No ha habido nadie m¨¢s nuevo que ?los nueve novisimos?"
Entrevista con Vicente Molina Foix
La comuni¨®n de los atletas es el t¨ªtulo provisional de la novela que est¨¢ terminando Vicente Molina Foix, controvertido nov¨ªsimo, profesor de literatura espa?ola en la Universidad de Oxford, novelista, poeta y cr¨ªtico literario y de arte. Recientemente, la BBC londinense lo llam¨®, como conocedor, para hablar de la poes¨ªa espa?ola, en el ¨¢mbito de una serie radiof¨®nica sobre la cultura de este pa¨ªs, y en la que intervinieron tambi¨¦n, entre otros, Aranguren y el corresponsal de este peri¨®dico, Juan Cruz. Hoy, en EL PAIS, Vicente Molina Foix ofrece una visi¨®n com prometida, descarada y directa de la cultura espa?ola.
No puedo dar una visi¨®n distanciada de la situaci¨®n cultural espa?ola en la medida en que formo parte de ella, como poeta, desde la aparici¨®n de los nov¨ªsimos, y como novelista, con el Museo provincial de los horrores y, m¨¢s tarde, con Busto, que fue premio Barral. Creo que el panorama sigue igual que entonces: entonces los nov¨ªsimos eran lo m¨¢s nuevo. Castellet quiso presentarlos como una renovaci¨®n po¨¦tica frente a la generaci¨®n de los cincuenta (Brines, Barral, Valente, Claudio Rodr¨ªguez), que ya supon¨ªan un cambio frente a la poes¨ªa social. Creo que el primer malentendido fue pensar que los nueve nov¨ªsimos eran los m¨¢s valiosos. Sin embargo, creo que otros poetas que no estaban en la antolog¨ªa pero que podr¨ªan haber estado, gran parte de un parecido esp¨ªritu, y pienso, por ejemplo, en Villena, en Barnat¨¢n, en el Ull¨¢n de entonces, en Antonio Colinas, que representan ahora, siguen representando, lo m¨¢s interesante en la poes¨ªa actual. Hay, desde luego, mayores muy v¨¢lidos: Vicente Aleixandre, que sigue siendo una figura capital-, Valente o Barral. En resumen, no creo que haya habido, despu¨¦s de los nov¨ªsimos, ni grupo ni voz individual que haya supuesto ruptura con los nueve. -Se dice que la antolog¨ªa de Castellet, que hizo tanto esc¨¢ndalo, la fabric¨®. en realidad, Pere Gimferrer.
-No, es falso. La selecci¨®n fue colegiada, de alguna manera la hicimos entre todos. En mi caso, no hab¨ªa publicado ni un poema, y creo que Gimferrer o Az¨²a hablaron de m¨ª a Castellet, que, en una fiesta de Jaime Salinas, me pidi¨® el libro in¨¦dito. Castellet nunca da opiniones, es muy diplom¨¢tico, pero yo me imagino que me incluy¨® porque le serv¨ªa de referencia, yo era, de alguna manera, lo que el cre¨ªa que era la renovaci¨®n nov¨ªsima: ilustraba sus puntos de vista. Colinas, por ejemplo, no mencionaba a Mae West... Por otra parte, yo estaba,a punto de publicar mi primera novela, as¨ª que era de los poetas novelistas que no cre¨ªan en g¨¦neros. Su tesis. Efectivamente, algunos, de los nueve hicimos novela con m¨¢s o menos fortuna. Panero ha sido el ¨²ltimo en llegar a la narrativa. Ha escrito ese libro de cuentos que a m¨ª no me gusta nada.
-Hablando de novelas, ?cu¨¢l le parece que es el panorama actual de la narrativa en Espa?a?
-Se habla de crisis de novela. Creo que crisis es una palabra acomodaticia. No es serio hablar de crisis cada temporada. En Espa?a ha habido buenas novelas: por ejemplo, las de Benet, el Mari Tribune de Hortelano, muy interesante. Adem¨¢s, hay gente importante, m¨¢s j¨®venes: Javier Mar¨ªas Augusto Mart¨ªnez Torres -que, aunque a nadie le gusta, a m¨ª me interesa- y Alvaro Pombo. Mientras salgan estos libros no puede hablarse de crisis.
-El cambio pol¨ªtico, ?traer¨¢ cambios literarios?
-Creo que la muerte de Franco se nota a otros niveles, pol¨ªticos, vitales. La poes¨ªa asimila muy lentamente estos. cambios Ahora hay una mala poes¨ªa que habla de pol¨ªtica, pero los verdaderos efectos se ven siempre lenta y tard¨ªamente. En el cine, en cambio, la libertad es b¨¢sica. Es impensable, por ejemplo, un fen¨®meno como el destape en literatura ... Cambian, claro, a nivel de distribuci¨®n y venta, pero no nota al de la escritura m¨¢s que a largo plazo. -
?C¨®mo ve la cr¨ªtica literaria espa?ola?
-Eso no existe en Espa?a. Dime d¨®nde est¨¢, y te dir¨¦ quien es. Hay cosas aisladas, pero yo siento la cr¨ªtica como grupos homog¨¦neos: que haya alg¨²n buen cr¨ªtico no significa nada. No hay ninguna revista que defienda planteamientos est¨¦ticos determinados,- que proponga l¨ªneas literarias, estemos o no de acuerdo con ellas, que defienda a unos escritores frente a otros, etc¨¦tera. No hay grupos, ni voces, ni l¨ªneas, ni programas literarios... La cr¨ªtica es, en general, conservadora y tiene dos vicios: primero, la contemporizaci¨®n. Lee las cr¨ªticas a los ¨²ltimos libros, por ejemplo, de Cela y Delibes, malos como casi todos los de ellos. Los cr¨ªticos contemporizan en un 80%. El otro veinte es, el ataque mal hecho: chistoso. Yo he tenido los dos tipos. En mi caso, la cr¨ªtica contemporizadora era m¨¢s cauta, por ser m¨¢s dif¨ªcil, y luego, el sainete cr¨ªtico, los, chistecitos sin hablar del libro. Los cr¨ªticos espa?oles son perezosos mentales, c¨®micos insultantes. Lo que hacen no requiere esfuerzo. Y ah¨ª sique se ve que la incuria intelectual, marchamo del franquismo, ha pasado tambi¨¦n a la izquierda, malgr¨º ¨ºlle m¨ºme. Sus viejas voces cr¨ªticas contin¨²an haciendo magisterio, despu¨¦s de no haberse preocupado en todo el tiempo por crear una aut¨¦ntica cr¨ªtica literaria, y con la misma pereza intelectual que en los ¨²ltimos a?os.
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