Veinte mil j¨®venes inician un proceso contra la represi¨®n en Italia
Despu¨¦s de una primera jornada tranquila, salpicada de algunos incidentes aislados y cinco arrestos por tenencia de armas, los casi 20.000 j¨®venes aut¨®nomos reunidos en Bolonia iniciaron ayer el proceso contra la represi¨®n. Los colectivos aut¨®nomos, sin embargo, no han logrado a¨²n establecer una l¨ªnea com¨²n de debate. El movimiento aparece dividido tanto en el an¨¢lisis del problema de la represi¨®n como en el m¨¦todo.
La Asamblea de la Autonom¨ªa abri¨® ayer sus trabajos, en un clima pol¨¦mico y con una ciudad en calma, donde m¨¢s de 6.000 polic¨ªas vigilan atenta y discretamente. Paralelamente, en toda la ciudad se celebran mini-asambleas, m¨ªtines, concentraciones o meros happening festivos, con m¨²sica y doctrina a partes iguales.Algunos consideran que se est¨¢ produciendo lo que se tem¨ªa: hay una fractura entre los aut¨®nomos, quienes, a falta de una disciplina, no logran dar a sus reuniones una l¨ªnea precisa. Se diluyen las discusiones y se llega, incluso, a ¨¢speros choques verbales entre los partidarios de estrategias radicalizadas, los extremistas que prop¨²gnan la ?lucha armada? y la ?violencia como sistema contra el sistema?.
Otros son los que defienden los m¨¦todos ?pol¨ªticos?, el uso de la dial¨¦ctica en lugar de las temidas pistolas P-38, de las que la polic¨ªa efectu¨® ya varios secuestros en Bolonia.
En este ¨²ltimo sector se encuadran aquellas organizaciones de la ultraizquierda, que hoy se consideran ya tradicionales, como el Partido Democr¨¢tico para la Unidad Proletaria (PDUP), pr¨¢cticamente en el ¨¢rea del parlamentarismo y la vida pol¨ªtica institucional. Sin entrar, a¨²n en esta ¨¢rea, quedan otros, como Avanguardia Operaia, Lotta Continua o Cristianos para el Socialismo, que los aut¨®nomos rechazan bruscamente.
Pero, en cualquier caso, aut¨®nomos y no aut¨®nomos tienen un punto de convergencia: la ofensiva contra el Partido Comunista, que seg¨²n el l¨ªder de Lotta Continua, Mimmo Pinto, " ?se ha puesto de la otra parte?, es decir, como ?un partido de defensa de la democracia burguesa?.
En los discursos, se mezclan los gritos con la teor¨ªas, y los organizadores intentan aislar a los ?provocadores?, es decir, aquellos que aprovechando los momentos de tensi¨®n en el Palacio de los Deportes, lanzan inmediatamente la idea de ?gestos ejemplares?, de manifestaciones callejeras u ocupaciones de establecimientos p¨²blicos.
Se multiplican, a medida que llegan nuevos contingentes de ?congresistas?, con motivo del fin de semana, los problemas log¨ªsticos. Desde el alojamiento -m¨¢s de 3.000 j¨®venes durmieron en la noche del viernes en la plaza Mayor de Bolonia- a la alimentaci¨®n, a pesar de que las cooperativas agrarias se multiplican por facilitar co midas a precios asequibles.
Por el momento, en Bolonia no pasa nada. Ni en la calle, con gran satisfacci¨®n de las autoridades que viven en estado de emergencia permanente, ni en el Palacio de los Deportes, donde las divisiones internas de los aut¨®nomos hace que se atomicen los esfuerzos por que de la autonom¨ªa salga lo que nos consideran como un movimiento que cubra el espacio que el Partido Comunista en busca de ¨¢reas m¨¢s socialistas, ha dejado vac¨ªo a su izquierda.
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