Temin¨® la huelga de controladores a¨¦reos

Tras d¨ªa y medio de caos en los aeropuertos espa?oles, los controladores a¨¦reos decidieron ayer dar por finalizada la huelga de celo que comenzaron a las diez de la ma?ana del viernes. El acuerdo se logr¨® tras las intensas negociaciones mantenidas entre el ministro del Transportes y Comunicaciones, Jos¨¦ Llad¨®, y los representantes provinciales de los controladores, quienes recibieron un telegrama del Ministerio convocando con toda urgencia su desplazamiento a Madrid.Pese al acuerdo, durante todo el fin de semana no podr¨¢ hablarse de absoluta normalidad en los aeropuertos, ya que se precisa un reajuste en las salidas y llegadas de los vuelos, cuyo horario normal se ha visto afectado por las irregularidades de las ¨²ltimas 38 horas.

Los controladores que se entrevistaron con el ministro han declarado que la huelga de celo ha resultado muy positiva, ya que han conseguido que se d¨¦ car¨¢cter de urgencia a la tramitaci¨®n necesaria para la publicaci¨®n en el Bolet¨ªn Oficial del Estado de su reglamentaci¨®n jur¨ªdica, reivindicaci¨®n por la cual estall¨® el conflicto. Durante la reuni¨®n con el se?or Llad¨®, ¨¦ste expuso lo avanzado de las negociaciones con el Consejo de Estado, organismo que debe dar su aprobaci¨®n a la reglamentaci¨®n antes de que ¨¦sta pase al Consejo de Ministros. El se?or Llad¨® se comprometi¨® adem¨¢s a que en la pr¨®xima reuni¨®n del Gabinete ministerial, a celebrar posiblemente el viernes, se proceder¨¢ a la aprobaci¨®n definitiva del texto, que cuenta ya con el visto bueno del Ministerio de Transportes y el Ministerio de Defensa. La soluci¨®n al problema de los controladores es, pues, cuesti¨®n de d¨ªas, debido a lo cual ¨¦stos han decidido restablecer la normalidad. El nuevo cuerpo, de car¨¢cter exclusivamente civil se denominar¨¢ oficiales de tr¨¢nsito a¨¦reo.

Las consecuencias de la breve huelga de celo, aunque positivas para sus protagonistas, han resultado desastrosas para las compa?¨ªas de aviaci¨®n y, principalmente, para los viajeros, mudos testigos de las desavenencias de los controladores con la Administraci¨®n.

Se contaron por miles las personas que hubieron de esperar durante largas horas en las dependencias de los aeropuertos, muchas sin saber si su avi¨®n iba a partir. Los viajeros iban de mostrador en mostrador solicitando informaci¨®n sobre sus vuelos y en las pizarras electr¨®nicas se anunciaban las demoras, de dos. cuatro y hasta once horas, o las cancelaciones de los vuelos. Los bancos de espera de los aeropuertos de Barajas y el Prat, en Barcelona se convirtieron la noche del viernes en rudimentarias camas donde los sufridos viajeros dorm¨ªan mientras aguardaban su aviso de embarque.

La compa?¨ªa Aviaco suspendi¨® veintisiete vuelos, Iberia 36, de los cuales cinco pertenec¨ªan al puente a¨¦reo Madrid-Barcelona y siete a vuelos Internacionales, entre ellos los destinados a T¨¢nger y a Munich. En otros casos, para ahorrar combustible en las demoras, se fletaron aviones de mayor capacidad de la normal, acogiendo a los pasajeros de horarios distintos pero id¨¦ntico destino. En general, Iberia dio preferencia a las l¨ªneas que ten¨ªan dif¨ªcil alternativa de transporte por superficie. En Barcelona, se cancelaron los vuelos de Bilbao, Granada, Pamplona y Palma de Mallorca, as¨ª como los que iban a Zurich y D¨¹sseldorff.