La astrof¨ªsica, escasa de medios en la Universidad espa?ola

El conocimiento del origen, evoluci¨®n y estructura de los cuerpos celestes, fin ¨²ltimo de cualquier investigaci¨®n en el "campo de la Astrof¨ªsica, constituye uno de los aspectos fundamentales de la Ciencia de nuestro tiempo y puede situarse, por su importancia, en la elaboraci¨®n de una concepci¨®n cient¨ªfica del Universo y en el progreso de las ideas filos¨®ficas; en el mismo plano que otras cuestiones capitales, como el origen de la vida, los mecanismos que gobiernan la herencia, etc¨¦tera. Los objetos celestes emiten radiaci¨®n y materia cuya observaci¨®n constituye nuestra ¨²nica fuente de conocimiento. Al contrario de lo que ocurre con otras parcelas de la Ciencia, la Astrof¨ªsica es esencialmente pasiva desde el punto de vista observacional. Esto es, no puede extraerse una, muestra del Sol o de las estrellas para analizarla en el laboratorio. Tampoco es posible reproducir en la Tierra las condiciones que reinan en los objetos celestes. De la informaci¨®n enviada por los astros, s¨®lo nos llega una proporci¨®n muy peque?a que, sin embargo, ha sido suficiente para revelarnos la estructura compleja del Universo, donde la mayor parte de la materia aparece ,distribuida en objetos cuyas dimensiones var¨ªan desde algunos kil¨®metros hasta centenares de a?os luz; con densidades comprendidas entre algunos ¨¢tomos por cent¨ªmetro c¨²bico y millones de veces la densidad del agua. Estos sistemas son la sede de fen¨®menos todav¨ªa mal conocidos, cuyo estudio, como en elcaso de los objetos colapsados, nos lleva a los l¨ªmites mismos de la F¨ªsica y evolucionan a lo largo de per¨ªodos que son miles de veces superiores a la presencia del hombre sobre nuestro planeta. Para cumplir sus formidables objetivos, la Astrof¨ªsica debe mejorar por un lado la interpretaci¨®n de los datos mediante la ayuda de la F¨ªsica Te¨®rica y los avances recientes en otras disciplinas, como la F¨ªsica at¨®mica y nuclear. Y por otro lado, "mejorar y ampliar los mecanismos de recepci¨®n de informaci¨®n. Para ello se construyen grandes telescopios y los correspondientes instrumen tos auxiliares, espect¨®grafos, interfer¨®metros, etc¨¦tera, cuya construcci¨®n obedece a plantea mientos que constituyen un aut¨¦ntico desaf¨ªo a la tecnolog¨ªa m¨¢s avanzada en los campos de la electr¨®nica, ¨®ptica y mec¨¢nica de precision. Para la instalaci¨®n de estos costosos equipos se investigan arduamente los lugares m¨¢s id¨®neos. De esta forma, tras varios a?os de b¨²squeda, se eligi¨® el emplazamiento de uno de los observatorios m¨¢s importantes de Europa, el observatorio hispano alem¨¢n de Calar Alto (Almer¨ªa). Sin embargo, por grandes y perfectos que sean los telescopios instalados en los centros astron¨®micos terrestres, s¨®lo pueden recoger la limitada informaci¨®n:que deja pasar la atm¨®sfera, que act¨²a como un muro con pe que?as ventanas a trav¨¦s de las cuales pasa imperfectamente una peque?a parte de las se?ales emitidas en el Universo. De aqu¨ª la importancia de los sat¨¦lites artificiales, que permiten eludir este obst¨¢culo y complementar la in formaci¨®n recogida desde tierra. En este sentido el sat¨¦lite IUE representa un avance importante. As¨ª pues, sin movernos de Espa?a, desde Villafranca del Castillo (Madrid) podremos observar los objetos celestes en el ultravioleta lejano, desde Yebes (Guadalajara) pueden realizarse observaciones radioastron¨®micas, mientras que desde Calar Alto y el Teide podr¨¢ recogerse informaci¨®n en el dominio ¨®ptico.

Claro es que todas las observa ciones que se realicen requieren despu¨¦s un tratamiento riguroso, con instrumentos de reducci¨®n de datos que han de ser r¨¢pidos y precisos, a fin de que la informaci¨®n obtenida permita unos an¨¢lisis correctos de los fen¨®menos observados. En la realizaci¨®n,de estas ta reas est¨¢n implicados actualmente algunos centros espa?oles, cuyos investigadores deben compaginar la actividad investigadora con la docente, haciendo frente, en ambas, a una gran escasez de medios, ya que la ense?anza de la Astrof¨ªsica requiere laboratorios y centros de observaci¨®n en los cuales el estudiante pueda adquirir la formaci¨®n adecuada y satisfacer al mismo tiempo su afici¨®n por la observaci¨®n astron¨®mica. Actualmente, la Universidad Complutense debe ser una de las pocas universidades europeas con ense?anza de Astronom¨ªa y Astrof¨ªsica que carece de un Observatorio Astron¨®mico Universitario.

Puesto que tenemos buenos observatorios-terrestres y espaciales en Espa?a, deber¨ªa dotarse a los centros universitarios de los equipos instrumentales adecuados para desarrollar dignamente las ense?anzas pr¨¢cticas de la Astrof¨ªsica y potenciar la actividad investigadora en la Universidad.