Argelia resalta la ambig¨¹edad del Gobierno espa?ol sobre el Sahara

Un comp¨¢s de espera lleno de interrogantes es la primera reacci¨®n de los observadores pol¨ªticos argelinos a la intervenci¨®n hecha por el ministro Marcelino Oreja en el debate sobre pol¨ªtica exterior celebrado en las Cortes espa?olas.

Se enfatiza en esta capital el car¨¢cter ambiguo de la expresi¨®n ?f¨®rmula relativa? utilizada por el se?or Oreja a prop¨®sito de la colaboraci¨®n que estar¨ªa dispuesto a ofrecer el Gabinete Su¨¢rez a los partidos pol¨ªticos que han reclamado la denuncia del acuerdo tripartito de Madrid sobre el Sahara Occidental.Tras poner de relieve la exigencia expresada por el PSOE, PCE y PSP para que el Gobierno espa?ol reconozca al Polisario como ¨²nico representante leg¨ªtimo del pueblo saharaui, la emisora nacional argelina subray¨® que el jefe de la diplomacia espa?ola rechaz¨® tajantemente denunciar los acuerdos firmados en 1975 con Marruecos y Mauritania, que aqu¨ª se consideran como una traici¨®n hist¨®rica.

A pesar de que el ministro de Asuntos Exteriores de Espa?a reiter¨® que su Gobierno se siente ligado a los principios de la carta de las Naciones Unidas, no es probable que el enunciado de esos t¨¦rminos disipe el resquemor que ha producido en Argel el tono general de sus declaraciones.

Para los observadores de este pa¨ªs la pol¨ªtica exterior espa?ola continuarla dando pruebas de carencia de personalidad en el contexto de las relaciones globales de Madrid con el norte del continente africano.

Un error en el que habr¨ªa ca¨ªdo el Gobierno Su¨¢rez ser¨ªa persistir en una actitud est¨¢tica por considerar que desde el instante en que los ¨¢rabes ?est¨¢n condenados a entenderse?, el inter¨¦s de Espa?a es no manosear la' erupci¨®n cut¨¢nea heredada de la ¨¦poca Arias. Ese se?alamiento es estimado aqu¨ª ajeno al car¨¢cter pragm¨¢tico en el que se desenvuelven actualmente las relaciones hispano-argelinas.

En las esferas de la canciller¨ªa argelina se ha declarado que no se considera que la posici¨®n oficial. espa?ola sobre el Sahara deba ser condicionada en t¨¦rminos de relaciones bilaterales de Madrid con Argel y Rabat sino que se trata de un caso de autodeterminaci¨®n y descolonizaci¨®n claramente reconocido por la ONU.

En todo caso, si la cuesti¨®n sahajaui debe afectar a los intereses pol¨ªticos y econ¨®micos espa?oles, Madrid debiera percatarse que son, sus relaciones con todo el continente africano las que est¨¢n en juego, a?aden esos medios.