El teatro como juego, m¨²sica y humor

Uno de los escasos alicientes que ofrece Madrid a los ni?os que tienen que pasar sus vacaciones en la ciudad es el espect¨¢culo de Vicente Aranda, El deshonillador feliz, que se presenta todos los mi¨¦rcoles por la tarde en el Teatro Club desde principio del verano hasta el mes de octubre.La incapacidad de las grandes ciudades para proporcionar ni?o las condiciones m¨ªnimas que exige su necesidad de expansi¨®n y distraciones es precisamente el tema de El deshonillador.

?Se trata de una especie de alegor¨ªa de la lucha entre la naturaleza y sus enemigos representados por la figura de un tipo pomposo y grotesco que se llama Don Contaminaci¨®n, explica Vicente Aranda. ?Al final todo termina felizmente graciaso a la intervenci¨®n del prodigioso deshollinador que construye una ciudad ideal donde ¨¢rboles, p¨¢jaros. y ni?os viven alegres y en paz. ?

Vicente Aranda comenz¨® a interesarse por el teatro infantil hace cuatro a?os: ?Trabajaba entonces en Festivales de Espa?a-cuenta- y recorriendo los escenarios espa?oles me di cuenta de que en ning¨²n sitio se hacia teatro para ni?os. Mi primera experiencia fue una campa?a que subvencion¨® la Comisar¨ªa General de Bibliotecas a trav¨¦s de las Cas de Cultura para llevar el teatro infantil a algunos pueblos. Despu¨¦s he seguido ya en solitario, sin ning¨²n tipo de ayuda econ¨®mica o moral de la Administraci¨®n. Yo mismo financio los montajes. contrato los actores y, claro, claro con las p¨¦rdidas.?

En las doce funciones que se van a dar este verano de El deshollinador. Vicente Aranda calcula una p¨¦rdida de 50.000 pesetas: ?No tendr¨¦ m¨¢s remedio que volver a trabajar en el teatro de adultos para sobrevivir?. dice. ,

Hasta ahora los contados profesionales que como Aranda se han arriesgado a hacer teatro infantil han tenido que dejarlo antes o despu¨¦s y su esfuerzo ha resultado in¨²til al no encontrar el m¨ªnimo eco en la cultura oficial. Porque si la atenci¨®n que ha dedicado la Administraci¨®n al hecho teatral ha sido escasa y contraproducente en lo que se refiere al teatro infantil, el olvido ha sido absoluto; no ha merecido siquiera un apoyo simb¨®lico.En el fondo la precaria situaci¨®n del teatro infantil es consecuencia de la pobre realidad sociocultural de este pa¨ªs porque ?c¨®mo van a llevar a sus hijos al teatro quienes no han tenido la oportunidad de saber que es eso?

Otro problema de los profesionales del teatro infantil es encontrar una obra adecuada: ?Me he vuelto loco buscando un texto original que se pudiera llevar a escena, afirma Vicente Aranda.? ?Intent¨¦ tambi¨¦n adaptar cl¨¢sicos de la literatura infantil, como los cuentos de Andersen, pero al final decid¨ª escribir yo las obras que iba a dirigir. El deshollinador es la tercera que presento al p¨²blico.?

En cuanto a su concepci¨®n del teatro infantil y sobre las caracter¨ªsticas de sus obras, dice: ?Creo que conviene distinguir el teatro infantil del teatro juvenil. Para m¨ª el infantil es el destinado a m¨¢s peque?os, ni?os de diez a?os como m¨¢ximo ?

? Con respecto a mis obras no pretendo en ellas hacer nada cient¨ªfico o experimental; simplemente trato de entretener a los chicos durante la hora y media que dura la funci¨®n y ense?arles a escuchar a ser buenos espectadores. Para ello es necesario hacerles participar en, el espect¨¢culo y mantener uno su inter¨¦s y atenci¨®n. Por eso utilizo en el montaje todos los recursos imaginables,; danzas, canciones, juegos y humor y todo lo que le confiere agilidad.?