Espa?a gan¨® a Suiza, pero no convenci¨®
Espa?a gan¨® a Suiza tras un primer tiempo p¨¦simo mejorado bastante en la segunda mitad. El juego de los espa?oles durante los primeros 35 minutos fue poco menos que un recital de desaciertos, que tuvieron por causa sobre todo la mala disposici¨®n t¨¢ctica de los jugadores. En la segunda mitad, a favor del hundimiento f¨ªsico de los suizos, Espa?a jug¨® mejor; hizo incluso veinte minutos de f¨²tbol bello, y en el resto del tiempo fue superior y gan¨® con merecimiento.Muy malo el primer tiempo de los espa?oles. El planteamiento o era err¨®neo o no result¨®. Suiza juega ¨²nicamente con dos hombres en punta, Elsener y Risi, Kubala dispuso que los marcaran Migueli y Camacho. Junto a ellos Pirri quedaba como l¨ªbero Ben¨ªtez, libre de tareas defensvas, quedaba para jugar en la l¨ªnea med¨ªa y apoyar la. delantera por la banda derecha. Junto a ¨¦l formaban en la l¨ªnea media Asensi, Churruca y Leal. La van guardia quedaba compuesta por Dani, Satr¨²stegui y L¨®pez Ufarte, si bien ¨¦ste ten¨ªa la misi¨®n de retrasarse algo para colaborar en la media.
El planteamiento acaso no fue acertado. Hab¨ªa un exceso d hombres en el centro del campo y por ello no pod¨ªan moverse con soltura. El asunto adem¨¢s, se agravaba por el hecho de que Churruca el hombre por el que m¨¢s balones pasaban, entreten¨ªa mucho el juego.
Cuando Suiza contraatacaba, sol¨ªa escoger la banda derecha para sus correr¨ªas. Ni Leal ni Churruca se mostraron lo bastante sacrificados como para tapar este hueco, y Suiza encontr¨® por ah¨ª bastantes facilidades para amenazar la meta de Arconada. Camacho y Migueli marcaban bien a los dos hombres punta, pero eso no sirvi¨® de nada si por su izquierda entraba libre de marcaje alg¨²n hombre, que hac¨ªa salirse a Pirri de su posici¨®n de libero y creaba desconcierto en el ¨¢rea espa?ola. As¨ª, ocurri¨® que en la primera partieran m¨¢s frecuentes las situaciones de peligro para la meta de Arconada que para la de su, colega suizo. En realidad, las mejores ocasiones de Espa?a en el primer tiempo llegaron en sendos tiros de Camacho, un jugador que parece encontrarse en un momento especial de inspiraci¨®n, en especial en lo que se refiere a tiro a puerta. Espa?a dio una mala impresi¨®n como conjunto en toda esta primera parte, y no fue extra?o que Suiza se retirara al descanso con un gol de ventaja conseguido muy hacia el final.
Hubo s¨®lo dos cambios, aparte del portero, al comenzar la segunda parte. En principio, no tendr¨ªan que influir decisivamente en el juego, puesto que fueron los de hombres de misiones muy tipificadas (Ramos por Ben¨ªtez, en el te¨®rico lateral derecho y Rub¨¦n Cano por Satr¨²stegui en el eje del ataque), pero s¨ª influyeron en la forma de jugar de Espa?a. O acaso influy¨® m¨¢s todav¨ªa la posible rega?ina de Kubala a sus jugadores en el descanso . El caso es que Espa?a sali¨® a jugar con otro aire. Churruca y Leal atendieron mucho m¨¢s al marcaje de lo que hab¨ªan hecho hasta entonces, y todos en general corrieron m¨¢s, buscaron m¨¢s los espacios libres y el panorama se despej¨® mucho.
El gol del empate termin¨® de animar a los espa?oles y de hundir a los suizos, a quienes se les not¨® en toda la segunda mitad que s¨®lo son semiprofesionales, porque su condici¨®n f¨ªsica no les permiti¨® mantener el mismo ritmo durante los ¨²ltimos 45 minutos. Espa?a lleg¨® a bordar un juego preciosista, r¨¢pido y muchas veces inteligente durante los primeros veinte minutos de la segunda mitad. Fueron los minutos de recreo, pero no hay que olvidar que el rival no estaba poniendo muchas dificultades. El fruto de este juego lleg¨® con el segundo gol. Espa?a, despu¨¦s no quiso mantener el mismo ritmo y se fue apagando un poco..El entrenador suizo introdujo varios cambios para remediar el hundimiento f¨ªsico de su equipo, y eso tambi¨¦n contribuy¨® a nivelar un poco el encuentro, aunque la selecci¨®n espa?ola continu¨® siendo superior.
El ensayo no puede, pese a la victoria, considerarse corno netamente positivo. En el primer tiempo, mientras los suizos estuvieron fuertes, Espa?a apenas hizo nada. En la segunda mitad hubo un juego mejor, pero con ciertas ventajas ofrecidas por parte del rival. Se pudo ver en la primera parte que los jugadores no hab¨ªan terminado de asimilar el esquema t¨¢ctico dispuesto por Kubala, porque los agujeros que se abr¨ªan para los contraataques en los suizos por la derecha eran demasiado ostensibles. En definitiva, que la victoria no debe mover a excesivo optimismo cara a la dificil¨ªsima posibilidad que a¨²n le resta a Espa?a de clasificarse para la fase final del mundial.
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