Frente ¨²nico de los ecologistas espa?oles para la defensa del medio ambiente
Hay una gran confusi¨®n sobre lo que es el Movimiento Ecologista en Espa?a. Su complejidad hace imposible una definici¨®n, pero lo que s¨ª parece estar bien claro es que el ecologismo no es una nueva ideolog¨ªa ni los ecologistas un nuevo partido pol¨ªtico. Podr¨ªa hablarse de una actitud vital, latente en todos los seres humanos, que propugna restaurar y mantener el equilibrio natural del ser humano consigo mismo y con su medio ambiente.En las ¨²ltimas d¨¦cadas, el hombre ha transformado su entorno a una velocidad vertiginosa. Su ansia de progreso motiv¨® la puesta en marcha de ciertos planes y tecnolog¨ªas antes de averigurar los efectos finales d e los mismos. Las equivocaciones de este crecimiento alocado, que en Espa?a alcanz¨® niveles de surrealismo, son la causa del deterioro en el que se encuentra nuestro planeta.
La caracter¨ªstica m¨¢s notable de la degradaci¨®n del medio ambiente es la rapidez con la que se est¨¢ produciendo. Es posible que este factor haya sido el culpable de que partidos que tradicionalmente hacen suyas las reivindicaciones populares, no sugieran incorporar a sus programas pol¨ªticos este esp¨ªritu de resistencia a la destrucci¨®n del entorno que caracteriza a los ecologistas. Con ello se les oblig¨®, pr¨¢cticamente, a crear su propia organizaci¨®n. As¨ª naci¨® una nueva fuerza social llamada Movimiento Ecologista, de cuyo empuje y vitalidad hemos tenido diversas demostraciones en los ¨²ltimos meses.
El ecologismo se ha confundido en ocasiones con posturas apocal¨ªpticas, con el retorno a las cavernas, con la negaci¨®n de los avances t¨¦cnicos, pero el af¨¢n de los ecologistas no es ir contra el desarrollo de nuestra civilizaci¨®n sino contra la actuaci¨®n de los que en nombre de un pretendido ?progreso? se apropian de la naturaleza, el medio ambiente y la calidad de vida, y los destruyen seg¨²n sus intereses personales. Cada atentado urban¨ªstico, cada foco de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, ac¨²stica o hidrol¨®gica, cada agresi¨®n al paisaje, a la fauna o a la flora de nuestra geograf¨ªa, fue despertando la conciencia de las personas m¨¢s sensibles a la convicci¨®n de que el hombre no debe romper con la armon¨ªa de la naturaleza, incrustada en nuestro patrimonio gen¨¦tico, por mucho que el actual sistema de vida intente acostumbrarnos a lo contrario. Es en esta actitud en la que los ecologistas se han basado para identificarse y organizarse en diversas, asociaciones que independientemente unas de otras han ido surgiendo a lo largo de los ¨²ltimos diez a?os.
Actualmente, el Movimiento Ecologista es como una ameba que se estira y se retrae seg¨²n las condiciones de cada momento. Es un movimiento de base, espont¨¢neo pero organizado. Surge all¨ª donde surge el atentado ecol¨®gico. No tiene l¨ªderes definidos, ni los necesita, ya que, el protagonismo es de los que luchan. El Movimiento Ecologista que hoy intenta constituirse en una federaci¨®n de todos los grupos ecologistas, no aspira al poder pol¨ªtico, y por tanto, nunca podr¨ªa adoptar la forma de partido, tal como pretendieran un peque?o grupo de oportunistas, ajenos al movimiento ecologista, fundando el llamado Partido Ecol¨®gico con motivo de las ¨²ltimas elecciones al Parlamento. El ecologismo no aspira a ser ideolog¨ªa porque est¨¢ por encima de ellas en su empe?o de unir a los hombres ante la amenaza m¨¢s grave de todos los tiempos: la destrucci¨®n de la Tierra.
