Uribe, Santos y la ¨¦lite empresarial: as¨ª se uni¨® Colombia para hacer frente a la amenaza de Trump
Expresidentes y ministros a izquierda y derecha, m¨¢s el mundo financiero, cerraron filas en torno al Gobierno de Petro para que Estados Unidos no impusiera sanciones econ¨®micas
Ese d¨ªa no pararon de sonar los tel¨¦fonos. Llamadas con tarifas internacionales de Bogot¨¢ a Washington y de Washington a Bogot¨¢. La ¨¦lite colombiana, fragmentada y en continua lucha por conquistar espacios de poder, se uni¨® el domingo en torno a una idea: salvar al pa¨ªs. La orden de Donald Trump de iniciar una guerra comercial contra Colombia, en respuesta a que Gustavo Petro no permitiera aterrizar a dos aviones cargados de deportados esposados de pies y manos, con la cabeza entre las piernas, junt¨® a gente que no se quiere bien, que desconf¨ªa una de otra y que no duda en llamarse enemiga. El canciller Luis Gilberto Murillo, distanciado de Petro por asuntos como Venezuela, llev¨® el grueso de las conversaciones con la Casa Blanca. Pero tanto los expresidentes ?lvaro Uribe como Juan Manuel Santos se comunicaron con viejos conocidos para que las sanciones no llegaran a imponerse. ¡°Fue una especie de unidad nacional¡±, explica alguien cercano a Petro, que vivi¨® lo sucedido en primera persona.
No solo mediaron expresidentes. ¡°Pr¨¢cticamente, todo el que tiene que ver algo con Estados Unidos¡±, contin¨²a la misma fuente. Lo hicieron la excanciller Mar¨ªa ?ngela Holgu¨ªn, la exvicepresidenta Marta Luc¨ªa Ram¨ªrez y la exministra Mar¨ªa Claudia Lacouture. Tambi¨¦n empresarios y grandes financieros. Echaron una mano los cercanos a la ¨®rbita Trump, que lo conocen bien despu¨¦s de haber asistido a congresos internacionales, y avisaban de los pasos que se preparaba a tomar. A pesar de todas las disputas internas, sintieron la necesidad de proteger al pa¨ªs. A muchos les disgust¨® la actitud de Petro, que consideraron provocadora e innecesaria, pero eso quedaba en un segundo plano. Era el momento de unirse bajo una sola idea de naci¨®n. En el Gobierno, lejos de verlo como una intromisi¨®n, agradecieron las gestiones. ¡°En medio de la tensi¨®n y los nervios, fue un d¨ªa emocionante del que se pueden sacar muchos aprendizajes¡±, dicen desde la Casa de Nari?o, la residencia presidencial.
El canciller Murillo tiene hilo directo con Marco Rubio, secretario de Estado, y Mauricio Claver-Carone, enviado especial para Am¨¦rica Latina de la Casa Blanca. Se trata de dos halcones de l¨ªnea muy dura, que desde el primer momento mostraron su desconfianza hacia Petro. Murillo, incluso cuando Petro segu¨ªa arremetiendo contra Trump en X, estaba tranquilo, seguro de que arreglar¨ªa el asunto en unas horas. Para reforzar esta ofensiva diplom¨¢tica, Laura Sarabia habl¨® con Uribe, que tiene buenos contactos entre los republicanos. Varios medios publicaron que ella le pidi¨® que hablase con Rubio, pero eso nunca ocurri¨®, seg¨²n fuentes presidenciales. Uribe ha explicado su participaci¨®n de una manera muy sobria: ¡°Me llam¨® una tercera persona, quien ninguna participaci¨®n tiene en la pol¨ªtica, me dijo que la se?ora Canciller necesitaba urgentemente hablar conmigo (en referencia a Sarabia). Le dije que hiciera una comunicaci¨®n de los tres (Three Line). La se?ora Canciller me dijo que ya ten¨ªan una soluci¨®n que estaban consultando, que hab¨ªa le¨ªdo nuestro comunicado (del Centro democr¨¢tico, su partido). Le dije: ¡®ojal¨¢¡¯. El tema requer¨ªa una soluci¨®n urgente. Termin¨® la comunicaci¨®n¡±.
El uribismo, la corriente ideol¨®gica que toma forma alrededor del expresidente Uribe, mantiene una relaci¨®n privilegiada con el trumpismo, e incluso apost¨® en su d¨ªa por la fallida reelecci¨®n de Trump en el crucial estado de la Florida, de donde es originario Rubio. En su primer periodo, Trump encontr¨® sinton¨ªa con Iv¨¢n Duque (2018-2022), el pupilo de Uribe que antecedi¨® a Petro. Ese Gobierno fue el primero en respaldar la pol¨¦mica candidatura de Claver-Carone cuando Trump lo postul¨® a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), tradicionalmente destinada a un latinoamericano. Claver-Carone fue un interlocutor clave en esta coyuntura. El embajador en Washington, Daniel Garc¨ªa-Pe?a, estableci¨® contacto con ¨¦l para resolver la crisis.
Marta Luc¨ªa Ram¨ªrez fue la vicepresidenta de Duque, y tambi¨¦n su ministra de Exteriores: ¡°Esto se solucion¨® directamente con Claver-Carone. Le dijo al canciller Murillo que las condiciones de Estados Unidos eran no negociables¡±. Ella convoc¨® a exfuncionarios de alto nivel para ver qu¨¦ pod¨ªan aportar, y cree que de esos contactos que se hicieron debe salir un grupo de trabajo que est¨¦ atento a las decisiones en pol¨ªtica exterior del Gobierno respecto a Washington. ¡°Hay que mantener una voz al o¨ªdo de los estamentos de poder p¨²blico y privado en Estados Unidos mientras se acaba la administraci¨®n Petro. Desafortunadamente, no es improbable que el presidente vuelva a cometer otra operaci¨®n suicida monumental¡±, opina la ex vicepresidenta.
