M¨¢laga y la infancia del genio
Picasso naci¨® el 25 de octubre de 1881 en M¨¢laga, y fue el primer hijo, y ¨²nico var¨®n, del matrimonio formado por do?a Mar¨ªa Picasso y L¨®pez y don Jos¨¦ Ruiz y Blasco, pintor, profesor de la escuela de arte de la ciudad y conservador del museo local. Esto es verdad, y se encuentra en todas las obras de referencia. Pero quiz¨¢ no de mucha informaci¨®n al lector, salvo a aquellos espa?oles capaces de evocar la M¨¢laga de los tiempos de Alfonso ( ... ), salvo a aquellos conocedores de las circunstancias econ¨®micas, culturales y sociales de una familia de la clase media en aquella ciudad, y del modo de vivir en Andaluc¨ªa, globalmente considerada, en el pasado siglo ( ... )Jos¨¦ Ruiz pas¨® a vivir en la plaza de la Merced, en el tercer piso de un edificio con dos terrazas. El piso todav¨ªa existe, y, desde 1962 (a?o en que se celebr¨® una gran conmemoraci¨®n de Vel¨¢zquez), en la casa hay una placa recordatoria del nacimiento de Picasso. Actualmente lleva el n¨²mero quince, forma esquina, ya que es la situada en el extremo occidental de la fila de edificios levantados por el se?or Campos. Las fachadas con balcones son uniformes y sus proporciones causan impresi¨®n de sobriedad y sentido,com¨²n. ( ... )Pocos cambios ha habido, y las palomas siguen pos¨¢ndose en los balcones, formando grupos codiciosos y amorosos.(...)
Asimismo, pocos cambios ha habido en la plaza. Muchos de los pl¨¢tanos a cuya sombra el joven Pablo y sus hermanas jugaron, siguen all¨ª, al igual que los recios bancos de piedra construidos para resistir el paso de las sucesivas,generaciones de ni?os que han animado los jardines desde el d¨ªa en que fueron plantados. ( ... ) Hace .noventa a?os los senderos estaban cubiertos de arena. Ahora est¨¢n asfaltados. La arena facilitaba a los ni?os la pr¨¢ctica de un Inmemorial juego infantil, a saber, el trazado de arabescos, aquellas caligr¨¢ficas l¨ªneas con que los ¨¢rabes (a quienes las im¨¢genes estaban prohibidas) decoraban cuanto ca¨ªa en sus ma nos. ( ... )
No cabe duda de que algunos de los primeros Picassos fueron dibujados en la arena de la plaza de la Merced, y como sea que a Picasso no le asustaban las formas vivas, es posible. que aquellos dibujos no fueran est¨¦riles abstracciones. No tard¨® en dominar esa t¨¦cnica, que nunca olvid¨®. Cuando ya era un anciano todav¨ªa comenzaba a dibujar en un punto determinado al. azar, tal como hac¨ªa cuando era un ni?o de corta edad, pasmando a sus primas Concha y Mar¨ªa por el medio de cornenzar el dibujo de un gallo o un perro en el punto que sus primas dijeran -las garras, la cola-, o bien, recortando, de la mis ma manera, formas de papel con las repujadas tijeras de su t¨ªa. ( ... )
Picasso gozaba de una memoria ,prodigiosa, tanto para las formas como para los hechos. Recordaba ,Cu¨¢ndo aprendi¨® a andar, con la ayuda de una caja de galletas, as¨ª como el nacimiento de su hermana, cuando ¨¦l contaba tres a?os. (...)
Pero, a pesar de esta pasmos a memoria, Picasso no recordaba cu¨¢ndo empez¨® a dibujar. En realidad ya dibujaba antes de aprender-a hablar, y las primeras palabras que pronunci¨®, seg¨²n testiffionio de su, madre, fueron ?piz, piz?, que era cuanto pod¨ªa decir de la palabra ?l¨¢piz?. Dibujaba en todo momento, tanto si eraioportuno como si no, especialmente en la escuela., Primero, sus padres lo mandaron a la iglesia parroquial. Lo ¨²nico que aprendi¨® en la escuela fue que los dem¨¢s compa?eros reconoc¨ªan abiertamente que era un ser excepcional, al que no cab¨ªa aplicar las normas generales.(...)
El padre ten¨ªa amplios conocimientos de la artesania de su profesi¨®n, y el hijo, a la edad que a la saz¨®n contaba, dif¨ªcilmente pod¨ªa distinguir entre t¨¦cnica, por una parte, y finalidad de la t¨¦cnica, por otra. En aquellos a?os don, Jos¨¦, no, tan triste cual llegar¨ªa a ser, no tan apaleado por la vida, aparec¨ªa rodeado por el aura del maestro - omnisciente. Muchos a?os despu¨¦s P icasso record¨® cierto cuadro (de su padre) con palomas. Record¨® que se trataba de un cuadro de inmenso tama?o. ?Imagina una jaula con centenares de palomas -dijo a Sabart¨¦s- Miles de palomas, miles y Miles, millones. Estaban posadas en palos, como si se encontraran en un palomar, un palomar inmenso. Este cuadro estaba en elmuseo de M¨¢laga. No he vuelto a verlo.? Sabart¨¦s encontr¨® el cuadro. Las palomas representadas eran nueve. Y se trataba de una tela peque?a.
Picasso nunca tiraba nada, y algunos de los dibujos y pinturas de aquellos tiempos de M¨¢laga han llegado hasta nosotros. Entre estas obras de M¨¢laga, la que est¨¢ considerada como la primera, de 1890-189 1, es una peque?a pintura que representa a un picador. Se trata de un ¨®leo sobre madera (las suaves tapas de cedro de las-cajas de cigarros eran muy ¨²tiles al ni?o a quien rara vez se ofrec¨ªan lienzos), y en ¨¦l se ve a un hombre co.rpulento, de amarillo, montado en un peque?o, miserable y huesudo caballo con los ojos vendados, contra el rojo vivo de la barrera de unaplaza de toros. ( ... ) El caballo va sin peto ( ... ) y el picador ( ... ) est¨¢ firmemente asentado en la honda silla espa?ola.
En sus principios Picasso se muestra a veces infantil, -pero son los principios de un ni?o que, desde el primer momento, avanz¨® hacia una expresi¨®n adulta.Puede muy bien ser que la pas mosamente precoz habilidad acad¨¦mica de Picasso no ahogase su genio es ni?o, sino 1 que sola mente lo ocultase durante un tiem po, ¨¢dormeci¨¦ndolo, dejando que despertara ( ... ), viviendo con ¨¦l du rante el resto de su carrera, lo que constituye un caso casi ¨²nico de supervivencia. Sin la menor duda, en el curso de muchos de sus posteriores per¨ªodos, Picasso produjo pinturas que bien hubieran, podido ser obras de un ni?o pose¨ªdo, un ni?o cuyo genio ?inocente?'( ... ), ajeno a la historia, totalmente, individual, jam¨¢s hubiera muerto.( ... )
Babelia
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