Grupos ecologistas espa?oles
Como todo lo que nace espont¨¢neamente, los grupos ecologistas se han multiplicado por todo el pa¨ªs sin que en un principio mantuvieran conexi¨®n entre s¨ª. Cada zona fue constituyendo sus asociaciones propias e independientes. en las que se fueron agrupando personas preocupadas por la degradaci¨®n de la naturaleza.Pioneras fueron Aeorma (Asociaci¨®n Espa?ola de Ordenaci¨®n del Medio Ambiente) fundada en Madrid, en 1970, por un grupo de intelectuales naturalistas, suponiendo la primera alternativa seria a Adena (Asociaci¨®n para la Defensa de la Naturaleza), fundada en 1968 de car¨¢cter eminentemente oficialista, entre cuyos miembros destacaron su primer presidente, don Juan Carlos de Borb¨®n y el actual vicepresidente F¨¦lix Rodr¨ªguez de la Fuente, y que desde su fundaci¨®n se ha caracterizado por intentar defender la naturaleza sin atreverse a atacar frontalmente a quienes la destruyen. Tanto Aeorma como Adena son las ¨²nicas asociaciones de defensa de la naturaleza de car¨¢cter nacional, el resto de los grupos han ido naciendo con un marcado matiz regionalista.
Anan (Asociaci¨®n Navarra de Amigos de la Naturaleza), fundada en 1971 por un peque?o grupo de naturalistas, fue uno de los primeros intentos de defender la naturaleza a escala local. Por aquellas fechas nac¨ªa Ascan (Asociaci¨®n Canaria de Amigos de la Naturaleza) y en 1972 era fundada Ana (Asociaci¨®n Asturiana de Amigos de la Naturaleza). Estos grupos establecieren contacto con otras entidades que ven¨ªan preocup¨¢ndose por el estudio de la naturaleza, tales como la Instituci¨® Catalana d'Historia Natural o diversas comisiones de defensa de la naturaleza de diversos organismos y escuelas universitarias. En 1974 Anan organizaba la I Convenci¨®n Nacional de Asociaciones de Amigos de la Naturaleza. La segunda convenci¨®n tuvo lugar al a?o siguiente en la sede de Ana, en Oviedo. La tercera, cuya organizaci¨®n fue encomendada a Aeorma para el a?o 1976, no lleg¨® a tener lugar al sufrir dicha asociaci¨®n una fuerte crisis interna. El movimiento ecologista estaba en marcha. En 1973 se hab¨ªan fundado Anse (Asociaci¨®n de Naturalistas del Sureste) y Anao (Asociaci¨®n de Naturalistas de Andaluc¨ªa Oriental). En 1974 dieron su primeros pasos Asdeman (Asociaci¨®n Salmantina de Estudios del Medio Ambiente y de la Naturaleza Aexan (Asociaci¨®n Extreme?a de Amigos de la Naturaleza), Gob (Grupo Ornitol¨®gico Balear), Adega (Asociaci¨®n para la Defensa Ecol¨®gica de Galicia), as¨ª como una multitud de comisiones de defensa de la naturaleza de distintas organizaciones culturales y profesionales.
En los ¨²ltimos a?os fueron fundadas diversas asociaciones que han destacado por su gran vitalidad. As¨ª, Depana (Liga para la Defensa del Patrimonio Natural) en Barcelona, Aepden (Asociaci¨®n de Estudios y Defensa de la Naturaleza) y Gato (Grupo Abierto de Ordenaci¨®n del Territorio), ambas en Madrid. Tambi¨¦n Andaluc¨ªa ha experimentado una gran actividad asociativa con la fundaci¨®n de Dema (Defensa del Medio Ambiente), en M¨¢laga, y Andalux y Averroes, en Sevilla.
La culminaci¨®n de este largo proceso asociativo es la que tendr¨¢ lugar con la constituci¨®n de Ia Federaci¨®n del Movimiento Ecologista que intentar¨¢ unir a todos estos grupos, a los que habr¨ªa que a?adir las distintas comisiones de afectados por instalaciones nucleares, as¨ª como las surgidas en defensa de problemas muy concretos, y que tendr¨¢ como meta crear una estructura organizativa capaz de potenciar los esfuerzos individuales de las distintas asociaciones, a la vez que ofrecer un interlocutor representativo y v¨¢lido, de todo el movimiento tanto ante la Administraci¨®n P¨²blica como ante las instituciones privadas.
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