¡°Estuvimos a punto de lanzarnos al vac¨ªo, era como un suicidio desde el punto de vista econ¨®mico¡±, advierte el presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Empresarios de Colombia, ANDI, Bruce Mac Master, sobre ese domingo de v¨¦rtigo, del que destaca, sin embargo, la reacci¨®n del equipo diplom¨¢tico del Gobierno. La ANDI solicit¨® formalmente a la Presidencia activar todos los canales diplom¨¢ticos y suspender las peleas ¡°polarizadas y muy inmaduras a trav¨¦s de las redes sociales¡±, para considerar la verdadera dimensi¨®n de lo que estaba sucediendo. Los empresarios advirtieron las enormes vulnerabilidades de Colombia, que van m¨¢s all¨¢ del tema comercial o de exportaciones, y tienen que ver con la inflaci¨®n, el desempleo, la financiaci¨®n, los mercados de capitales, la tasa de cambio o las remesas, entre muchas otras cosas. ¡°Al tiempo, nosotros activamos tambi¨¦n la conversaci¨®n con el Gobierno norteamericano para que ellos abrieran la puerta a la conversaci¨®n con el Gobierno colombiano¡±, relata el dirigente gremial.
En simult¨¢neo, el Gobierno hac¨ªa el an¨¢lisis de las implicaciones que tendr¨ªan los aranceles del 25%, las restricciones de visas y las dem¨¢s amenazas de Trump. El panorama era ¡°devastador¡± para Colombia, advierten fuentes enteradas de esos di¨¢logos. Afortunadamente, el equipo diplom¨¢tico entendi¨® bien la dimensi¨®n del problema, valora Mac Master. ¡°Una parte importante de su gesti¨®n consisti¨® en hacerle caer en cuenta al presidente del error inmenso en el cual est¨¢bamos cayendo, y de las potenciales consecuencias de su actitud¡±, se?ala. Los buenos oficios desde distintas orillas ya estaban muy encaminados cuando Sarabia, la canciller designada, escribe el mensaje en el que llama a la calma, sobre las seis de la tarde. Hab¨ªa un acuerdo total en la necesidad de solucionar la crisis lo antes posible, pues de lo contrario se corr¨ªa el riesgo de llegar al lunes, cuando abren los mercados cambiarios y se materializar¨ªan las amenazas de los dos presidentes. ¡°Aqu¨ª se uni¨® todo el mundo para defender esa relaci¨®n. Eso deber¨ªa decirle mucho al Gobierno nacional de la importancia de los lazos entre Colombia y Estados Unidos no para unos pocos, sino para todos¡±, subraya una fuente que estuvo en la primera l¨ªnea de las gestiones en ambas capitales.
¡°La diplomacia es el ¨²nico camino para mantener una buena relaci¨®n entre los dos pa¨ªses¡±, concluye a manera de lecci¨®n la presidenta de la C¨¢mara Colombo Americana (AmCham), Mar¨ªa Claudia Lacouture, quien tambi¨¦n fue ministra de Comercio en el Gobierno de Juan Manuel Santos. ¡°Puede haber acuerdos, coincidencias y tambi¨¦n diferencias, pero lo importante es que se tramiten por los canales diplom¨¢ticos. Las tensiones van a seguir, y el riesgo de una crisis sigue latente¡±, advierte. En el horizonte se asoman futuras turbulencias como una posible descertificaci¨®n en la lucha antinarc¨®ticos ¨Calgo que no ha ocurrido desde el Gobierno de Ernesto Samper (1994-1998)¨C, o una revisi¨®n del acuerdo comercial entre Colombia y Estados Unidos. ¡°No podemos improvisar. La relaci¨®n requiere una hoja de ruta clara, definida¡±, destaca Lacouture al insistir en privilegiar el di¨¢logo, la sensatez y la diplomacia: ¡°No caben las divisiones, ni mucho menos los oportunismos pol¨ªticos¡±.
Tambi¨¦n se desplegaron puentes con el expresidente Juan Manuel Santos, aunque su equipo no ha querido especificar a este peri¨®dico cu¨¢l fue su papel en concreto. El canciller Murillo fue ministro de Ambiente con Santos, y suele insistir en que le guarda gran aprecio a pesar de las duras cr¨ªticas que le ha lanzado recientemente por cuenta del manejo de las relaciones con la vecina Venezuela. Las consultas del equipo encomendado por Petro tambi¨¦n incluyeron a otra destacada ministra del gabinete de Santos, Mar¨ªa ?ngela Holgu¨ªn. Ella es la persona que durante m¨¢s tiempo ha ocupado el Palacio de San Carlos, la sede de la Canciller¨ªa, ya que fue la jefa de la diplomacia colombiana durante los dos periodos del expresidente, un total de ocho a?os muy dif¨ªciles de igualar. Fue justamente en esos tiempos cuando muchos pa¨ªses le dejaron de exigir visa a los colombianos, un tema particularmente sensible en el pa¨ªs, aunque el requisito se mantuvo para Estados Unidos. Ahora tocaba trabajar juntos en un problema que requer¨ªa de una soluci¨®n inmediata. Los pol¨ªticos y empresarios, por una vez, se unieron y consiguieron convencer a Estados Unidos de que era innecesario abrir una guerra comercial. Este triunfo no tiene un solo due?o.
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