden jugar directamente a favor de la U RSS y el papel que puedan jugar de cara a la integraci¨®n europea que la independice frente a EEU U.
L¨®gicamente, como todos los poderosos, EEUU, no juega s¨®lo una baza sino que tambi¨¦n presiona al eurocomunismo; y la evoluci¨®n de la actitud que hasta el momento adopta ¨¦ste, le indica que los m¨¦todos de los poderosos siguen siendo efectivos ante los d¨¦biles que no se atreven a luchar y vencer.
d) ?Qu¨¦ significan el eurocomunismo para la unidad europea? ?y para la paz mundial?
Por ahora desde luego que no un factor seguro que impulse esa unificaci¨®n y esa paz, aunque se declaren fervorosos partidarios de ellas. Su misma afirmaci¨®n de que no quieren una Europa que sea antiamericana ni antirusa se?ala precisamente los l¨ªmites de su acci¨®n en ese sentido. Porque precisamente la real unificaci¨®n e independencia de Europa pasa forzosamente por el enfrentamiento con las dos superpotencias, y porque precisamente la defensa de la paz mundial est¨¢ ligada adem¨¢s al debilitamiento de una y otra que con su lucha por la hegemon¨ªa crean el peligro de una nueva guerra mundial, cuyo escenario (?por qu¨¦ no habr¨ªa de serlo esta vez?) tambi¨¦n ser¨ªa Europa.
¨¦) ?Y qu¨¦ significa para
nosotros los comunistas el euro
comunismo? Sencillamente, y
por ir a lo esencial: una traici¨®n a la causa m¨¢s justa: la del comunismo, y a la teor¨ªa m¨¢s cient¨ªfica: el marxismo-leninismo.
En fin los problemas y las respuestas han sido s¨®lo esbozados. Adem¨¢s la realidad del eurocomunismo va a ser muy fluida, como en toda cuesti¨®n en la que hay un entrelazamiento y choque m¨²ltiple de intereses.
Los eurocomunistas se auguran a s¨ª mismos un brillante porvenir. Yo, salvando el respeto que me merecen los hombres que lucharon aqu¨ª en Espa?a contra el fascismo, quiero terminar diciendo que no me parece as¨ª el futuro de quien es siervo de muchos se?ores.
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