Espaldarazo sovi¨¦tico al r¨¦gimen argentino
Tras seis meses de paciente y secreta elaboraci¨®n, Argentina y la URSS firmaron un tratado comercial por el cual, y durante un per¨ªodo de diez a?os, los sovi¨¦ticos se transforman en el principal cliente de los productos agrarios argentinos, primer rubro exportador del pa¨ªs.Pol¨ªtica y econ¨®micamente, el tratado significa un espaldarazo al r¨¦gimen dictatorial del general Videla, por cuatro motivos: 1) Garantiza la continuidad de la actual pol¨ªtica econ¨®mica, basada en la superproducci¨®n agropecuaria, y elimina de ella las dificultades actuales para colocar dichos productos en Estados Unidos y Europa occidental. 2) Le otorga un mayor margen de maniobra al Gobierno argentino, frente a las presiones ejercidas internacionalmente en pro del respeto de los derechos humanos. 3) Brinda una permanente y segura entrada de divisas, capaz de hacer frente a la crisis de la balanza comercial argentina. 4) Hace aparecer al r¨¦gimen militar argentino, interna e internacionalmente, como diferente a los restantes del cono sur latinoamericano, objetivo largamente perseguido por Videla y su equipo.
Esta pol¨ªtica sovi¨¦tica respecto a Argentina no es nueva -ya en 1976, a?o del golpe de Estado, el 60% de las exportaciones del pa¨ªs sudamericano iban dirigidas a los pa¨ªses de Europa del Este- y entronca directamente con la actitud seguida por el Partido Comunista Argentino (PCA), el m¨¢s prosovi¨¦tico de los latinoamericanos, ante el descalabro que sufre ese pa¨ªs como consecuencia del golpe.
Escud¨¢ndose en las diferencias entre militares ?duros? y ?blandos?, el PCA desarrolla una pol¨ªtica de ?apoyo cr¨ªtico? al r¨¦gimen de Videla -a quien ubica en este ¨²ltimo sector- que lo ha llevado a defender en los foros internacionales la pol¨ªtica represiva del Gobierno, acusando a la ultraizquierda argentina de ?violar los derechos humanos?, o a Jimmy Carter de ?ingerencia en asuntos internos?, cuando cort¨® la ayuda militar ante el panorama que ofrec¨ªan 5.000 muertos, 20.000 presos y millares de desaparecidos.
El acuerdo comercial reci¨¦n firmado puede significar, tambi¨¦n un mayor asentamiento de la pol¨ªtica argentina actual y con ello dar¨¢ mayor campo de acci¨®n al grupo militar videlista, con cuyo proyecto de ?restauraci¨®n de una democracia de nuevo tipo? a largo -largu¨ªsimo- plazo, coinciden casi todos los partidos pol¨ªticos tradicionales, incluido el PCA.
Pero, parad¨®jicamente, el acuerdo le proporcionar¨¢ al r¨¦gimen argentino un nuevo enemigo, aunque de signo distinto a los actuales: las empresas multinacionales de productos agrarios -casi todas ellas de capital norteamericano-, al ser desplazadas por los sovi¨¦ticos de la prioridad con que contaban en la exportaci¨®n; y las de productos directa o indirectamente vinculados a la fabricaci¨®n de armamentos, especialmente, en el campo petroqu¨ªmico, que son los elementos que abastecer¨¢n ahora los sovi¨¦ticos.
Como datos interesantes, caben anotar, finalmente, que el acuerdo tiene prevista la misma duraci¨®n que el r¨¦gimen militar -diez a?os- actualmente en el poder.
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