La pareja en escena
Todo lo que conocemos, entre nosotros, del norteamericano Sumner Long es esta comedia. No hay ning¨²n antecedente de su trabajo. Y, sin embargo, nada m¨¢s lejos del natural titubeo del debutante que este pulso firme, claro, seguro y esta escritura matizada de Pijama de seda. A ratos parece un centroeuropeo y a veces un sutil y tolerante autor franc¨¦s. En todo caso es un buen observador, un meditabundo sicol¨®gico y, por supuesto, un gran hombre de teatro.La pulida superficie de esta comedia se entreabre una y otra vez para revelar las tensiones sentimentales, tanto generosas como ego¨ªstas, que caracterizan el m¨¢s tradicional y fascinante de los temas teatrales: la relaci¨®n de una pareja. En este caso la pareja est¨¢ formada por una mujer madura, casi abandonada, y un impetuoso buenazo, primario, ilusionado, de modesta extracci¨®n social. La comedia no pretende aleccionar sino mostrar. Nada menos. Tampoco es un arco crispado de propuestas ol¨ªmpicas. Su tono es quieto, sus situaciones carecen de toda violencia, su di¨¢logo no tiene un s¨®lo chirrido. Pero estas limitaciones confieren a Pijama de seda un extraordinario ajuste entre la propuesta y la realizaci¨®n. Comedia corta. Comedia perfecta. Comedia lenta. Comedia como una clase sobre la inagotable modulaci¨®n de los sentimientos humanos.
Pijama de seda
Autor: Sumner A. Long. Director: Ra¨²l Rossi. Escen¨®grafo: Rodolfo Renzo. Int¨¦rpretes: Susana Campos, Rudy Carrie y Ra¨²l Taibo. Teatro Arlequ¨ªn.
As¨ª pues, lo que pasa es de muy relativo inter¨¦s. El c¨®mo pasa es un ejercicio de alta virtuosidad. Susana Campos, la dama solitaria, trasluce la dolorida y silenciosa situaci¨®n de su abandono, su nueva ilusi¨®n, su resignaci¨®n final. No sali¨® de los tranquilos tonos, la media voz culta, el apunte gestual, la sinceridad rigurosa y la ternura contenida. Rudy Carrie, excelente actor, vivaz actor, caluroso y risue?o, incluso con tendencia a pasarse y sobreactuar, inund¨® el espacio de simpat¨ªa y cordialidad. La relaci¨®n entre la pareja de int¨¦rpretes, relaci¨®n muy estudiada ofrece el aspecto de una integraci¨®n esc¨¦nica solid¨ªsima. La comedia, parece, trae un rodaje largo. Se nota en la aparente facilidad del trabajo, en la absoluta clarificaci¨®n del subtexto, en la pronta instalaci¨®n del tema y en la densidad del an¨¢lisis sentimental. El trabajo del director es excelente aunque alguna que otra vez se le escape Rudy Carrie, arrastrado por su facilidad histri¨®nica y aunque sea dif¨ªcil adivinar qu¨¦ diablos de clima andaba buscando el heter¨®clito decorador.
La lecci¨®n de esta compa?¨ªa, la lecci¨®n mayor, reside en el admirable abandono de toda crispaci¨®n. La pareja se mira, se oye, se conecta impecablemente. No tiene una sola arista la versi¨®n de Cortabarr¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.