Nuevo aplazamiento de la "cumbre" ¨¢rabe
La celebraci¨®n de una cumbre ¨¢rabe, planteada por Libia y secundada posteriormente por Siria, aunque por razones distintas, volvi¨® a verse aplazada despu¨¦s que la 62 sesi¨®n del consejo ministerial de la Liga Arabe, reunido en El Cairo, acordara celebrar en noviembre un pr¨®ximo encuentro destinado a preparar la referida conferencia de soberanos y jefes de Estado ¨¢rabes.
La petici¨®n siria, que persigue el refrendamiento de la unidad territorial libanesa en los t¨¦rminos del acuerdo sirio-l¨ªbano-palestino -firmado en la localidad de Chtaura en julio pasado, y cuya tercera fase, la ocupaci¨®n del sur de ese pa¨ªs por unidades del ej¨¦rcito liban¨¦s, debe ponerse en aplicaci¨®n en los pr¨®ximos d¨ªas- se enfrent¨® a la oposici¨®n de Egipto, quien afirm¨® que la futura cumbre ¨¢rabe debe ser preparada inicialmente a nivel ministerial y de expertos.Seg¨²n lo expuesto por el secretario general de la Liga Arabe, Mahmud Riad, la conferencia ministerial del 12 de noviembre dispondr¨¢ de elementos que permitan calibrar la ofensiva diplom¨¢tica lanzada por los ¨¢rabes para obtener de la comunidad internacional la condena de la pol¨ªtica israel¨ª de creaci¨®n de nuevos kibbutz en los territorios ocupados.
La nueva estrategia ¨¢rabe frente a Tel Aviv se centra en un proyecto de resoluci¨®n, que ser¨¢ presentado en Nueva York, que condena la anexi¨®n por Israel de los territorios ocupados. Por el momento, poco ha trascendido del contenido de ese proyecto, que ser¨¢ sometido al grupo de los pa¨ªses no alineados y a los dem¨¢s Estados de confesi¨®n isl¨¢mica durante la asamblea general de la ONU.
El dirigente palestino, Yaser Arafat, quien ha participado en las deliberaciones del comit¨¦ pol¨ªtico de la Liga, encargado de preparar el documento relativo a la cuesti¨®n palestina, asegur¨® ayer en El Cairo que la pol¨ªtica del presidente Carter en el Pr¨®ximo Oriente, sigue impregnada de ambig¨¹edad, como lo demuestra la desenvoltura con que el primer ministro israel¨ª, Menaghen Begin, y sus seguidores del Likud proceden a acelerar el proceso colonizador de Gaza y Cisjordania.
Etiop¨ªa-Somalia
Arafat se traslad¨® ayer a Tr¨ªpoli para proseguir su misi¨®n de buena voluntad entre Libia y Egipto, tema sobre el cual los ministros de la Liga han preferido mantener el mayor de los mutismos. El Gobierno tunecino est¨¢ tambi¨¦n actuando en ese sentido, despu¨¦s de lo que aparece como una espectacular reconciliaci¨®n entre Gadaffi y Burguiba.Si el conflicto egipcio-libio permanece latente, los acontecimientos del Ogaden siguen marcados por el ruido de las armas y los jefes de la diplomacia ¨¢rabe se han ocupado de ese tema en una reuni¨®n de car¨¢cter restringido, en la que participaron los representantes de Somalia, Sud¨¢n, Egipto, Jordania, Arabia Saudita y los dos y¨¦menes.
Oficialmente, no se ha tratado tanto de la verdadera guerra en que se encuentran enzarzadas Somalia y Etiop¨ªa como de la seguridad en el Mar Rojo y del proyecto, m¨¢s o menos velado, de convertir el mismo en un mar ¨¢rabe, a lo cual se opone, l¨®gicamente, Addis Abeba, por considerar que se trata de otro plan de la reacci¨®n ¨¢rabe para despojarla de Eritrea.
Los somal¨ªes recaban la comprensi¨®n de la Liga Arabe, a la tesis de la formaci¨®n imperialista de Etiop¨ªa, para justificar el desmembramiento de la Somal¨ªa occidental, no obstante, los principios b¨¢sicos de la carta de la Organizaci¨®n de la Unidad Africana, que prescriben la intangibilidad de fronteras heredadas de la ¨¦poca colonial.
La argumentaci¨®n de Somalia es, hasta cierto punto, original, pero no deja de ser peligrosa para el equilibrio geopol¨ªtico de la regi¨®n, a la vez que constituye una zancadilla diplom¨¢tica a la OUA, la cual no ha reconocido al llamado ?Frente de Liberaci¨®n de la Somalia Occidental?, en el que Etiop¨ªa ve a una simple formaci¨®n del ej¨¦rcito de Mogadiscio.
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