Dylan Thomas: un visitante inesperado

Alcoh¨®lico y alucinado Dylan Thomas mor¨ªa pobre en Nueva York, en 1955. Su ¨²ltimo proyecto, un libreto de ¨®pera para Igor Strawinski, basado en las consecuencias de una guerra at¨®mica, quedaba sin realizar. Dylan Thomas vivi¨® sus ¨²ltimas jornadas en Nueva York, quiz¨¢ recordando la sombr¨ªa silueta de Allan Poe, compa?ero de visiones y penurias, unos a?os antes muerto en la misma ciudad, quiz¨¢ con id¨¦nticas pesadillas. Thomas mor¨ªa antes de cumplir los cuarenta a?os, en los c¨ªrculos literarios su nombre estaba rodeado de una aureola maldita y de un considerable prestigio po¨¦tico. Sus amigos y enemigos coincid¨ªan en considerarlo como ?el poeta m¨¢s borracho de ambos continentes?, pero desde las brumas de su Gales natal, el genio de Dylan Thomas fund¨ªa sus fantasmas rurales, las formas creadas por el movimiento de los ¨¢rboles o las siluetas de las monta?as, las presencias cotidianas de un mundo m¨¢gico, que quiz¨¢s alentara tras el aroma de la cerveza o del whisky.El visitante y otras historias, reeditado recientemente por Alfaguara-Nostromo, recoge la obra p¨®stuma de Thomas, relatos seleccionados por ¨¦l mismo, que abarcan cronol¨®gicamente desde 1930 hasta 1953, poco antes de su muerte.

El t¨ªtulo del original ingl¨¦s hace referencia a otro relato, A prospect of the sea, pero los responsables de la serie o de la traducci¨®n, impecable, han sido golpeados con m¨¢s fuerza por la sensual y desesperanzada. fuerza del Visitante, narraci¨®n en la que Thomas traspasa los umbrales de la muerte, en un delirio en el que se entremezclan las visiones cotidianas de un moribundo y sus quim¨¦ricos viajes por las sombras de su mente y los paisajes del valle de Jarvis, entorno geogr¨¢fico en el que se desarrollan los fragmentos de esta autobiograf¨ªa espiritual del autor, que conjuga fantas¨ªa y realidad, ensue?o y cotidianeidad, con una poderosa fuerza l¨ªrica, sobre la que ya se pronunciaron los cr¨ªticos de su ¨¦poca, esgrimiendo una letan¨ªa de influencias y antecedentes en la que figuraban los grandes nombres de la poes¨ªa inglesa, Shelley, Yeats, Byron, y, sobre todo, William Blake.

El aliento po¨¦tico del autor de Bajo el bosque l¨¢cteo, que fuera gui¨®n para un programa radiof¨®nico de la BBC, o el Retrato del artista cachorro, fue r¨¢pidamente reconocido por sus contempor¨¢neos como un soplo de irrealidad y quimera en un panorama literario marcado por un realismo cr¨ªtico y testimonial.

Dylan Thomas fue un francotirador capaz de suscitar desde las sombras de su mente la biograf¨ªa de un paisaje interior, profundamente enraizado con la tierra y el mar, con el viento y con el misterio, un bosque animado, poblado de fant¨¢sticas sensaciones, de presencias intuidas, de mujeres fantasmag¨®ricas, capaces de desvanecerse con el alba.