El primer ¨¢lbum de "Veneno" al asalto de las conciencias

De cuando en cuando surge algo en nuestro panorama d¨ªscogr¨¢fico que merece una atenci¨®n detenida. En esta ocasi¨®n, ese algo es un nombre: Veneno.Veneno es un grupo gloriosamente desconocido, un grupo que apenas ha roto aguas y que nos presenta su primer LP m¨¢s que nada para sorprendernos, para asustar un poco nuestros acomodados h¨¢bitos.

Veneno ha venido y nadie sabe c¨®mo ha sido. Un guitarra, Raimundo Amador, y un cantante, Quico. Para el caso y a lo que vamos, unos perfectos indocumentados. Indocumentados que llevan en sus letras y en su m¨²sica el ¨²ltimo p¨¢lpito libertario y cachondo, aquella vitalidad que cre¨ªamos perdida en cualquier esquina del tedios o juego consumo /asimilaci¨®n.Son las letras: El calor me mata, La lluvia me pervierte, Cuando nieva en Sevilla, Me gusta verte, y en su m¨²sica tambi¨¦n. Una m¨²sica que como dice Diego A. Manrique en su entusiasta presentaci¨®n del LP, se halla construida por Raimundo, ?ese asombroso. arquitecto gitano que va trazando arabescos en el aire con su guitarra asesina?. ?Qui¨¦n puede comenzar a estas alturas una canci¨®n diciendo que me junto con toda clase de delincuentes, unas veces comen en fr¨ªo y otras en caliente. En esta racha de pertinaz sequ¨ªa creativa encontrar gente como Veneno o como Ramonc¨ªn (Marica de terciopelo, Ponte las gafas, Pinchazo de ciudad, etc¨¦tera) suponen un aire nuevo, no s¨¦ si refrescante o hediondo, pero en todo caso revitalizador.

Tal vez no sean perfectos, tal vez Quique desafine como un Dylan borracho con creces de Pau Riba, pero su desmadre visceral no puede estar siempre atado por tonalidades. El LP es una muestra perfecta del dadaismo rock-aflamencado y as¨ª hay que rechazarlo o incorporarlo.