Giscard retiene la llave del Senado franc¨¦s
El pr¨®ximo 25 de septiembre se renovar¨¢ en Francia un tercio del Senado. Estas elecciones, que no se efectuar¨¢n por sufragio universal directo, sino por medio de 43.272 electores ?privilegiados? -diputados, consejeros regionales y delegados de los ayuntamientos, resultar¨¢n particularmente significativas por dos razones: por un lado, la Constituci¨®n francesa ofrece al Senado la posibilidad de veto sobre cualquier revisi¨®n constitucional; por el otro, el presidente de la Rep¨²blica dispone actualmente en el Senado de una mayor¨ªa de alrededor de las tres quintas partes. Por tanto, la C¨¢mara Alta puede convertirse en un elemento clave para el se?or Giscard d'Estaing en caso de que la Uni¨®n de la Izquierda gane, como se espera, los comicios legislativos de marzo de 1978.El art¨ªculo 89 de la Constituci¨®n, que todos los estrategas pol¨ªticos se han puesto ¨²ltimamente a examinar, determina que un proyecto de ley que implique una revisi¨®n constitucional debe ser aprobado, obligatoriamente, sobre ?textos id¨¦nticos? por la Asamblea y el Senado, para que el presidente pueda, o bien someterlo a refer¨¦ndum, o bien tratar de obtener un voto favorable (de 3/5), de las dos c¨¢maras reunidas en congreso. El Senado, en el que sobre un total de 283 miembros, los comunistas ahora s¨®lo tienen a cuarenta de los suyos, y los gaullistas de Jacques Chirac, a veinticinco, se encontrar¨¢, pues, en condiciones de paralizar, o por lo menos de retrasar, los planes pol¨ªticos de fondo de la izquierda.
La mayor parte de los franceses no han prestado a¨²n demasiada atenci¨®n a estos comicios, que, por lo dem¨¢s, parecen bastante complicados. El mandato de los senadores dura nueve a?os, y un tercio del Senado debe renovarse cada tres a?os. El 25 de septiembre ser¨¢ la llamada serie C -103 senadores- la que habr¨¢ de cambiarse. As¨ª, las urnas tendr¨¢n que abrirse en un territorio que en la metr¨®poli se extiende desde el bajo Rhin hasta el Yonne. Entre los esca?os se natoriales en disputa aparecen algunos de primer rango, como el del propio persidente del Senado, Poher. A ellos se agregar¨¢n otras doce representaciones, previstas en la ley Org¨¢nica del 16 de julio de 1976, por la cual se dispuso que el n¨²mero de senadores pase, en tres etapas, de 283 a 316.
Tras las elecciones municipales de enero pasado, las posibilidades de la izquierda respecto del Senado han aumentado considerablemente, puesto que en las ciudades de m¨¢s de 30.000 habitantes votar¨¢n no s¨®lo todos los consejeros de la comuna, sino tambi¨¦n un delegado, elegido por el consejo en pleno, porcada mil habitantes que sobrepasen esa cifra de 30.000. Pero la ¨²ltima victoria de socialistas y comunistas en las municipales se ha producido, precisamente, en ciudades que, como Reims, Nantes o Rennes, no se encuentran en el ¨¢rea donde este a?o debe renovarse el Senado. En cambio, s¨ª figura Par¨ªs (doce senadores), dominado por los gaullistas de Chirac, y toda la regi¨®n parisiense, con casi la mitad de los esca?os (49 sobre 115) que se pondr¨¢n en juego en estas elecciones. Por si fuera poco, para la mayor¨ªa de esos puestos se aplicar¨¢ el sistema d¨¦ escrutinio proporcional, fijado por la ley para los departamentos con m¨¢s de cinco senadores. De ah¨ª que Chirac est¨¦ insistiendo tanto en formar en la capital una lista ¨²nica de la mayor¨ªa; de esa manera, el grupo que consiga el promedio m¨¢s importante de votos podr¨¢ sacarle a sus rivales un esca?o suplementario.
Tal como est¨¢n las cosas, es muy probable que la Uni¨®n de la Izquierda logre salir de estas elecciones un poco mejor representada en el Senado. Pero lo m¨¢s seguro es que los centristas del presidente de la Rep¨²blica y los gaullistas de Chirac contin¨²en domin¨¢ndolo. Si se recuerda el fracaso del ¨²ltimo refer¨¦ndum del general De Gaulle sobre el tema de las regiones, obra en gran medida del trabajo de los senadores, se comprende por qu¨¦ diputados giscardianos como Albert Voilquin o Georges Pianta, o gaullistas como Jacques Chaumont se lancen ahora con tanta avidez sobre las inscripciones senatoriales.
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