Actualidad de Vicente Aleixandre
Una nueva antolog¨ªa po¨¦tica del gran maestro de la generaci¨®n del 27 acaba de publicarse a¨²n en el marco del cincuenta aniversario de este movimiento, sin duda el m¨¢s importante bloque transformador de la poes¨ªa contempor¨¢nea espa?ola. Leopoldo de Luis realiza aqu¨ª un trabajo excelente, yaque conoce ampliamente la poes¨ªa de Aleixandre y la ha estudiado siempre con una admiraci¨®n y una agudeza retierada.Poeta ejemplar, amigo generoso, Vicente Aleixandre constituy¨® durante much¨ªsimos a?os una gu¨ªa imprescindible y ¨²nica para las nuevas generaciones que crecieron en penumbras y encontraban en su obra y en su magisterio cordial una fuente incontaminada donde aprender. Junto a la monumentalidad de su poes¨ªa, constantemente en evoluci¨®n (desde el surrealismo tel¨²rico de Pasi¨®n de la tierra hasta la meditaci¨®n profunda de sus Di¨¢logos del conocimiento), y a la dignidad inc¨®lume de su exilio interior, Aleixandre ha sido siempre el poeta de las puertas abiertas al que todos hemos ido a buscar un poco de su sabidur¨ªa.
Antolog¨ªa po¨¦tica
Vicente Aleix¨¢ndre. Estudio previo, selecci¨®n y notas de Leopoldo de Luis. Alianza Editorial. Madrid, 1977
Hoy, cuando releemos con perspectiva la obra po¨¦tica de Aleixandre, comprendemos la enorme importancia que tiene cada uno de sus libros y el poderoso influjo que ejercieron en su momento sobre el depauperado panorama po¨¦tico peninsular. El destello grande, el mismo que se hab¨ªa apagado con la muerte o el destierro de sus compa?eros de generaci¨®n, permanec¨ªa incesante y vivo en Aleixandre. Y las nuevas generaciones conocen bien esa llama en la que pudieron alimentarse y recuperar el paso perdido. Es en Pasi¨®n de la tierra y en Espadas como labios, en La destrucci¨®n o el amor, y en Poemas del conocimiento donde encontramos el tono m¨¢s alto de la poes¨ªa espa?ola, s¨®lo comparable al mejor Cernuda o a algunos momentos del siempre olvidado Larrea. Y es en esos nombres, y no en otros, en los que crece la mejor poes¨ªa joven que ha sabido desterrar la sequedad y el anacronismo inagotable de aquella poes¨ªa de posguerra inspirada en la llaneza de Machado y en el tremendismo m¨¢s apasionado. Sin Aleixandre, sin su foco resistencia, hubiera sido dif¨ªcil, por no decir imposible, la afloraci¨®n singular de C¨¢ntico -aquella revista isla dentro de las corrientes en uso- o la m¨¢s reciente aparici¨®n de obras cimentadas en la recuperaci¨®n consciente de una tradici¨®n que fue alegremente desechada por los que desnaturalizaron y vulgarizaron un g¨¦nero en pos de una supuesta humanizaci¨®n que a¨²n nadie ha podido explicarnos en qu¨¦ consiste.
La actualidad de Aleixandre no es nueva, ha sido una realidad permanente a lo largo de estos cuarenta a?os, y hoy est¨¢ reclamando un reconocimiento m¨¢s amplio que supere el incondicional c¨ªrculo de sus lectores y amigos. Por gratitud y por lealtad a los principios m¨¢s elementales, quienes hemos sido favorecido, por su magisterio -y -somos legi¨®n- debemos recordarlo, ya que vivimos momentos de reconsideraci¨®n y balance. Esta antolog¨ªa de Leopoldo de Luis es un acercamiento m¨¢s a su obra y como tal merece nuestro reconocimiento, es el primer paso para el ne¨®fito que podr¨¢ luego extenderse a cada uno de los libros del poeta, y es tambi¨¦n una nueva llamada de atenci¨®n para quienes conocen y quiz¨¢ han olvidado con ligereza que Vicente Aleixandre es el gran poeta que Espa?a guarda y que el mundo ya adivina. No en vano su nombre circula con insistencia desde hace algunos a?os a la hora imprecisa de la concesi¨®n de los premios Nobel de Literatura. Quiz¨¢ en tonces, cuando el reconocimiento sea universal, no faltar¨¢n las henchidas ex¨¦gesis del silencios poeta que volver¨¢ a recibirnos con su sonrisa id¨¦ntica.
Babelia
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